martes, 5 de abril de 2016

La Comisión da “luz verde” a las importaciones de gas extraído mediante fracturación hidráulica

El plan de la Comisión Europea de aumentar las importaciones de gas natural licuado (GNL) a la Unión Europea ha suscitado el temor de que ello contribuya a promover en países como los Estados Unidos la técnica de la fracturación, una práctica que agrava el calentamiento global.
 
El organismo ejecutivo explicó ayer los planes de la UE para incrementar las importaciones de GNL mejorando las interconexiones y creando nuevos centros de distribución y nuevas infraestructuras.
Según la Comisión, el incremento de la tasa de utilización de GNL en el bloque comunitario, que actualmente representa solo un 20%, reduciría su dependencia de suministradores poco fiables, como Rusia. Noruega es también un importante suministrador de gas natural a la UE.
Añadió que la producción de gas en la Unión se está reduciendo, lo que obliga a aumentar las importaciones. El organismo ha iniciado conversaciones con Canadá, los Estados Unidos, Australia, el Japón, Nigeria y Argelia sobre la importación de GNL.
En el mes de diciembre, los dirigentes mundiales alcanzaron un acuerdo histórico para limitar el calentamiento global a dos grados por encima de los niveles preindustriales. El Acuerdo de París se interpretó como una señal clara al mercado de que la era de los contaminantes combustibles fósiles había llegado a su fin.
El gas natural también está compuesto principalmente de metano, un gas de efecto invernadero cuyos efectos para el calentamiento global, son 86 veces superiores a los del dióxido de carbono.
De los resultados de algunos estudios sobre el tema  se desprende que la generación de electricidad basada en el gas natural solo es buena para el clima si se compara con la basada en el carbón, siempre que las posibles fugas de metano durante las etapas de producción, procesamiento y transmisión sean inferiores al 3,2%. En esa cifra no se incluye la distribución.

La fracturación consiste en inyectar fluidos a alta presión para fracturar las rocas de esquisto y liberar el gas natural. Este método ha sido objeto de numerosas críticas por los perjuicios que causa en el medio ambiente.
Casi la mitad (47%) del gas natural producido en los Estados Unidos se obtiene mediante fracturación hidráulica. Las tasas de emisiones medidas por satélite han demostrado recientemente que las concentraciones de metano han aumentado notablemente en muchas de las principales regiones productoras de gas de esquisto de los Estados Unidos.
Concretamente han demostrado que las tasas de emisiones en las regiones estadounidenses de Eagle Ford (Texas), Marcellus (Pensilvania) y Bakken (Dakota del Norte) equivalen a un 9,5% de la producción total de metano.
El “auge del gas de esquisto”·ha convencido a los Estados Unidos de que debían levantar la prohibición, vigente desde hace tiempo, de las exportaciones de energía. Se han autorizado varios proyectos de exportación de gas licuado extraído mediante fracturación hidráulica pero de momento solo unos pocos están preparados para funcionar.
Según Antoine Simon, de la organización Amigos de la Tierra, Europa, el conjunto de medidas sobre el gas ha dado “luz verde” a los Estados Unidos para exportar gas extraído mediante fracturación hidráulica a la UE.
Combustible de transición
Miguel Arias Cañete, Comisario de Acción por el Clima, dijo a los periodistas en Bruselas que el gas era el más limpio de los combustibles fósiles y era necesario como “combustible de transición” hasta lograr una economía baja en emisiones de carbono.
Cañete no respondió directamente cuando EurActiv le preguntó si promover las importaciones de gas natural licuado obtenido mediante la técnica de fracturación, que sería transportado en barcos –  sector no cubierto por el Acuerdo de París – no era contrario al espíritu del acuerdo sobre el clima.
Tampoco fue capaz de decir cuándo la Unión Europea dejaría de construir infraestructuras de gas, que, según los que se oponen a esta medida, podrían pasar a ser activos bloqueados u obligar a la UE a depender del gas a expensas de energías renovables libres de emisiones.
En las conversaciones sobre el clima celebradas en París hace dos meses, la Comisión Europea exhortó al mundo a avanzar hacia la meta de cero emisiones antes de la segunda mitad del siglo. En cambio hoy está instando a las empresas suministradoras de gas que inviertan en nuevas instalaciones destinadas a la importación, las cuales durarán como mínimo 40 años, y les está ofreciendo dinero público con este fin,” explicó Jonathan Gavanta, director del grupo de reflexión sobre medio ambiente E3G.
Según el organismo ejecutivo, el gas constituiría una parte importante de la combinación energética comunitaria hasta 2030. “El gas se va a quedar con nosotros durante un tiempo y tenemos que garantizar la seguridad del suministro,”  dijo Arias Cañete.
La Comisión ha expresado su deseo de convertirse en líder mundial en la utilización de energías renovables y ha prometido que la eficiencia energética será la máxima prioridad en sus planes.
Sin embargo, según los partidarios de la estrategia favorable al gas, el incremento de las energías renovables y la eficiencia energética, medidas exigidas por los dirigentes de la Unión Europea con vistas al Acuerdo de París, reducirán aún más la demanda de gas.

Incluso si alcanzamos los ambiciosos objetivos en lo tocante a las emisiones de gases de efecto invernadero, las energías renovables y la eficiencia energética, seguiremos necesitando una gran cantidad de gas,” dijo Arias Cañete
Es evidente que el gas es el más limpio de los combustibles fósiles. El mercado decidirá pero la Comisión está evaluando la necesidad de contar con un mercado bien interconectado para poder utilizar el gas como energía de reserva en apoyo de un sistema muy ambicioso de energías renovables.”
Maroš Šefčovic, Comisario responsable de la estrategia de la Unión de la Energía para reforzar la seguridad energética y luchar contra el cambio climático, añadió que los países que están mal interconectados pagaban un precio más alto por el gas.
El Comisario afirmó estar seguro de que antes de finalizar el siglo la UE lograría una economía neutra en carbono y añadió que el gas natural licuado podría contribuir a la descarbonización del contaminante sector del transporte.
El Enviado Especial de los Estados Unidos sobre el cambio climático
Todd Stern, Enviado Especial de los Estados Unidos sobre el cambio climático y representante de este país en las negociaciones de París, estuvo ayer en Bruselas.
Rehusó hacer comentarios cuando EurActiv le preguntó por los planes de los Estados Unidos para incrementar las exportaciones de gas natural licuado, alegando que esa cuestión es competencia del Departamento de Energía.
Respondiendo a una pregunta sobre la credibilidad de que el gas natural pudiera ser el combustible de transición, Stern dijo que el auge del gas de esquisto había reducido la utilización del carbón en los Estados Unidos.
Dicho esto, es fundamental adoptar medidas adecuadas para preservar el medio ambiente,” señaló.
El metano es 20 veces más contaminante que el CO2, de modo que incluso fugas muy pequeñas, cuando el metano ni siquiera ha ardido, liberadas en la atmósfera pueden anular las ventajas que el gas natural tiene sobre el carbón.”
A pesar de la reciente suspensión del histórico Plan de energía limpia (Clean Power Plan), Stern añadió que los Estados Unidos suscribirían el Acuerdo de París “pasara lo que pasara”.
Antecedentes
El martes (16 de febrero), la Europea desveló sus planes de prohibir los contratos de suministro de energía que los Estados Miembros suscriban con países no pertenecientes al bloque comunitario, con miras a reducir la dependencia del gas ruso.
La Comisión Europea, el organismo ejecutivo de este bloque de 28 países, propuso algunos cambios al objeto de poder examinar dichos acuerdos antes de su firma para comprobar su conformidad con las normas de la UE.
En 2014, por décimo año consecutivo, los Estados miembros de la UE importaron combustible para cubrir sus necesidades energéticas. Una tercera parte de sus importaciones de gas proceden de Rusia y algunos de los nuevos Estados miembros de Europa oriental dependen casi totalmente de Moscú.

Traducción del artículo "Commission gives ‘green light’ to fracked gas imports" publicado en Euractiv el 17 de febrero de 2016