martes, 18 de febrero de 2014

Un informe indica que el fracking está agotando las reservas de agua de las zonas más áridas de Estados Unidos


Desde Texas a California, las extracciones de petróleo y gas emplean miles de millones de litros de agua en las zonas del país más afectadas por la sequía.
 Aerial of Fracking Drill Shale Sites in Colorado
Una fotografía aérea muestra un extenso terreno con perforaciones hidráulicas en un valle al noroeste de Colorado. Se pueden necesitar millones de litros de agua corriente solo para fracturar un pozo. Fotografía: Susan Heller/Getty images


La carrera de Estados Unidos por el petróleo y el gas está agotando el suministro de agua en las zonas del país más propensas a sufrir sequía, desde Texas a California, según se desprende de una nueva investigación.

El informe realizado por la red de inversores Ceres muestra que, de los cerca de 40 000 pozos petrolíferos y de gas perforados desde 2011, tres cuartas partes se encuentran en zonas donde escasea el agua, y el 55 % se localizan en áreas que sufren sequía.

Para la perforación de dichos pozos se emplearon más de 350 mil millones de litros de agua, lo que generó nuevas preocupaciones por los costes imprevistos de la carrera petrolífera de Estados Unidos.

Según Mindy Lubber, presidenta de la red de inversores ambientales Ceres, «la perforación hidráulica está aumentando las presiones competitivas por el agua en algunas de las regiones del país más afectadas por la sequía y el estrés hídrico». 
 
Sin una nueva normativa más estricta sobre el uso del agua, advirtió de que la industria podría «entrar en conflicto» con otros usuarios del agua. 
 
«Se trata de un toque de atención», afirmó el profesor James Famiglietti, hidrólogo de la Universidad de California, Irvine. «Entendemos que, como país, necesitamos más energía pero ha llegado el momento de reflexionar sobre los efectos, y hacer todo lo posible por minimizar cualquier daño». 
 
Se pueden necesitar millones de litros de agua corriente solo para fracturar un pozo, y la mayor parte de las perforaciones se concentran en zonas donde el suministro de agua se encuentra en estado crítico o donde se han experimentado sequías de larga duración. 
 
La mitad de los más de 350 mil millones de litros de agua se utilizó para fracturar pozos en Texas, donde desde hace años se ha experimentado una grave sequía, y donde se espera que se duplique la producción en los próximos cinco años.
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Largas mangueras desde los pozos de fracturación hidráulica en Midland, Texas. El fracking emplea grandes cantidades de agua para liberar el petróleo y el gas natural atrapado en las profundidades de las rocas subterráneas. Ante la escasez de agua corriente, las empresas han estado buscando formas de reciclar sus residuos. Fotografía: Pat Sullivan/AP

La agricultura y las ciudades siguen siendo los grandes usuarios del agua, según muestra el informe. Pero advierte de la demanda añadida para el fracking que se realiza en Eagle Ford, en el corazón de la carrera petrolífera y de gas de Texas, donde ha supuesto un duro golpe para las comunidades rurales pequeñas.



«Los productores de gas pizarra están provocando unos efectos significativos a nivel regional, especialmente en pequeños condados rurales con una capacidad limitada de infraestructuras hidráulicas», indica el informe. «Ante los requisitos sobre el uso del agua para los productores de gas pizarra de Eagle Ford, que ya son altos y que se espera que se dupliquen en los próximos 10 años, es probable que estos condados rurales se enfrenten en un futuro a un peligroso estrés hídrico».

Los niveles de los acuíferos locales en la formación de Eagle Ford han disminuido en hasta 90 metros en los últimos años.

Algunas pequeñas comunidades del territorio petrolífero y de gas de Texas ya se han quedado sin agua o corren el riesgo de quedarse sin ella en cuestión de días, y han llegado a ese extremo por una combinación de sequía y gran demanda de agua para el fracking.

Veintinueve comunidades en Texas podrían quedarse sin agua en 90 días, según la comisión de Texas de calidad medioambiental. Muchos embalses del oeste del estado se encuentran a tan solo un 25 % de su capacidad.

Casi la totalidad de los pozos de Colorado (97 %) se encontraban en zonas donde la mayor parte del agua subterránea y superficial ya se reparte a duras penas entre la agricultura y las ciudades, según indica el informe. Señala asimismo que se espera que la demanda estatal de agua para el fracking se duplique y llegue a los 22 mil millones de litros en 2015 – o aproximadamente el doble de lo que emplea en un año toda la ciudad de Boulder.

En California, donde se declaró el mes pasado la emergencia por sequía, el 96 % de los nuevos pozos de petróleo y gas se encontraban en zonas donde ya existía una gran competencia por el agua.

El patrón se repite en otras regiones que participan de la carrera petrolífera y de gas. Según el informe, la mayoría de los pozos de Nuevo México, Utah y Wyoming también se encontraban en zonas de gran estrés hídrico.

Shale gas and water use in the US
Fuente: Ceres

Algunos productores de petróleo y gas estaban empezando a reutilizar el agua, sobre todo en la formación Marcellus en Pensilvania, según indica el informe. Sin embargo, señala que ese ahorro no es suficiente para compensar la gran demanda de agua para el fracking de los próximos años.


Traducción del artículo "Fracking is depleting water supplies in America's driest areas, report shows" publicado en The Guardian el 5 de febrero de 2014

Traducción realizada por Cristina López López, miembro de Traductoras/es en Acción, la red de traductoras/es e intérpretes voluntarias/os de Ecologistas en Acción.