viernes, 13 de junio de 2014

El Washington Post alerta del deficiente control estatal de las actividades de fractura hidráulica


En este editorial del Washington Post se alerta de que la vigilancia de las actividades de fracking en terrenos de propiedad estatal es totalmente deficiente, con escasos controles, escasa capacidad de personal, sin una recolección sistemática de datos, sin una revisión periódica de las normas y una alta probabilidad de fraude.

El Aumento de la fractura hidráulica sin aumentar las inspecciones, pone en peligro el medio ambiente

Durante la década pasada, un auge de la energía en EE.UU. ha reducido las importaciones de petróleo y gas natural, revitalizando la industria y enriquecido a las comunidades rurales. ¿Pero será el aumento masivo de la producción de petróleo y gas natural lo que dañará medio ambiente?



Creemos que los riesgos son manejables, pero el éxito dependerá de las normas que limiten la contaminación del aire y el agua de la perforación no convencional, que el gobierno de Obama está formulando, así como del cumplimiento adecuado de las mismas. En ese frente, varios informes de la Oficina gubernamental de Rendición de Cuentas (GAO), un organismo de control independiente, demuestran que la administración no está a la altura.



El último análisis de la GAO encontró que el Departamento de Ordenación del Territorio (BLM), que supervisa la perforación a través de las 700 millones de hectáreas del subsuelo pertenecen al gobierno federal, ha estado luchando a brazo partido con la bonanza de petróleo y gas de la última década. El documento de la GAO, divulgado el mes pasado, informó que la producción de gas natural de los pozos no convencionales se quintuplicó entre 2007 y 2012. La producción de petróleo no convencional aumentó seis veces en ese período. Casi todos los pozos en tierras federales ahora utilizan técnicas no convencionales de fractura hidráulica, conocida como fracking. Estos cambios exigen la supervisión de los inspectores del gobierno, especialmente cuando se necesita hacer cumplir nuevas reglas. Muy importante en las tierras federales son los esfuerzos de BLM para fortalecer el encamisado de los pozos, tratar las aguas residuales contaminadas y prevenir la liberación de varios gases, incluyendo el metano, un potente gas de efecto invernadero.



El BLM debe supuestamente identificar una serie de pozos como de alta prioridad e inspeccionar todos ellos. Sin embargo, la GAO encontró que, entre 2009 y 2012, los reguladores no inspeccionaron más de 2.100 de los 3.702 pozos que habían marcado como de alta prioridad. Inspeccionar menos del 60 por ciento de los pozos de alta prioridad no basta. Mientras tanto, los inspectores sobre el terreno a menudoesgrimen órdenes obsoletas porque el BLM no ha actualizado algunas de sus normas de perforación en décadas. Y la agencia no se ha coordinado suficientemente con los gobiernos de los estados para maximizar el número de pozos de alta prioridad que deben consultar con alguna autoridad - ya sea estatal o federal.

Aunque el BLM ha presentado quejas técnicas sobre el informe de la GAO, no ha negado la orientación general. En cambio, el BLM dijo a la GAO que no contaba con el personal para hacer su trabajo. De hecho, los informes de la GAO anteriores encontraron que el gobierno se esfuerza por contratar y retener a los inspectores cualificados, lo que llevaría a menos necesidades de inspección.


La solución de la BLM es cobrar los honorarios para pagar a los inspectores de las empresas que quieran extraer petróleo y gas en tierras federales para así cubrir más inspecciones, previendo un aumento de recaudación de unos 10 millones de dólares para el año que viene. Esta política tiene sentido, ligar la financiación de las inspecciones al nivel de producción y penalizar a las empresas y no a los contribuyentes, para asegurar que la perforación se hace bien. Los legisladores deben seguir por esa senda.


Pero el BLM no está fuera de juego. Que aún no haya actualizado unas normas con décadas de antigüedad y que no se haya coordinado de forma adecuada con los Estados solo indica que aún no ha desplegado los recursos que tiene de la forma más eficiente que podría. Para que el resurgir energético americano dé todos sus frutos, los reguladores del gobierno deben reaccionar.


Traducción del artículo "Increased fracking without increased inspections puts the environment at risk" ublicado en The Washington Post el 8 de junio de 2014