Tres doctoras relatan los efectos sobre la salud detectados en gente que convive con el fracking

A comienzos de 2014 Harriet Shugarman orquestó una llamada con tres expertas sobre los efectos no-reportados sobre la salud de la producción de combustibles no convencionales. Las invitadas de Harriet fueron: la cientifica ambiental, ganadora del premio  MacArthur Fellowship Genius Award Dr. Wilma Subra, Dr. Sheila Bushkin, del Institute for Health and the Environment de la Universidad de Albany y Angela Monti Fox, una sicoterapeuta, trabajadora social y fundadora de TheMother’s Project 
A continuación se puede escuchar el podcast con la conversación (en inglés) y leer más abajo las notas más importantes de sus aportaciones (en castellano).
 
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Declaraciones de la Dra. Wilma Subra

Repercusiones globales de la perforación de pozos no convencional en la salud

Repercusiones de la producción no convencional en el medio ambiente: “El desarrollo de combustibles fósiles no convencionales ha ocasionado la contaminación del aire, aguas subterráneas, aguas superficiales, suelos, sedimentos y vegetación. La contaminación medioambiental se debe a la polución atmosférica producida por fuentes puntuales a causa de emisiones fugitivas, escapes, fallos en el cemento de los propios pozos y fallos en su revestimiento”.

Efectos en su salud: “Hay muchas formas de padecer efectos agudos y crónicos sobre la salud: la inhalación de aire; la ingestión de polvo, sólidos y aguas superficiales o subterráneas contaminadas; el contacto de la piel con emisiones atmosféricas y sólidos contaminados; por el contacto con suelos contaminados, sedimentos y también con aguas superficiales o subterráneas contaminadas."

Efectos agudos sobre la salud: “Los efectos agudos sobre la salud que experimentan las personas que viven cerca de zonas de desarrollo de gas pizarra engloban: irritación de la piel, los ojos, la nariz, la garganta y los pulmones, dolores de cabeza, mareos, sensación de aturdimiento, náuseas, vómitos, erupciones en la piel, fatiga, tensión y nerviosismo, cambios de personalidad, depresión, ansiedad, irritabilidad, confusión, somnolencia, debilidad, calambres musculares, y latidos cardiacos irregulares o eritema”.

Efectos crónicos sobre la salud: “Los efectos crónicos sobre la salud que experimentan las personas que viven cerca de zonas de desarrollo de gas pizarra engloban: daños en el hígado y los riñones; daños en los pulmones, daños en el sistema nervioso causados por el aire; debilidad; leucemia, anemia; cambios en los glóbulos rojos, en la capacidad de coagulación de la sangre y cáncer de huesos y de pulmón”.

Proximidad y efectos en la salud: “Los síntomas de problemas en la salud se producen o empeoran cuando el desarrollo de gas pizarra tiene lugar en áreas donde viven y trabajan personas. Los síntomas disminuyen con frecuencia cuando se alejan de sus hogares durante largos periodos de tiempo como en vacaciones". 
 
Cifras de las repercusiones de la perforación de pozos no convencional en la salud

Repercusiones en las personas que viven en zonas de gas pizarra: el 88% tienen problemas sinusales o respiratorios, el 80% tiene cambios de comportamiento y de estado de ánimo, el 74% afirma tener problemas neurológicos, el 66% por ciento tiene problemas auditivos, nasales o de garganta. 
 
Repercusiones reconocidas por las personas que viven cerca de estaciones de compresión: el 71% firma tener problemas respiratorios, el 58% afirma tener problemas sinusales, el 55% tiene irritación de garganta, el 55% afirma tener alergias, el 55% presentan debilidad y fatiga, el 52% irritación de los ojos, el 48 % afirma tener irritación nasal, el 45% informa tener dolor en las articulaciones, el 42% afirma tener dolor de músculos y el 42% afirma tener dificultades respiratorias.

Relación de las repercusiones con la producción de combustibles fósiles: "Al realizar las encuestas de salud y muestreo ambiental hemos demostrado que el 68 por ciento de los problemas de salud registrados coincide con los ocasionados por los productos químicos que detectamos en las fuentes de aire y de agua potable de las viviendas”.

Cifras de los efectos de la proximidad en la salud: "Vivir más cerca de las instalaciones de gas pizarra aumenta las tasas de estos efectos. Si usted vive a menos de 150 metros, la probabilidad de sufrir irritación de garganta es del 74%. Si vive a una distancia de entre 150 y 500 metros, la tasa es del 63%, y si vive a 500 o 1.200 metros de distancia, la tasa de padecer irritación de garganta es del 27%".



Declaraciones de la Dra. Shelia Bushkin Bendient

El radón y la perforación no convencional pueden poner en peligro su salud 
 
Qué es el radón: "El radón es un gas radiactivo que se encuentra en el suelo, en rocas y en el agua subterránea. Proviene de la descomposición del uranio y del torio, que se convierte en radio y luego pasa a ser radón. El radón tiene una vida media de 3,8 días. 
 
Por qué es un problema: "El radón tiene la capacidad de desintegrarse en otros productos (progenie), que tienen una vida media más larga. Por ejemplo, uno muy importante a tener en cuenta es el polonio 210".

Problemas de la progenie: "El radón y su progenie son radiactivos y, por tanto, perjudiciales para la salud humana, así como para los animales de compañía y las aves de corral, es decir, afecta a una parte importante de los alimentos”. 
 
Problemas de la localización de las perforaciones: "El radón ha dado muchos problemas en el este debido al gas pizarra Marcellus, ya que se ha descubierto que presenta altas concentraciones de radón. Lo que afecta no sólo a la región de Nueva York, sino también a Pennsylvania y al oeste de Virginia”.

El radón y el polonio suponen una amenaza para la salud

El radón en estado gaseoso puede ser una amenaza: "Quiero decir unas palabras sobre el polonio y su compuesto de origen, el radón. El radón es un gas y cuando se libera en ambientes cerrados asciende al aire. Si está en un entorno cerrado es peligroso porque no puede escapar y las personas presentes en ese área estarán más expuestas al radón".

El polonio en estado sólido es una amenaza: "El polonio, uno de sus productos de descomposición, no es un gas, pero es un sólido con carga eléctrica. Debido a esta característica, es capaz de adherirse a las partículas que hay en el aire a nuestro alrededor".

El polonio provoca una situación "comprometida": "La combinación de partículas de materia junto con sustancias que se adhieren a ella es peligrosa porque podemos respirar esas pequeñas partículas y moléculas que entran en nuestro sistema pulmonar a través de la nariz y podemos ingerirlas también por la boca”.

Una amenaza para los pulmones: "Otro lugar en el que estas partículas tratan de instalarse es en los bronquiolos y, especialmente, donde tales bronquiolos se dividen y convierten en otros. Esos lugares de división tienden a atrapar las partículas, pero estas partículas también pueden depositarse en los tejidos más profundos de los pulmones conocidos como los alveolos”.

La exposición prolongada aumenta el riesgo: "Si tenemos exposición crónica continua, teniendo en cuenta que el polonio tiene una vida media de 138 días, y en el transcurso del tiempo podemos estar expuestos diariamente, el polonio puede estar atrapado en un bronquiolo o un punto de división o un alveolo. Por tanto, puede que estemos absorbiendo más y más partículas contaminantes y polvo y puede que tengamos cada vez más y más irritación de la mucosa del tracto respiratorio.

El radón, el polonio, la radiación alfa y el cáncer

La radiación alfa es una amenaza para los pulmones: "El polonio y el radón se distinguen de entre los demás materiales radiactivos en que emiten algo que se conoce como radiación alfa. Aunque erróneamente se han considerado inofensivos, el polonio y el radón pueden pasar directamente a los pulmones a través de las membranas mucosas y a los alveolos. No hay nada que evite que se emitan rápidamente estas partículas alfa y ataquen el delicado revestimiento de los tejidos pulmonares y causen irritación e inflamación a este nivel”.

El ataque continuo se paga caro: Tenemos sistemas de reparación desde que nacemos, pero este ataque puede estar ocurriendo con tanta intensidad a raíz la producción no convencional de combustibles fósiles que la reparación no es posible. Finalmente, después del ataque continuo de las partículas alfa, procedentes de polonio y del radón, comenzará a crecer un tumor".

El ataque puede generar tumores en el pulmón y el cerebro: "En estas áreas cerradas en los lóbulos de los pulmones y el tejido bronquial, que está cerca de los ganglios linfáticos, es más fácil, por desgracia, que se expandan los tumores a otros lugares distantes en el cuerpo, incluyendo el cerebro. De este modo, no sólo podemos tener cáncer de pulmón en los pulmones pero puede viajar desde los pulmones, una vez establecido, y causar tumores cerebrales”.



Declaraciones de Angela Monti Fox

Las repercusiones en el desarrollo infantil

El uso generalizado de productos químicos es una amenaza: "En los últimos veinte años hemos estado cubriendo el suelo con [estos] productos químicos y los estudios actuales están demostrando que estos alteradores del sistema endocrino no sólo afectan a los adultos sino también [y en mayor grado de peligrosidad] a los niños. Los niños no son sólo adultos pequeños, básicamente consumen más aire, agua y alimentos por peso corporal que los adultos. Están en un estado de desarrollo, por lo que en afectará no sólo al desarrollo físico, sino también al desarrollo del comportamiento".

Problemas de desarrollo y comportamiento: "Sabemos que han aumentado no sólo el cáncer, sino también la infertilidad, el TDAH, el autismo, la reducción de la inteligencia, los problemas de comportamiento. Me refiero a lo largo de los últimos diez años hemos estado diciendo: ‘¿Cuál es la causa del aumento de los índices de autismo?’ se ha duplicado en los últimos diez años y ahora por fin tenemos estudios que demuestran que los alteradores endocrinos son responsables de los cambios no sólo en el desarrollo del niño, una vez que nace un niño... no sólo en el feto".

Estos riesgos a menudo son poco reconocidos: "Esta es una noticia muy alarmante porque la mayoría de las mujeres no están pensando en el aire que respiran como una posible causa de alguna dolencia que su hijo puede llegar a desarrollar. Comen bien y tratan de cuidar de sí mismos, pero estas cosas se encuentran muy fuera de nuestro control”.

Los alteradores endocrinos pueden tener efectos nocivos duraderos

Los riesgos de la diabetes y la obesidad: "Podemos observar el aumento actual de la obesidad, y si bien podemos decir que en la mayor parte de los casos se debe a la falta de ejercicio y una dieta pobre, hay estudios que demuestran que el consumo de altas dosis de aire contaminado por las mujeres embarazadas tiene consecuencias en sus bebés y, a los siete años, llegan a ser significativamente más obesos, en comparación con menos dosis y la obesidad menos pronunciada. Así que la obesidad e incluso la diabetes, no son algo que a menudo asociemos a los alteradores del sistema endocrino o a la contaminación del aire, [pero es algo que debemos tener en cuenta]. Los nuevos estudios que se están realizando nos demuestran que estos aumentos en el índice de obesidad tienen lugar en los últimos diez o quince años tal vez se deban al incremento de EDC (alteradores endocrinos) u a otras alteraciones.

Repercusiones irremediables: "La mayoría de las enfermedades no contagiosas no tienen cura. Las controlamos durante largos periodos de tiempo: controlamos el asma, la diabetes, el TDAH. Gestionamos todos estos problemas a través de medicamentos, etc., que son muy costosos [para la sociedad y para los individuos] y con alguien que no disfruta su vida en todo su potencial".