sábado, 28 de junio de 2014

Alemania pone condiciones para explorar el gas de esquisto


El Gobierno Alemán ha anunciado el jueves 5 de junio que va a trabajar en un proyecto de ley que servirá para encuadrar la fracturación hidráulica. Incluso si el proyecto parece augurar la puesta en marcha de la explotación del gas de esquisto en Alemania, algunos ministros lo desmienten. ¿Qué ocurre verdaderamente con esta evolución?

Según Barbara Hendricks, ministra de Medio Ambiente, esta ley debería concernir sólo a las perforaciones profundas que van dirigidas a la extracción del gas contenido en depósitos estancos. La Ministra ha afirmado además en el Rurh Nachrichten: 
 
No solo pienso que la fracturación es una mala solución sino que también es una solución sobreestimada a la cuestión energética. El agua potable y la salud son la prioridad absoluta. En los términos en que ha sido decidida en el acuerdo de coalición (gubernamental), la fracturación por medio de sustancias tóxicas, en particular para el gas de esquisto, será prohibida.”


Sin embargo, a pesar de estas declaraciones que parecen tranquilizadoras, la duda persiste. La culpa es de una carta de Sigmar Gabriel, Ministro de Economía y actual número dos del Gobierno, dirigida a la Comisión de Finanzas del Bundestag. Un documento que menciona la existencia de un proyecto de ley que conduciría a la puesta en marcha de la explotación del gas de esquisto por fracturación hidráulica, y que el antiguo Primer Secretario del SPD espera ver en vigor a partir de 2015.


En esta carta se entiende que una parte del 14% del territorio, compuesta por zonas húmedas protegidas no será abarcada por estas nuevas medidas. Una concesión del Gobierno que sabe que la opinión pública alemana desconfía de los riesgos medioambientales asociados a la fracturación hidráulica. En definitiva el objetivo del Gobierno del Otro Rhin es sin embargo encontrar un consenso legal para la explotación del gas de esquisto con menos riesgos y aceptable a los ojos de los ciudadanos. A título de esto, Berlin se apoya en las cuestiones de independencia energética y de estabilidad del precio del gas , para comenzar la explotación de estos hidrocarburos cuanto antes.


Esta situación se debe a varios factores. Para empezar, las energías verdes son todavía demasiado caras en relación a su eficacia a corto y medio plazo. Además, la crisis ucraniana ha puesto de relieve la exagerada dependencia de Alemania de Rusia, en un momento en el que el 40% de las importaciones de gas vienen de ese país. Para acabar, la salida de lo nuclear empuja al Gobierno a encontrar una alternativa rápidamente.


Numerosa prensa, como Le Fígaro, apoyándose en las cifras del Departamento Americano de Energía, pone en duda, sin embargo, las alegaciones de Sigmar Gabriel. Estas cifras subrayan que la explotación del gas de esquisto en el Otro Rhin no permitirá reducir más que débilmente la dependencia germánica. A título de comparación, el potencial estimado en Francia es ocho veces superior al de su vecino. Este acta nos remite por otra parte a nuestro propio país, donde la fracturación hidráulica está prohibida desde 2011. Aymeric de Villaret puede entonces plantear la cuestión en Los Echos: " ¿ y si siguiésemos a los alemanes? "



Publicado por nonauxgazdeschiste82 el 12 de junio de 2014