Hasta un 16% de los pozos de fracking de petróleo y gas están afectados por vertidos de fluídos cada año, de acuerdo con nuevas investigaciones de científicos estadounidenses.
Encontraron 6.600 emisiones de estos pozos de fracturación en un periodo de más de diez años en cuatro estados.
Los mayores problemas fueron reportados en el Estado rico en petróleo Dakota del Norte, donde se registraron el 67% de los vertidos.
Los mayores vertidos registrados incluían 100.000 litros de fluido, la mayoría relacionados con el almacenamiento y el movimiento de líquidos.
Cantidades mayores
El rápido crecimiento en la extracción de petróleo y gas de fuentes poco convencionales en los EE.UU. ha tenido un gran impacto en la producción y consumo de energía en los últimos diez años.
La clave para esta expansión ha sido el uso de la fractura hidráulica, el proceso de inyectar fluidos con aditivos químicos bajo presión para fracturar roca subterránea y liberar los recursos del interior.
Sin embargo, los ecologistas se han preocupado durante mucho tiempo por el potencial de este proceso a la hora de contaminar suministros de agua y el medio ambiente a través de fugas y vertidos.
Un estudio llevado a cabo por la Agencia de Protección de Medio Ambiente de EE.UU. sobre el fracking en ocho Estados entre 2006 y 2012 concluyó que se han producido 457 vertidos.
Sin embargo, este nuevo estudio, aunque limitado a solo cuatro Estados con información suficiente, sugiere que los niveles de vertidos son mucho mayores. Las investigaciones encontraron 6.648 vertidos entre 2005 y 2014.
"La EPA simplemente se fijó en vertidos del propio proceso de fracturación hidráulica, que solo dura días o semanas", dijo el autor principal Dr. Lauren Petterson de la Universidad Duke al telediario de la BBC.
"Nosotros nos fijamos en vertidos en pozos pocos convencionales desde el momento de la perforación a todo el proceso de la producción, lo que puede durar décadas".
El estado que mostró el mayor nivel de vertidos fue Dakota del Norte, un semillero de actividad tanto en la recuperación de petróleo como en la de gas.
Los datos registraron 4.453 incidentes en dicho Estado, muchos más que en Pensilvania, Colorado y Nuevo México.
Esto se puede explicar a través de los requisitos de notificación. En Dakota del Norte, se tiene que informar de cualquier vertido mayor a 42 galones americanos, mientras que en Colorado y Nuevo México, los requisitos son 210 galones.
La mayoría de los vertidos tuvieron lugar en los tres primeros años de operación. Alrededor del 50% de vertidos estaban relacionados con el almacenamiento y el movimiento de fluidos a través de tuberías. Los motivos subyacentes fueron complicados de determinar debido a los diferentes requisitos de notificación.
"Los motivos son bastante variados", dijo el Dr. Patterson.
"Los fallos en el equipo supusieron el factor más importante, la carga y descarga de camiones con material tuvo más errores humanos que en otros lugares".
Un sorprendente número de vertidos tuvieron lugar en pozos que habían registrado un incidente previo, más de la mitad en el caso de Dakota del Norte. Esto sugiere que las inspecciones puntuales en estos lugares pudieron tener un impacto significativo en la reducción de vertidos.
Sin embargo, fuentes de la industria discuten el impacto que estos vertidos están teniendo. Argumentan que muy pocos han ocasionado contaminación al medio ambiente.
"La realidad es que Dakota del Norte exige que las compañías reporten cualquier vertido del tamaño de un barril o mayor, incluso si éste nunca supone un impacto para el medio ambiente - y la gran mayoría de vertidos no lo tienen", comunicó Katie Brown de Energy in Depth, un organismo fundado por las compañías de producción petrolífera.
"De acuerdo con el Departamento de Salud de Dakota del Norte, el 70% de todos los vertidos en 2013 se contuvieron en la plataforma del pozo y nunca alcanzaron la tierra o el agua".
Para otros autores del estudio, el mensaje subyacente es que una recogida de datos y presentación de informes mejores y más uniformes permitirían que la industria y los ecologistas evaluaran mejor el impacto sobre el medio ambiente de los pozos fracturados.
"Análisis como este son muy importantes para definir y mitigar el riesgo para los suministros de agua y la salud humana", afirmó Kate Konschnik, otra autora del ensayo de la Environmental Policy Initiative en la facultad de derecho de Harvard.
"Redactar las normas de notificación al Estado con estos factores en mente es crítico para asegurar la disponibilidad de información exacta - y en formato accesible - para la industria, el Estado y la comunidad investigadora".
El estudio se ha publicado en el diario Environmental Science & Technology.
"Traducción de "Thousands of spills at US oil and gas fracking sites" publicado el 21 de enero de 2017 en BBC News, realizada por Daniel Montes Esteban, miembro de Traductores en Acción, la red de traductores e intérpretes voluntarios de Ecologistas en Acción”