El
problema fue un rumor en los medios según el cual
todos los fluidos usados en las operaciones de fracturación
hidráulica son inofensivos. Pero los científicos de la Universidad
de Colorado en Boulder nunca
llegaron a esa conclusión.
Un
artículo en el
Boulder
Weekly
hace
un espléndida tarea de reconstrucción del juego de llamadas
telefónicas que llevaron a la prensa a distorsionar los hallazgos
del estudio, que fue publicado en la revista
Analytical
Chemistry.
El
objetivo de la investigación, realizada por E. Michael
Thurman y Imma Ferrer, era
simple. Hasta ahora, los intentos de determinar hasta qué punto la
fracturación podría contaminar las aguas subterráneas han sido
obstaculizados por las empresas de gas y petróleo, que se han
mostrado reacias a compartir la composición de las mezclas de
fluidos de fracturación con exactitud. Y aunque las regulaciones
estatales y federales requieren que las empresas revelen cuáles son
las sustancias que están usando en sus fluidos de fracturación, las
listas resultantes habitualmente usan categorías químicas amplias
para describir los verdaderos ingredientes.
Los
científicos desarrollaron una técnica en el laboratorio de
espectometría de masas de la universidad que les permitió
identificar con precisión algunos de los químicos. Thurman
manifestó, "Encontramos
químicos en las muestras sometidas a estudio que la mayoría de
nosotros estamos arrojando en los desagües en casa."
Desafortunadamente,
esa declaración llevó a la universidad a emitir un comunicado de
prensa con un título engañoso, "La
principal clase de químicos usados en fracturación no son más
tóxicos que las sustancias que se usan comúnmente en el hogar."
"Han
sido bastante pocos los canales de noticias que no notaron que
establecimos una diferencia entre una clase de químicos
— una
importante
clase
de químicos, pero no todos los químicos y básicamente
[los
titulares]
dejaron
la impresión de que todos los químicos en el fluido de fracturación
eran seguros"
Laura Snider, miembro
del equipo de relaciones con la prensa de la
Universidad
de Colorado
y
autora
del comunicado de prensa original, le dijo al
Boulder
Weekly.
"Finalmente,
creo que el comunicado es preciso. Siento que si lo tuviera que
escribir nuevamente, probablemente dejaría las cosas más claras o
pondría cosas que estaban más abajo, más arriba, supongo. Pero
creo que todo está ahí."
Los
signos iniciales de que no todo estaba bien llegaron en la forma de
llamadas telefónicas dirigidas a los investigadores de perplejos
periodistas ambientales.
El
sitio web de la Universidad del estado de Colorado,
Source,
trabajó
luego con los investigadores para presentar una historia que brindó
un relato más preciso de sus hallazgos.
Pero,
como informa
Boulder
Weekly:
El
interés de los medios ya había sido atraído a una historia muy
diferente de la Universidad de Colorado (CU).
El
titular en la primera página del The Boulder Daily Camera
al día siguiente al comunicado de prensa de la Universidad de
Colorado decía:"Estudio de CU:
Fluidos de fracturación, toxicidad mínima:
Investigadores afirman que el líquido no es más peligroso que los
productos de limpieza domésticos." Este
titular y los primeros párrafos de la historia omiten el hecho de
que los investigadores estudiaron solamente aproximadamente un quinto
de los químicos en las muestras de fluido de fracturación que se
examinaron.
La
Asociación de gas y petróleo de Colorado (COGA)
también se basó en el titular engañoso del Boulder Daily Camera
cuando tuiteó que la investigación agrega evidencia a las previas
declaraciones de COGA acerca de que la
toxicidad del fluido de fracturación es "mínima,"
y "no más tóxica
que los productos de limpieza para el hogar."
Thurman
trabaja en el Centro
para espectometría ambiental del Departamento de ingeniería
ambiental de la Universidad de Colorado, al igual que su colega el
investigador Ferrer. No son toxicólogos,
él destaca, son químicos ambientales.
"No
estábamos buscando determinar si los químicos eran tóxicos o no,"
señaló Thurman. "En un
comunicado de prensa, [Snider] escribió la
palabra tóxico, pero no era nuestro objetivo y no hicimos ninguna
prueba para determinar toxicidad...Lo que ella escribió no era
incorrecto, pero ese no era el propósito del estudio."
El
foco de Thurman estaba en identificar qué
porcentaje de químicos en el fluído de retorno de
las operaciones de fracturación son tensioactivos e identificar qué
tipo de tensioactivos están siendo usados y determinar lo que sería
esencialmente una huella de esos químicos para que pueda ser
rastreada.
Los
tensioactivos son ingredientes conocidos usados en trabajos de
fracturación hidráulica, y están enumerados en el sitio web del
Registro de divulgación de productos químicos de FracFocus.
Thurman y Ferrer habían
investigado los tensioactivos previamente y tenían los instrumentos
necesarios para estudiarlos.
"Pensamos,
esta es una clase de compuestos que podemos analizar, entonces
averigüemos qué porcentaje de los materiales orgánicos que
se agregan al pozo provienen de los tensioactivos. Entonces ese era
el primer objetivo," él dijo."Y
el segundo era determinar si alguno de estos tensioactivos pueden ser
usados a modo de huella para identificar los pozos de manera
individual."
Los
resultados brindan una herramienta que otros laboratorios pueden usar
para determinar si el agua subterránea ha sido contaminada por
operaciones de fractura hidráulica en zonas cercanas, y si existen
múltiples empresas operando en el área, posiblemente para
identificar el fluido de qué compañía ha ingresado al agua
subterránea.
"Ese,
en mi opinión, es el componente valioso [de
la investigación]," Thurman afirma.
"La pregunta sobre la toxicidad se
articula en torno a muchos otros compuestos presentes allí. Están
los biocidas agregados y otros compuestos que quizás no hemos
determinado aún, y quién sabe qué tan tóxicos podrían ser."