En
los años del auge de la industria del petróleo de esquisto en EE.
UU., la rentabilidad era en cierta forma opcional. Las empresas
estaban enfocadas en el crecimiento, era fácil conseguir capital, y
se podía dejar para más adelante el obtener un buen retorno
económico.
Ahora que el crecimiento está a punto de estancarse debido a la caída en el precio del petróleo, los inversores pueden volverse menos tolerantes a rendimientos constantemente bajos.
El
historial de pobre rendimiento de las inversiones de la industria fue
señalado en una presentación del mes pasado de EOG Resources,
el principal productor de petróleo de esquisto y
uno de los más eficientes.
EOG
declaró que obtuvo un retorno del capital
empleado de 12.4 por ciento
en 2013 y de 13.7 por
ciento el año pasado,
pero señaló que a empresas similares dedicadas a la producción y
exploración en EE. UU. les ha ido mucho peor — y
obtuvieron un promedio de solo 3.4 por
ciento en 2013 y
4.3 por ciento
en 2014.
Dado
que esos bajos retornos se obtuvieron con los precios de referencia
del crudo de EE. UU., en alrededor de $98 por
barril en 2013 y
cerca de $93 el año pasado, las
expectativas de rentabilidad al precio actual de alrededor de $47
el barril parecen desalentadoras.
“Las
empresas estaban tan preocupadas por crecer que perdieron de vista el
crecimiento rentable,” sostiene
Dennis Cassidy de la consultora AlixPartners.
“La
gente decía que a la industria del petróleo le iba muy bien y en
términos de crecimiento y actividad era cierto y se sentían bien al
respecto. Pero cuando observas más allá de las apariencias, en
realidad no era tan así,” agrega.
Generalmente
los bajos retornos en la industria significaban que las empresas
petroleras debían continuar atrayendo nuevos capitales para
financiar sus programas de inversión.
En
2013 y 2014 el sector de
la energía y el petróleo norteamericano recaudó $34.2
mil millones en nuevas inversiones, $62.6
mil millones de ventas de bonos y $191 mil
millones de préstamos sindicados, según
Dealogic.
Incluso
las compañías más exitosas gastaron montos superiores a sus
ingresos en perforaciones y en terminar pozos.
Continental
Resources,
por
ejemplo,
obtuvo en sus operaciones $3.36
mil millones en 2014, pero
$4.59
mil millones fueron capital de inversión. Whiting
Petroleum,
el
mayor productor en el área de esquisto de Dakota del Norte, informó
operaciones por
$1.82
mil millones y gastos de capital
de
$2.86
mil millones.
Hasta
ahora, el flujo de capital en la industria no se ha agotado. Las
empresas norteamericanas de energía y petróleo en lo que va del año
han recaudado $7.93 mil millones
provenientes de bonos, $11.7 mil millones
de préstamos sindicados y $8.42 mil
millones de nuevas acciones.
La
emisión de acciones ha sido especialmente fuerte, con anuncios de
grandes colocaciones de acciones de empresas como Noble
Energy, Encana, Concho Resources, Laredo Petroleum y
Southwestern Energy.
El
lunes por la noche a esa lista se sumó Whiting, que
había estado en busca de un posible comprador, pero decidió emitir
40.3 millones de
acciones por valor de alrededor de $1.4 mil
millones, y obtener otros $1.15 mil
millones de nuevos títulos convertibles.
Allen
Gilmer, director ejecutivo de DrillingInfo,
una empresa de datos vinculados a yacimientos
petrolíferos, sostiene que la voluntad de los inversores y
prestamistas de seguir apoyando a las empresas de energía y petróleo
contrasta claramente con anteriores recesiones en la industria del
petróleo en las que el capital de inversión se agotó muy
rápidamente.
En
una época de bajas tasas de interés, sostiene, la industria del
petróleo aún resulta atractiva para algunos inversores. “El
mundo está buscando rentabilidad,” afirma.“Ese
es el problema básico: no hay mucha allá afuera.”
El
aumento del interés de empresas de capital de inversión en las
inversiones es una prueba más de lo anterior. Blackstone ha
declarado que tiene $9 mil millones
disponibles para invertir en energía, mientras otras como Apollo,
y el sector inversiones de Goldman Sachs
y Carlyle también están preparadas para
hacerlo o están reuniendo fondos para invertir en el sector.
Pero
existen señales de que los inversores se muestran menos tolerantes a
la baja rentabilidad. Las acciones de Whiting abrieron
20 por ciento abajo como respuesta a la recaudación de fondos del
lunes.
A
pesar de la cantidad de capital de inversión disponible para colocar
en el sector energético, solo unos pocos acuerdos se han realizado
hasta ahora, lo que indica que existe una brecha entre las
expectativas de las empresas y los potenciales inversores.
Greg
Matlock de Ernst & Young, el
grupo de servicios profesionales, sostiene: “Por
un lado existe una enorme escasez de capital y por otro una enorme
oferta de capital, y aún no parecen haberse encontrado.”
Numerosas
empresas de energía y petróleo están tratando de evitar salir a
captar capital cubriendo las inversiones con su flujo de efectivo.
Chesapeake Energy anunció el lunes una nueva ronda de recortes en su
programa de perforaciones para cumplir ese objetivo para fin de año.
Si
la Reserva Federal norteamericana sigue adelante con sus planes de
aumentar las tasas de interés, el sector de la energía y del
petróleo probablemente va a ser testigo de nuevos incrementos en el
costo del capital.
“Espero
que un día se les termine,” dice
Michael Hulme de Carmignac, el
gerente del fondo de capitales francés.
Los
inversores serán selectivos, centrándose en empresas que puede ser
rentables incluso con bajos precios del petróleo, agrega.
“Lo
que usted está buscando es la compañía que pueda invertir un dólar
en el suelo y obtener dos dólares; no la que pone un dolar y va a
obtener 80 o 90 centavos", añade.
Traducción del artículo "Low returns drag down US shale oil industry", publicado en The Finantial Times el martes 24 de marzo de 2015
Traducción del artículo "Low returns drag down US shale oil industry", publicado en The Finantial Times el martes 24 de marzo de 2015