viernes, 6 de enero de 2017
La tergiversación del informe de la EPA sobre la contaminación del fracking
La Agencia de Protección del Medioambiente estadounidense provocó un tsunami virtual de críticas por parte de los sectores interesados en la protección del medioambiente en junio de 2015, cuando publicó un gran estudio sobre el fracking de gas y petróleo que aparentemente minimizaba el riesgo para los recursos de agua nacionales. La industria de perforaciones petrolíferas celebró y reivindicó el informe, pero parece que ambas partes deberían haber respirado profundamente y esperado, porque el informe de 2015 era sólo un borrador.
A principios de este mes, EPA publicó los resultados finales de su estudio sobre el fracking. Aunque el informe final se basaba, en esencia, en los mismos datos que el borrador, provocó respuestas completamente opuestas. Entonces, ¿qué cambió?
Lean la letra pequeña del fracking
El principal problema de la versión borrador del estudio radicó, al parecer, en la forma en la que EPA decidió presentarlo al público, no en el propio informe.
EPA emitió una nota de prensa para el borrador del informe el 4 de junio de 2015. Bajo el titular, “Impacto potencial de las actividades de fracturación hidráulica en los recursos de agua potable”, la nota de prensa proporcionaba una frase resumen que provocó el estremecimiento de grupos de protección medioambiental y organizaciones científicas:
La evaluación muestra que las actividades de fracturación hidráulica no han provocado de manera generalizada impactos sistémicos en los recursos de agua potable…
Esa no era realmente la frase resumen. La frase completa contenía una importante salvedad (resaltada en negrita):
La evaluación muestra que las actividades de fracturación hidráulica no han provocado de manera generalizada impactos sistémicos en los recursos de agua potable e identifica importantes vulnerabilidades para los recursos de agua potable.
Esa advertencia sobre “importantes vulnerabilidades” se repetía en el primer párrafo de la nota de prensa (resaltado en negrita de nuevo):
La evaluación, realizada a petición del Congreso, muestra que mientras que las actividades de fracturación hidráulica en EEUU se llevan a cabo de tal manera que no han provocado de manera generalizada impactos sistémicos en los recursos de agua potable, hay vulnerabilidades potenciales en el ciclo de vida del agua que podrían impactar en el agua potable.
La nota de prensa es también muy clara en señalar que esos factores de riesgo
sí existen y sí causan problemas en casos concretos:
El análisis de EPA de las fuentes de información disponibles para la agencia encontró casos específicos en los que la integridad de los pozos y la gestión de aguas residuales en relación con las actividades de fracturación hidráulica impactaban en los recursos de agua potable, pero en un número reducido comparado con el elevado número de pozos de fracturación hidráulica que hay a lo largo del país.
Tal y como se enumeraban en la nota de prensa, entre los factores de riesgo se incluyen:
Extracción de agua en zonas con baja disponibilidad de agua.
Fracturación hidráulica conducida directamente a formaciones con recursos de agua potable.
Pozos recubiertos o cementados de manera inadecuada ocasionando movimiento subterráneo de gases o líquidos.
Tratamiento inadecuado de aguas residuales, vertidas en recursos de agua potable;
Y derrames de fluidos hidráulicos y aguas residuales de fracturación hidráulica, incluyendo retorno de flujo de agua y agua producida.
Además, la nota de prensa hacía hincapié en que el estudio estaba pensado como un documento para planificar la prevención de riesgos y no para dar carta blanca a la industria de perforaciones petrolíferas:
“El borrador de evaluación de EPA proveerá a los legisladores, los grupos y comunidades locales y la industria a lo largo del país de un recurso crítico para identificar la mejor forma de proteger la salud pública y sus recursos de agua potable”, dijo el Dr. Thomas A. Burke, Asesor Científico de EPA y Administrador Auxiliar Adjunto de la Oficina de Investigación y Desarrollo de EPA.
Lean el informe completo la próxima vez (o al menos el resumen ejecutivo).
Desgraciadamente, se produjo otro importante error en la nota de prensa, en la segunda parte de la cita de Dr. Burke:
…”Es la recopilación de datos científicos más completa hasta la fecha, incluyendo más de 950 fuentes de información, publicaciones, numerosos informes técnicos, información procedente de partes interesadas, e informes científicos supervisados por EPA.”
En realidad, en el informe completo y el resumen ejecutivo EPA advertía repetidamente de que la información disponible era notoriamente incompleta.
En parte debido a la regulación protectora puesta en marcha bajo la Administración Bush, EPA señalaba en el resumen ejecutivo que había una “significativa carencia de datos para la identificación de riesgos” para la mayoría de los productos químicos utilizados en el fracking, y que los datos significativos estaban disponibles sólo para 73 de 1.076 productos químicos incluidos en la base de datos voluntaria de la industria, FracFocus.
El resumen ejecutivo incluía una completa lista variada de limitaciones y deficiencias coronada con esta observación:
… El reducido número de datos recogidos antes y durante las actividades de fracturación hidráulica reduce la posibilidad de determinar si la fracturación hidráulica afectaba a los recursos de agua potable en los casos de supuesta contaminación.
En el resumen ejecutivo, EPA también recordaba a los agentes interesados que ni siquiera podían reunir un recuento de pozos definitivo, y que la utilidad del informe completo para establecer políticas sería limitada porque es en esencia “una fotografía instantánea y la industria está cambiando rápidamente”.
Desgraciadamente, a pesar del énfasis puesto en el riesgo en la nota de prensa y el informe, una vez que los medios de comunicación se apropiaron de esa introducción “sin impactos de manera generalizada”, era imposible para EPA modificar la percepción del público
Un informe sobre fracking rehecho
Esto nos lleva a la versión final del informe, publicado el 13 de diciembre, bajo el título “Fracturación Hidráulica de gas y petróleo: impactos del ciclo de agua de la fracturación hidráulica en los recursos de agua potable.”
El New York Times acogió la versión final con el titular “Con un cambio de rumbo, EPA afirma que el fracking puede contaminar el agua potable”, que claramente no es lo que ocurrió. EPA ya había incluido casos concretos de contaminación en el borrador del informe y también se había referido a ellos en la nota de prensa del año pasado.
Por tanto, no hubo cambio de rumbo
Lo que EPA sí hizo fue revisar su nota de prensa. En la versión final el titular es
“EPA publica el informe final sobre impactos de las actividades de fracturación hidráulica en el agua potable”, y la nueva frase resumen es esta:
El informe de EPA concluye que las actividades de fracturación hidráulica pueden impactar en los recursos de agua potable bajo algunas circunstancias e identifica factores que influyen en ese impacto.
Citando al Dr. Burke de nuevo, la nueva nota de prensa resalta el volumen de información analizado por EPA para el informe, describiéndola de nuevo como “la recopilación más completa hasta la fecha”, incluyendo citas de más de 1.200 fuentes científicas.
Sin embargo, esta vez la nota de prensa deja claro que sigue habiendo lagunas de conocimiento fundamentales, a pesar del volumen de información disponible:
Como parte del informe, EPA identificó condiciones bajo las cuales los impactos de las actividades de fracturación hidráulica pueden ser más frecuentes o graves. Este informe también identifica incertidumbres y lagunas de información. Estas incertidumbres y lagunas de información han limitado la capacidad de EPA para evaluar completamente los impactos en los recursos de agua potable, tanto a nivel local como nacional.
Además, la nueva nota de prensa (que es bastante más extensa que la del año pasado), resalta que EPA ha identificado impactos en el agua potable en cada una de las etapas del ciclo de agua de fracturación, y que estos impactos pueden ir desde “cambios temporales en la calidad del agua”, hasta incluso “contaminación que inutilizaba los pozos privados de agua potable”.
Más importante, la nueva nota de prensa resalta que el informe no es una lista exhaustiva de casos en los que ha habido impactos:
De manera general, hay carencia de información exhaustiva sobre la localización de actividades en el ciclo de agua de fracturación hidráulica, ya sea porque la información no sé recoge, no está accesible al público, o es increíblemente difícil de reunir… Debido a estas carencias de datos e incertidumbres, además de otras descritas en la evaluación, no fue posible caracterizar completamente la gravedad de los impactos, ni fue posible calcular o estimar la frecuencia a nivel nacional de impactos de las actividades del ciclo de agua de la fracturación hidráulica en recursos de agua potable
Los sectores de gas y petróleo responden
Todo este material ya estaba disponible en el borrador del informe, y la mayor parte estaba incluida en la nota de prensa del año pasado. Prácticamente lo único que cambió fue el encuadre.
La nueva nota de prensa proporciona a los agentes protectores del medioambiente una plataforma mucho más sólida para abogar por un incremento regulatorio para las prospecciones de gas y petróleo.
También eliminaba el soporte al sector de gas y petróleo.
Aquí hay una muestra representativa del American Petroleum Institute2, en relación al borrador del informe de junio de 2015:
Un borrador de informe de la Environmental Protection Agency (EPA) confirma que la fracturación hidráulica no ha conducido de manera generalizada a impactos sistémicos en recursos de agua potable gracias a la seguridad y efectividad de las regulaciones estatales y federales, y a las actuales prácticas del sector, dijo API.
Y aquí está API contestando a la misma información con diferente encuadre en diciembre de 2016:
… La agencia ha obviado cerca de mil fuentes de información, publicaciones, informes técnicos e informes científicos supervisados que demuestran que las prácticas del sector, las tendencias del sector y los programas regulatorios protegen los recursos de agua en cada etapa del proceso de fracturación hidráulica.
Bueno, de acuerdo. Como suele decirse, se puede contentar a algunas personas algunas veces.
Mientras tanto, aparte de la atención de EPA a los impactos en recursos de agua, los investigadores siguen sin cubrir la evidencia de serios impactos en la salud pública relacionados con el fracking, incluyendo un incremento de riesgo de asma o de bajo peso en recién nacidos.
En un desarrollo reciente, un estudio publicado por la Universidad Johns Hopkins el pasado agosto, relacionaba la alta exposición a operaciones activas de fracking de gas natural con un incremento de riesgo de una combinación de síntomas, incluyendo migrañas, congestión nasal crónica y fatiga.
Traducción del artículo "Meet the New EPA Fracking Report, Same as the Old EPA Fracking Report" publicado por Tina Casey en TriplePundit el 30 de diciembre de 2016
Traducido por Melania Sebastián, miembro de Traductores/as en Acción, la red de Intérpretes y Traductores/as voluntarios/as de Ecologistas en Acción.