miércoles, 7 de mayo de 2014

Por qué más gas no es la respuesta a las preocupaciones de la UE relativas al suministro de gas natural

  La crisis política en Ucrania aumentó los miedos por la dependencia europea de las importaciones de gas desde Rusia, considerando que se trata del ~ 25-30% del consumo anual de la UE. También ha llevado a un renovado cuestionamiento de los proyectos, tales como el gasoducto South Stream, que incrementaría aún más la dependencia europea del gas ruso.
food and water watch  Food and Water Europe ha elaborado un documento desgranando las razones por las que la solución a los problemas de elevada dependencia del gas ruso no pasan por importar gas estadounidense o desarrollar el fracking en nuestro territorio, sino por avanzar en la eficiencia energética de los edificios, aumentar la contribución de las renovables al mix, e incrementar el ahorro eléctrico.
Te presentamos en este post el resumen ejecutivo del documento, que podras descargar integro en el enlace al pie de la entrada.
Resumen ejecutivo
La crisis política en Ucrania aumentó los miedos por la dependencia europea de las importaciones de gas desde Rusia, considerando que se trata del ~ 25-30% del consumo anual de la UE. También ha llevado a un renovado cuestionamiento de los proyectos, tales como el gasoducto South Stream, que incrementaría aún más la dependencia europea del gas ruso.
Nosotros argumentamos que la crisis ofrece una oportunidad para arrancar una estrategia enfocada en reducir la demanda europea de gas natural, en particular para la calefacción de los edificios (representa ~ 40% del consumo de gas anual de la UE). Al aprovecharse de las sinergias entre la eficiencia energética en los edificios y las renovables para la calefacción y refrigeración, la UE puede aliviar en gran medida su dependencia de las importaciones extranjeras de gas.
Un ambicioso objetivo del 40% en la eficiencia energética en 2030 –como exigió el Parlamento Europeo- dará como resultado una caída del ~ 20% en el consumo anual de gas. Un mayor uso de las energías renovables, en concreto en el sector de la calefacción y la refrigeración, podría reducir más la dependencia europea de las importaciones de gas en otro ~ 10%. Otro 8-15% en ahorro adicional en gas se puede esperar del ahorro eléctrico, si las energías renovables continúan aumentando su proporción en el total de las energías empleadas. En conclusión, invertir en energías renovables y eficiencia energética puede generar un ahorro del ~ 40% del gas, sobrepasando la totalidad de las importaciones de gas de Rusia. Esta estrategia también tendrá beneficios añadidos en términos de objetivos climáticos, desarrollo de tecnología puntera y empleos.
Reducir el consumo de gas de la UE es una estrategia más realista y rentable que reemplazar los suministros de gas de Rusia con suministros de gas alternativos (Noruega, nuevos gasoductos, más GNL [estadounidense], producción interna de gas de esquisto). Desarrollar estos suministros de gas alternativos será realmente difícil, no podrá aportar seguridad en las preocupaciones energéticas y tendrá un gran coste. A continuación se detallan las razones del porqué.
La producción interna en la UE lleva años disminuyendo, a un ritmo de ~ 5-10 Bcm al año. El gas noruego no está en posición de compensar el declive de la producción interna en la UE y las posibles largas interrupciones de suministro de Rusia.
Los nuevos gasoductos en la etapa de planificación agravarán aún más la dependencia europea del gas ruso (South Stream) o del gas de otras zonas inestables en Asia Central y el norte de África y apoyará regímenes corruptos y autoritarios (p. ej. el gasoducto Trans-Adriático de 10 Bcm que une la región del Caspio con Italia)
El mercado mundial de GNL es y continuará limitado. Traer el GNL al mercado europeo será una opción cara, ya que los precios actuales del GNL son alrededor del doble de caros que el gas ruso.


No es probable que los Estados Unidos exporten cantidades considerables de gas. Todavía importan el 10% de su gas desde Canadá, unos 80 Bcm al año. La producción de gas en los mayores yacimientos de gas de esquisto, como el de Barnett y el de Haynesville, ya alcanzó su límite hace dos años. Al precio actual del gas en los mercados estadounidense (~ 4,5$/MMBtu), perforar en busca de gas de esquisto no es rentable. Si Estados Unidos alguna vez tiene que exportar gas, se necesitarán varios años y miles de millones de dólares para construir las instalaciones de licuación. Más que exportar a la UE, el GNL estadounidense tendría más posibilidades de exportación a los mercados asiáticos, donde los precios son mayores.
Perforar buscando combustibles fósiles no convencionales como el gas de esquisto en la UE no reducirá la dependencia europea de las importaciones de gas. Desarrollar una industria de gas a gran escala en Europa llevará al menos una década. El gas de esquisto no estará disponible antes de 2025. Dado el poco desarrollo de la industria en Europa, perforar 5.000 pozos entre 2025-2035 solo dará lugar a 20 Bcm al año, lo que es solo una muesca limitada y a corto plazo en el declive desde tiempos inmemoriales de la producción interna europea de gas convencional.
Puedes acceder al documento completo aquí

Traducido por Manuel Escudero Escudero, miembro de Traductoras/es en Acción, la red de traductoras/es e intérpretes voluntarios/as de Ecologistas en Acción