viernes, 8 de junio de 2018
El nuevo gobierno italiano reevaluará el proyecto de gasoducto transadriático (TAP)
Según ha informado el nuevo Ministro italiano de Medio Ambiente, el plan para construir el último tramo de un gasoducto internacional, cuyo valor total asciende a 40.000 millones de dólares de los Estados Unidos, va a ser objeto de revisión. El Ministro ha afirmado que el proyecto no tiene ningún sentido.
Italia se encuentra en el último tramo del Corredor Meridional del Gas, un gasoducto que transporta el gas desde Asia Central a Europa Occidental. El gasoducto es una de las piedras angulares de la política energética de la Unión Europea, cuyo objetivo es poner fin a la dependencia de la UE del suministro del gas de Rusia.
Sergio Costa, Ministro de Medio Ambiente, que juró su cargo el pasado viernes como parte de una coalición de gobierno constituida por partidos antisistema, dijo que la participación de Italia en el gasoducto transadriático, el último tramo del corredor de 3.500-km (2.200-millas), se sometería a revisión junto con otros grandes proyectos.
El Sr. Costa, perteneciente al Movimiento 5 Estrellas, que es el mayor partido de la coalición y un partido defensor del medio ambiente, dijo que el nuevo Gobierno tenía el proyecto de gasoducto transadriático sobre la mesa e iba a examinarlo con carácter prioritario.
Respondiendo por escrito a una serie de preguntas que le fueron planteadas el martes y el miércoles pasados, el Ministro añadió que, teniendo en cuenta la política energética del nuevo Gobierno, el proyecto ya no tenía sentido.
Es probable que esta revisión genere tensiones entre Italia y los promotores del proyecto TAP, cuyo importe asciende a 4.500 millones de euros (5.300 millones de dólares de los Estados Unidos). Entre dichos promotores están el grupo petrolero británico BP, la italiana Snam y la española Enagás.
El consorcio constituido para construir y operar el proyecto TAP no respondió a la solicitud de Reuters para que expresara su opinión sobre esta cuestión.
Aún no está claro que los comentarios del Ministro se vayan a traducir en medidas concretas. Sergio Costa explicó que cualquier decisión sobre el futuro del proyecto TAP incumbía también a otros ministerios.
El Movimiento 5 Estrellas tiene políticas ambientales más radicales que las de su socio en la coalición, la Liga Norte, un partido ultraderechista.
Ambas partes tienen previsto constituir un comité especial para resolver las diferencias que surjan entre ellos en relación con la “realización y ultimación de aquellas obras públicas que revistan una gran importancia a nivel nacional”.
La Liga no respondió inmediatamente a los correos electrónicos en los que se le pedía que se pronunciara sobre este tema.
En los últimos años ha aumentado la demanda de gas en Italia pero sigue estando muy por debajo de los niveles que registró hace 10 años.
Italia, que importa más del 90% de sus necesidades, ha suscrito importantes contratos de suministro de gas con Rusia, Libia, Argelia y Holanda, y los gobiernos anteriores trataron de crear un nudo gasista europeo.
Un enfoque ecológico
Sergio Costa dejó claro que la revisión se centraría en la lógica subyacente que justifica la extensión del proyecto hasta Italia. Esta información contrasta con el reciente debate público que se ha centrado, en cambio, en la planificación de la ruta a través de la región de Puglia en el sur del país.
Incluso el gobernador de Puglia ha dicho que, en lugar de abandonarse, el proyecto debería desviarse de la zona turística y ha propuesto una ruta alternativa a través de una zona más industrial en la misma región de Puglia.
Barbara Lezzi, la nueva Ministra para el Sur de Italia y miembro del Movimiento 5 Estrellas, también dijo a Reuters el pasado miércoles que su partido creía que el gasoducto representaba un peligro ambiental innecesario, teniendo en cuenta el exceso de capacidad de gas que existe en el país.
El consorcio constituido para construir y operar el proyecto TAP ha explicado que no se contempla la posibilidad de desviar el gasoducto fuera de Italia y que desviarlo a otra ruta dentro del país podría retrasar el proyecto cuatro o cinco años.
En los últimos años, los trámites burocráticos y la oposición popular han ahuyentado a varios inversores extranjeros que intentaban construir infraestructuras en Italia.
El mes pasado, Gas Natural informó de que había renunciado a un antiguo proyecto de construcción de una instalación de gas natural licuado en el norte de Italia después de varios años en los que apenas se habían registrado avances.
El Corredor Meridional del Gas, ya terminado en su mayor parte, comienza en Azerbaiyán y atraviesa Europa Oriental hasta llegar a Italia.
El Corredor transportaría hasta Italia 10.000 millones de metros cúbicos de gas desde Shah Deniz 2, un yacimiento de gas explotado por un consorcio encabezado por BP.
El tramo italiano debería estar terminado a primeros de 2020 y ya ha obtenido las autorizaciones de los gobiernos nacionales, incluido el certificado de cumplimiento de las normas ambientales, emitido en 2014.
Sergio Costa dijo que la revisión era coherente con la política energética del nuevo Gobierno, descrita en un acuerdo publicado por la coalición y suscrito por el Movimiento 5 Estrellas y la Liga Norte antes de llegar al poder.
En una copia publicada de dicho acuerdo no se menciona específicamente el proyecto del gasoducto transadriático pero sí se dice que la coalición aceleraría la transición hacia las energías renovables en Italia.
El Movimiento 5 Estrellas ha manifestado su intención de ir eliminando progresivamente los combustibles fósiles de aquí a 2050 y aumentar la producción de energías renovables.