jueves, 9 de enero de 2014
Pozos de fracking abandonados en pleno ciclo "auge-crisis". ¿Quién pondrá el dinero para sellarlos?
Las empresas que una vez operaban los pozos se han desvanecido como un susurro en el viento, muchas de ellas tratando de encontrar la manera de protegerse de la bancarrota, incapaces de pagar el precio por recuperar la tierra que antes alquilaban. Las estimaciones más recientes apuntan a que el número de operaciones de extracción abandonadas en el estado de Wyoming superan las 1.200, y los funcionarios estatales han asegurado que siete mil más podrían quedarse huérfanas muy pronto.
Los funcionarios de Wyoming están tratando de hacer frente al problema en un entorno de inquietud ante las preocupaciones de los terratenientes por que los pozos puedan contaminar las aguas subterráneas y arruinar las tierras.
Este mes, el gobernador Matt Mead propuso destinar 3 millones de dólares a pagar el taponamiento de los pozos y reclamar la tierra que los rodea. Se espera que la cuestión sea sometida a debate durante la sesión legislativa del año próximo al tiempo que los legisladores buscan exigir responsabilidades a las empresas de perforación.
“La caída en el precio del gas natural ha obligado a los pequeños operadores a salir del mercado, y el problema se ha acelerado drásticamente durante los últimos dos años”, afirmaba Shawn Reese, director de la política del gobernador. “A los terratenientes les gustaría que sus tierras volvieran a ser productivas y que se limpiaran los pozos abandonados.”
Las empresas de perforación de Wyoming suelen alquilar terrenos propiedad del estado, de propietarios privados o de la Oficina Federal de gestión de los suelos, dependiendo de a quién pertenezcan los derechos mineros.
La Comisión para la conservación del gas y del petróleo del estado calcula ya un presupuesto de 1 millón de dólares al año para sellar los pozos abandonados. Y con arreglo a la propuesta del gobernador, la comisión consignaría 3 millones de dólares adicionales durante los siguientes 4 años en un esfuerzo por restaurar el valor de la propiedad y reducir el riesgo de contaminación.
El dinero se sacaría de un impuesto de conservación que pagan las empresas de gas y petróleo.
Pese a todo, dado el número de pozos que ya han sido abandonados y la preocupación por que pronto sean muchos más, se prevé que el dinero no irá muy lejos. El Estado calcula que el cierre de los 1.200 pozos que ya han sido abandonados costaría unos 8 millones de dólares.
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El pasado octubre, una empresa como Patriot Energy Resources, que cuenta con cerca de 900 pozos inactivos en tierras privadas y del estado, manifestó en una carta al gobernador Mead que se quedaba a 1,9 millones de dólares de conseguir la adhesión plena de los pozos tras declararse en quiebra Luca Technologies, su empresa matriz.
Patriot ha propuesto que se permita a otra empresa de perforación asumir una parte de su deuda, alegando que, de otro modo, tendrá que abandonar sus pozos. Un funcionario de la compañía escribía en la carta que “Sin este arreglo, o alguno similar, Patriot se verá obligada a declararse en quiebra y a ceder estos pozos y yacimientos al estado de Wyoming”.
Renny MacKay, portavoz de Mead, dijo que el Estado estaba ponderando la oferta.
El senador del estado, John J. Hines, un republicano que representa a los condados Campbell y Converse, ricos en minerales, afirmaba que para los terratenientes es crucial que la cuestión se examine con prontitud, dada la enorme importancia del gas natural para la economía del estado de Wyoming.
“Todo esto ha llegado a su punto crítico de una vez”, afirmaba Hines, quien encabeza el comité de los minerales del Senado.
Durante la primavera pasada, Patriot le dijo a Hines que pronto se apagaría el zumbido de la actividad de la perforación para la extracción de gas de su propia gran finca ganadera.
Poco después, la empresa, que alquilaba parcelas de la tierra de Hines, desapareció por completo, dejando tras de si más de 40 pozos de metano en veta de carbón y un revoltijo de bombas y tuberías.
“Me comunicaron que iban a cerrar porque andaban cortos de fondos”, apuntaba Hines. “En mi opinión, todo ello debe limpiarse”.
Traducción del artículo “FrackingWells Abandoned in Boom/Bust Cycle. Who Will Pay to Cap Them?” publicado en el New York Times el 4 de enero de 2014