lunes, 16 de junio de 2014

NUEVO ESTUDIO: pozos de petróleo abandonados liberan altos niveles de metano


SurfaceMethane_610px.jpgUn nuevo estudio alerta de las elevadas fugas de metano de pozos de petróleo abandonados. Una investigadora de Princeton mide las fugas que ponen en riesgo las aguas subterráneas y constituyen un peligro para el clima. El problema de las fugas de pozos abandonados, una vez terminada su vida útil, es común a toda la industria del gas y el petróleo. Este problema cobra mayor relevancia con el auge del fracking, dado que la vida media de los pozos es muy pequeña, son abandonados a los pocos años, y se abren miles de pozos nuevos cada año.

La imagen de arriba muestra cómo el gas migra a las aguas subterráneas y a la atmósfera, alejado del pozo que genera filtraciones.
 
Un estudio de la Universidad de Princeton ha descubierto que las filtraciones provenientes de pozos de gas y petróleo abandonados no sólo suponen riesgos para las aguas subterráneas sino que también representan una creciente amenaza para el clima.
En el estado de Pensivalnia existen entre 200,000 y 970,000 pozos abandonados que representan probablemente entre el cuatro y siete por ciento de las emisiones de metano provocadas por el hombre en esa jurisdicción, una fuente que antes no eran tenidas en cuenta, sostiene el estudio. 
 
Pensilvania, de manera similar a Alberta en Canadá, es el productor de gas y petróleo más antiguo de los EEUU y el escenario de una intensa controversia ambiental debido al impacto de la fractura hidráulica en su paisaje caracterizado por gran cantidad de pozos.
Para el estudio, el primero en su tipo, la estudiante de doctorado e ingeniera civil Mary Kang midió las emisiones de metano de 19 pozos abandonados en el norte de Pensilvania.
Los pozos abandonados de gas y petróleo pueden ser el camino para que el metano, radón, la salmuera y varios hidrocarburos consigan migrar a acuíferos de poca profundidad, a las viviendas de los residentes del lugar o a la atmósfera. 
 
El metano es un poderoso gas de efecto invernadero con un potencial 86 veces superior al dióxido de carbono en un lapso de 20 años para el calentamiento global. 
 
En consecuencia, las filtraciones derivadas de las infraestructuras de gas convencional y no convencional podrían convertir a la industria en una aún más sucia que la producción de carbón. 
 
Los científicos de este campo han descubierto en forma consistente que los modelos usados por la industria del gas y del petróleo y los entes reguladores han subestimado de manera significativa las filtraciones de metano derivadas de válvulas, bombas, tuberías, plantas de gas y pozos en producción. Los pozos abandonados ahora también se han sumado a la lista. 
 
El experto en metano y ecólogo de la Universidad Cornell, Robert Howart, sostuvo que el nuevo estudio es importante porque muestra que las emisiones de las actividades relativas al gas y petróleo son mucho más elevadas que lo que indican las estimaciones del gobierno y de la industria. 
 
El problema de las filtraciones provenientes de los pozos abandonados "no ha sido bien estudiado en el pasado y no ha sido tenido en cuenta en absoluto por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EEUU en sus estimaciones de emisiones de gases de efecto invernadero, ni tampoco por otras investigaciones académicas como la mia. Se trata de un ejemplo más de lo poco que sabemos realmente sobre las emisiones de metano de la industria del gas y del petróleo y una razón más para creer que la EPA ha estado subestimando en gran medida las emisiones totales”, afirmó. 
 
El caso de Pensilvania no tiene nada especialmente singular, agregó Howarth, "entonces tiendo a pensar que este problema está afectando a la mayoría, si no a todos, de los campos de gas y de petróleo.”
El problema de las filtraciones provenientes de los pozos, sin embargo, está ampliamente difundido a nivel global e involucra a millones de pozos de gas y petróleo. 
 
Los fallos en pozos offshore en Noruega, por ejemplo, alcanzaron un promedio de 24 por ciento en un análisis, mientras que los fallos producidos en los pozos de gas no convencional recientemente perforados usando fractura hidráulica en Pensilvania alcanzan un promedio de 6.4 por ciento. 
 
Saskatchewan muestra tasas de fallos en los pozos del 20 por ciento. Filtraciones extensivas provenientes de pozos de petróleo pesado (que alcanzaron el 45 por ciento) han derivado en la contaminación de las fuentes de aguas subterráneas que ha sido documentada en el área de Lloydminster en la frontera entre Alberta y Saskatchewan.
  


Fugas de gas
Los hallazgos de Kang refuerzan los de un estudio previo de la Universidad de Waterloo que consideró que los 500,000 pozos que provocan filtraciones son una amenaza a la seguridad pública y al ambiente debido a “potencial deterioro de la calidad del agua subterránea, contribuciones a las emisiones de gas de efecto invernadero y riesgos de explosión si se produce acumulación de gas metano en áreas inadecuadamente ventiladas.

El estudio de Waterloo también exhorta a los entes regulatorios y a la industria a que realicen controles de manera inmediata y  midan las emisiones de las decenas de miles de pozos abandonados en el oeste de Canadá. También destaca que las emisiones documentadas de gas de los pozos representan sólo una fracción de lo que se está escapando hacia el subsuelo, a las aguas subterráneas o hacia otras formaciones. 
 
En Pensilvania, Kang descubrió que cada uno de los pozos abandonados filtran un promedio de aproximadamente 96 metros cúbicos al año, pero puede haber entre 280,000 a 970,000 de los mencionados pozos solamente en ese estado. 
 
Cerca del 16 por ciento del total de pozos no filtraron pequeñas cantidades, sino aparentemente se trata de "super-emisores" o grandes surtidores de metano. 
 
El pozo más contaminante libera 3.2 metros cúbicos de gas por día, o 1,168 metros cúbicos de gas al año. Esto equivale aproximadamente a un valor de $300 de gas natural anualmente. 
 
En comparación, según Enbridge, el canadiense típico usa 3,064 metros cúbicos de gas al año para calentar sus viviendas y el agua. 
 
Aproximadamente el 10 por ciento de los pozos de Columbia Británicapresentan filtraciones pero no se está realizando controles sobre la tasa de filtración de los 10,000 pozos inactivos o abandonados de la provincia. 
 
Algunos de los pozos de gas no convencional que están actualmente en producción se convirtieron en super-emisores y filtran aproximadamente 3,000 metros cúbicos al año.



Otros hallazgos sorprendentes 
 
Kang también hizo otros numerosos hallazgos sorprendentes. Las filtraciones de metano de los pozos que fueron taponados y sellados con cemento en forma apropiada cuando fueron abandonados, fueron tan elevadas como las tasas de filtraciones de los pozos que no fueron taponados. 
 
Los pozos conectados a formaciones de piedra arenisca tienen más tendencia a presentar filtraciones con mayor frecuencia que los pozos construidos en otro tipo de formaciones.
También se encontraron etanol, propano y n-butano mezclados con el metano—todos indicadores de que el gas provino de zonas destinadas a la industria energética en contraposición al que deriva de pantanos o de otras fuentes naturales. 
 
El ritmo con el que el metano está fluyendo hacia la atmósfera también fluctúa a lo largo del tiempo. Durante el invierno las filtraciones disminuyen, mientras que en verano cada vez más metano fluye de los pozos. 
 
Los dramáticos hallazgos del estudio de Princeton nuevamente muestran que el sellado de cemento de los pozos activos y el que se hace en los abandonados, se quiebra, se encoge y se fractura con el paso del tiempo, permitiendo que el metano se filtre y encuentre el camino que presenta menor resistencia, como son las fracturas naturales.
El gas que se fuga puede recorrer distancias de cerca de 14 kilómetros y aparecer en ríos y viviendas. 
 
Para lograr que los entes reguladores y la industria aborden el problema, Kang sugirió en su tesis de doctorado que los "gases, incluyendo metano, y otros hidrocarburos, que emiten los pozos abandonados de gas y petróleo” deben ser considerados “como una fuente de energía alternativa”.

Más abandonados que recuperados

La contaminación del agua para consumo con metano ha sido documentada en Pensilvania, Colorado y Texas, y en todos los lugares donde se han realizado operaciones de lugar fractura hidráulica y perforaciones de manera intensiva. 
 
Pero en numerosos casos los entes reguladores han dejado de lado la evidencia científica y concluyeron que el metano está surgiendo de manera natural. 
 
La Autoridad Regulatoria de Energía de Alberta mantiene una base de datos de filtraciones de los 316,439 pozos informados por la industria desde 1910. Pero esta información no es de dominio público y el ente regulador carece de una política para someter a prueba las filtraciones de gas de los pozos una vez que han sido abandonados. 
 
Actualmente, las deudas generadas por el abandono y el proceso de recuperación de los pozos inactivos, tuberías e instalaciones alcanza un total de $32 mil millones en Alberta. Pero la autoridad regulatoria maneja $279 millones en bonos como seguro para las tareas de limpieza.

Las empresas de gas y petróleo están abandonando los pozos a una velocidad mucho mayor que la de recuperación, un proceso que incluye la evaluación del cemento y el taponamiento del pozo.

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Concentración de los pozos activos y abandonados a lo largo de Norte América. En todos los lugares entre 1.9 y 75 por ciento de filtraciones de metano. Fuente: Richard Davies / Marine and Petroleum Geology Journal.

Theresa Watson, una ex funcionaria del ente regulador de Alberta, destacó en una presentación del 2013 que un creciente número de pozos  de fractura horizontal múlti-etapa estaban en contacto directo con pozos preexistentes con el "potencial para generar consecuencias en los bienes (propiedad de otras industrias) y en las fuentes de agua subterránea."
Hasta la fecha, han existido más de 20 casos de operaciones de la industria de fractura de alta presión que al estar conectadas con los pozos cercanos, derivaron en erupciones de fluidos tóxicos hacia la superficie. 
 
Algunos de estos denominados "golpes de fractura" viajaron más de 2,400 metros a través de fracturas naturales y artificiales y de fallas geológicas antes de llegar a la superficie. Más de 30 de tales eventos han ocurrido en Columbia Británica. Todos plantean un riesgo para las fuentes de aguas subterráneas. 
 
"Los muertos están saliendo del armario" afirmó Watson en su presentación.
Kang llegó a la conclusión de que los gobiernos necesitan hacer un mejor trabajo, brindando información y controlando los pozos abandonados, porque al parecer son una inesperada y significativa fuente de emisiones de metano que hasta ahora se desconocía.
"Se requiere realizar mediciones adicionales para caracterizar y lograr determinar la distribución de los flujos de metano de los pozos de gas y petróleo abandonados en Pensilvania y en otras regiones”, escribió. 
 
Un importante estudio de 2014 del investigador británico Richard Davies en Marine and Petroleum Geology llegó a la misma conclusión e hizo un llamado a realizar monitoreos más sistemáticos y a largo plazo, tanto de los pozos activos cuanto de los abandonados.


Traducción de artículo "Abandoned Oil Wells Spouting Significant Levels of Methane: Study" publicado en The Tyee el 14 de junio de 2014