viernes, 5 de junio de 2015

Se frenan los planes de Pekin en relación a los subsidios del gas de esquisto



China anunció que dará un paso atrás en los subsidios al gas de esquisto durante los próximos cinco años. Otro golpe más a los planes de la nación de seguir la tendencia de la “revolución del esquisto” de los Estados Unidos.
Los subsidios caerán a 0,30 yuanes por metro cúbico a partir de 2016-2018; desde este año, a 0,40 yuanes por metro cúbico, y serán reducidos aun más a 0,20 yuanes en 2019-2020, de acuerdo con el Ministerio de Hacienda.


El Estado de Pekin impulsó a sus compañías petroleras a trabajar el esquisto, en un esfuerzo por resolver la confianza de China en las importaciones de petróleo mediante la generación de una alternativa nacional fomentada por Fiat. Sinopec y PetroChina que juraron cumplir los objetivos establecidos desde el gobierno para la producción del gas de esquisto, a pesar de los decepcionantes resultados iniciales. Reclamaron que precisaban de los subsidios para cumplir las metas.

El experto en energía, Lin Boqiang, de la Universidad de Xiamen, comentó que los recortes en los subsidios reflejan las expectativas de que los avances tecnológicos reduzcan los costos. “En lo que respecta a la energía solar y eólica, las reducciones en los costos son evidentes. Pero en cuanto al esquisto, dicha reducción no se percibe con claridad”.

El paisaje montañoso de China, su infraestructura monopolizada de oleoductos y la dificultad política de destinar agua para la producción del gas de esquisto en  valles densamente poblados han hecho que el gas de esquisto sea más costoso y difícil de extraer que en los Estados Unidos, donde el incremento súbito del suministro doméstico impulsó la reducción en los precios energéticos y reemplazó las importaciones. Sinopec puso la mayoría de su capital político en manos del éxito del gas de esquisto e hizo alarde de su producción en el depósito de Fuling, cerca de la ciudad portuaria de Chongqing. El año pasado, los directivos de esta empresa comentaron que la compañía no iba a poder cubrir los costos de la producción del gas de esquisto sin la ayuda de los subsidios.

El mes pasado, la compañía competidora estatal Cnooc, de menor envergadura, posponía los planes de desarrollar un bloque de esquisto en la provincia de Anhui, al este de China. Esta compañía invirtió exitosamente en formaciones de esquisto de Norteamérica.

PetroChina, la unidad cotizada de China National Petroleum Corp o CNPC, redujo progresiva y silenciosamente sus proyectos de gas de esquisto asociados con Shell en el suroeste de China, aunque también se ha comprometido a cumplir los objetivos estatales de producción. Tantos ejecutivos de Shell se fueron de China que una de las escuelas internacionales de Beijing dejó de dar lecciones en el idioma neerlandés.

Traducción del artículo publicado en Financial Times el 29 de abril de 2015.
http://www.ft.com/cms/s/0/b7d7db78-ee8d-11e4-88e3-00144feab7de.html