jueves, 20 de febrero de 2014

Un cantón suizo podría imponer una moratira al fracking


Se está preparando una moratoria sobre la perforación de hidrocarburos, y los estudios adicionales de Celtique Energy parecen estar incompletos.

¿Se acabará realizando el proyecto de perforación de hidrocarburos que Celtique Energy planea llevar a cabo en Noiraigue, en el distrito en Val-de-Travers (Suiza)? Si por ahora las autoridades cantonales y municipales no han tomado ninguna decisión, la luz verde para este proyecto parece difícil, tanto por la parte administrativa como política.



Los estudios complementarios presentados a mediados de 2013 por Celtique Energy, como parte del procedimiento de autorización para la perforación exploratoria, no cumplen todos los requisitos del cantón. “Lo que se concluye en esta etapa de los análisis realizados internamente y con la asistencia de expertos externos, es que no tenemos todos los elementos necesarios”, dice Yves Lehmann, jefe del departamento de Energía y Medio Ambiente (SENE). Por lo tanto, las autoridades cantonales y municipales no podrán probablemente tomar una decisión esta primavera, como lo habían prometido.

En estas condiciones, la empresa Celtique Energy, que deberá seguramente aportar nuevos elementos para los estudios complementarios, ¿seguirá con el proyecto? Podría pensárselo mucho, ya que la situación, desde el punto de vista político, no es muy favorable. Aplicando el principio de precaución, los ejecutivos de las ciudades de Neuchâtel y de La Chaux -de- Fonds, seguidos por sus legislativos, se han opuesto firmemente a este proyecto "que pone en peligro el agua potable para más de ciento diez mil habitantes".


Pero esto no es todo. Tras la presentación en septiembre de una petición exigiendo la prohibición de cualquier perforación de hidrocarburos en el cantón, la Comisión de Peticiones y de Indulto del Gran Consejo ha empezado ya a analizar el tema. La Comisión está trabajando actualmente en un proyecto de ley para establecer una moratoria de diez años sobre la concesión de cualquier permiso de construcción para las perforaciones de hidrocarburos. Una posición que va más allá de la moratoria sobre el gas de esquisto y la fractura hidráulica aprobada por unanimidad por el Gran Consejo en noviembre de 2013.

En los partidos políticos, el tema parece también estar ya en el aire. Los verdes, encabezando la oposición, ya han anunciado el lanzamiento de una iniciativa popular si las autoridades permiten seguir adelante con la perforación exploratoria. El POP (Partido obrero popular) y Solidaridades también rechazan el proyecto. A ellos se suman desde el sábado los socialistas, que votaron en su congreso una resolución de apoyo a una moratoria sobre la perforación de hidrocarburos, “mientras que no se conozcan los requisitos sobre los estudios de impacto y mientras no se haya decidido democráticamente el proceso de negociaciones y concesiones”.

En la derecha, ningún partido ha adoptado formalmente una posición al respecto. Pero, para ellos, si se toma en serio el riesgo de contaminación del agua potable, podría sopesarse la oportunidad de explotar recursos autóctonos - gas natural exclusivamente - para aumentar la independencia energética del cantón y disfrutar de los beneficios económicos del proyecto. La UDC (Unión Democrática del Centro) y el PLR (Partido Liberal Radical) parecen relativamente favorables a una perforación exploratoria para el gas convencional, mientras que los Vert'libéraux (Verdes Liberales) apoyarían el proyecto si el riesgo ecológico fuese cero.

Para tranquilizar de los riesgos, los representantes de la empresa Celtique Energy en Suiza - la oficina de consultoría del ex embajador Thomas Borer – se reunieron con todos los partidos políticos y con los parlamentarios de Neuchâtel en Berna, para presentar el proyecto. "Como parlamentarios federales, estamos acostumbrados a los grupos de presión", señala el asesor nacional socialista Jacques-André Maire, que asistió a la reunión. "Thomas Borer trató de convencernos de que no había ningún peligro, ese es su trabajo", continúa. "Hemos tenido un buen contacto con el Sr. Borer, al que hemos podido hacer todas nuestras preguntas y que nos ha tranquilizado sobre los riesgos. Estamos claramente opuestos al gas de esquisto, pero más bien favorables a un abastecimiento local y seguro de gas natural ", señala Fanny Noghero, secretaria política del PLR.

Algunos partidos políticos, como los Vert'libéraux, también se reunieron con representantes de los Verdes: "Hemos constatado que los riesgos pueden ser mayores de lo que está dispuesto a decir Celtique, y que los estudios no son tal vez del todo independientes. Pero estamos esperando el resultado de la contra-valoración, para pronunciarnos al respecto ", dice Raphaël Grandjean, Presidente de los Vert'libéraux de Neuchâtel.


Solo queda que la consulta pública, que quería poner en marcha Celtique a principios de 2014, anunciada en una rueda de prensa el pasado junio, sea aplazada. ¿Pero hasta cuándo? Esa es la pregunta.

Traducción del artículo "Le forage gazier renvoyé aux calendes grecques?" de Claude Grimm publicado por  LE COURRIER el 13 de febrero de 2014