El análisis de las
denuncias por parte de Associated Press pone en duda que esto ocurra
solo en escasas ocasiones.
En
al menos cuatro estados que han alimentado el boom energético de la
nación, hay centenares de denuncias sobre la contaminación de
acuíferos debido a la extracción de petróleo y gas, en muchos
casos la polución se ha confirmado, según un análisis que pone en
duda las declaraciones de la industria sobre las pocas probabilidades
de que esto ocurra.
La información
solicitada por AP sobre las quejas relacionadas con las
perforaciones en Pennsylvania, Ohio, West Virginia y Texas, halló
grandes diferencia entre las maneras de reportar estos asuntos de un
estado a otro. Texas es el estado que mas detalles ofrece, mientras
los otros estados se limitan a presentar el marco general. Mientras
que los problemas confirmados representan una pequeña parte de los
cientos de nuevos pozos de petróleo y gas perforados cada año en
territorio estadounidense, la falta de detalles en algunos de los
informes estatales podría ser el detonante de la confusión y
desconfianza pública.
AP averiguo que en
Pennsylvania se recibieron 398 quejas durante el año 2013, alegando
que las perforaciones de petróleo y gases naturales eran causa de
polución o, en su defecto, afectaban los pozos de agua privados,
mientras que en 2012 se recibieron 499. Las quejas recibidas en el
estado de Pensilvania incluían alegaciones sobre la disminución
del caudal del agua durante temporadas cortas, pero también polución
por gases perdidos u otras substancias. Más de 100 casos de contaminación se han confirmado durante los últimos cinco años.
Heather
McMicken, una propietaria de la parte oriental del estado de
Pensilvania ,al escuchar el número total de quejas se quedo
impactada, ella a su vez reclamó la contaminación del agua de pozo,
reclamación que finalmente las autoridades confirmaron.
“WOW
estoy muy sorprendida” dijo McMicken al constatar que ni ella ni
su marido tenían ni idea de cuantas personas habían puesto una
reclamación similar a la suya, ya que la fuente de información
principal “era el boca a boca”.
Los
McMicken fueron una de las tres familias que consiguieron un acuerdo
por 1.6 mil de $ con una compañía de explotación. Heather
McMicken declaro que el estado debería publicar estos detalles.
Durante
los últimos 10 años la fracturación hidráulica o fraking, ha
llevado a un boom en la producción de petróleo y gas en todo el
país. Las importaciones han caído, generando ingresos de cientos
de miles de millones de dólares a compañías y terratenientes, pero
a la vez generando el miedo a la contaminación.
Para la extracción de
combustible de las formaciones geológicas, se necesita bombear
cientos de litros de agua, arena y productos químicos en la tierra
para romper la roca y liberar el gas. Parte de esa agua, junto con
grandes cantidades de agua subterránea (según el tipo de formación donde se encuentre el gas) vuelve a la superficie, y
puede contener niveles muy altos de sal, químicos, usados en la
perforación, metales pesados y niveles bajos de radiación
natural.
Como algunos pozos
convencionales siguen funcionando aun, la contaminación puede ser
causada por estos. Los expertos dicen que la polución más
frecuente se produce por el metano y no por los quimicos químicos que se emplean en el
proceso de perforación.
Algunas personas que
dependen del agua de pozo que hay cerca de donde se ejecutan las
operaciones de perforación han denunciado la contaminación, pero ha
habido confusiones sobre el alcance del problema. Por ejemplo, desde
el 2011 el departamento de protección ambiental de Pensilvania ha
luchado de manera agresiva contra los esfuerzos de AP y otras
agencias de información, que intentaba obtener información sobre
las quejas relacionadas con la perforación. El departamento alegó en
comparecencias ante el tribunal, que no importa el numero de “cartas
de resolución” sobre la contaminación que son emitidas o
monitorizadas ya que todas se archivan.
Steve Forde, el
portavoz de Marcellus Shale Coalition, el grupo de la industria lider en
Pensilvania, declaró que “la transparencia y poner los datos a
disposición del público es fundamental para conseguir hacer lo
correcto en cuanto a esta histórica oportunidad para mantener la
confianza de la población”.
Cuando el Departamento
del Medio Ambiente del Estado determina que la perforación y
extracción de gas natural ha causado problemas, “nuestras empresas
miembros trabajan en colaboración con el propietario y los
reguladores para encontrar una solución rápida.” dijo Forde
Entre las conclusiones
de la revisión de la AP
- Pensilvania ha
confirmado al menos 106 casos de contaminación de agua de pozo
desde el año 2005, de entre más de 5.000 nuevos pozos. Hubo cinco
casos confirmados de la contaminación de agua de pozo en los
primeros nueve meses de 2012, 18 en todo el ejercicio 2011 y 29 en
2010. El Departamento de Medio Ambiente declaró que los datos más
completos estarán disponibles en los próximos meses.
- En Ohio se
presentaron 37 denuncias en 2010 y no hay contaminación confirmada
del abastecimiento de agua, 54 denuncias en 2011 y dos casos
confirmados de contaminación; 59 denuncias en 2012 y dos
contaminaciones confirmados, y 40 denuncias durante los primeros 11
meses de 2013, con dos contaminaciones confirmadas y 14 que siguen
bajo investigación, el portavoz del Departamento de Recursos
Naturales Mark Bruce, dijo en un correo electrónico. Ninguno de los
seis casos confirmados de contaminación están relacionada con el
fracking, dijo Bruce.
-West Virginia ha
tenido cerca de 122 denuncias de que la perforación contamina los
pozos de agua en los últimos cuatro años, y en cuatro casos las
pruebas han sido lo suficientemente solidas como para que la empresa
extractora haya acuerdado tomar medidas correctivas, declararon las
autoridades.
- Un informe de Texas
contempla la existencia de más de 2.000 quejas, 62 de esas alegan la
posible contaminación del agua de pozo por culpa de la actividad de
petróleo y gas, dijo Ramona Nye, portavoz de la Comisión de
Ferrocarriles de Texas, que supervisa la perforación. Reguladores de
Texas no han confirmadas ni un solo caso de contaminación de pozos
de agua relacionados con la perforación en los últimos 10 años,
En Pennsylvania, el
número de casos confirmados de contaminación del agua en la parte
oriental del estado "se redujo de forma sustancial" en el
2013, en comparación con años anteriores, afirmó la portavoz del
Departamento de Protección Ambiental Lisa Kasianowitz en un correo
electrónico. Dos casos de perforación se han relacionado con la
contaminación de los pozos de agua se confirmaron el año pasado,
dijo, y la decisión final no se ha tomado aun en otros tres casos.
Pero ella no podía decir cuántas de las otras quejas interpuestas
en todo el estado se han resuelto o se confirmaron que eran por
causas naturales.
Publicar la
información completa acerca de los problemas de perforación de gas
es importante porque el debate ya no se trata sólo de ciencia, sino
de confianza, dijo Irina Feygina, un psicólogo social que estudia
cuestiones de política ambiental. La pérdida de confianza del
público es "una forma segura de hacer daño" a la
reputación de cualquier empresa, dijo Feygina.
Los expertos y los
reguladores están de acuerdo en que la investigación de las
denuncias de contaminación de pozos de agua es particularmente
difícil, en parte debido a que algunas regiones tienen también la
contaminación del gas metano natural u otros problemas no
relacionados con la perforación. Un estudio de Penn State 2011
encontró que alrededor del 40% de los pozos de agua analizados antes
de la perforación de gas no cumplía al menos uno de los estándares
federales sobre la cualidad del agua potable.
Pero otros expertos
dicen que las personas que están tratando de entender los riesgos y
beneficios derivados del auge de la perforación necesitan
información completa sobre las denuncias, aunque algunos casos sean
por causas naturales.
En Pennsylvania, el
número de quejas en bruto "no dice nada", dijo Rob
Jackson, un científico de la Universidad de Duke que ha estudiado la
perforación de gas y los problemas de contaminación del agua.
Jackson dijo que no cree que proporcionar más detalles sea pedir
demasiado.
"Bien o mal,
mucha gente en el público siente como DEP está poniendo un muro de
piedra a algunas de estas investigaciones", dijo Jackson, sobre
situación en Pennsylvania.
En contraste con la
escasa información proporcionada por Pennsylvania, funcionarios de
Texas suministran un informe de 94-páginas con detalles casi
inmediatamente, mostrando todos los tipos de petróleo y gas
relacionadas con las quejas presentadas durante los últimos dos
años. Los datos de Texas incluyen la fecha de la denuncia, el
propietario, la empresa de perforación y un breve resumen de los
supuestos problemas. Muchas quejas mencionan otras cuestiones, como
los olores o los equipos abandonados.
Scott Anderson,
experto en la extracción de petróleo y gas con el Fondo de Defensa
del Medio Ambiente, una organización no lucrativa nacional con sede
en Austin, señala que los reguladores de Texas comenzaron a
registrar más datos sobre las denuncias en decenio de los '80. La
nueva legislación de 2011 y 2013 llevó a informes más detallados y
proporcionó fondos para un nuevo sistema de tecnología de la
información, dijo.
Anderson estuvo de
acuerdo en que la falta de transparencia alimenta la
desconfianza.
"Si la industria no tiene nada que ocultar,
entonces deberían estar dispuestos a dejar que los hechos hablen por
sí mismos", dijo. "Lo mismo ocurre con las agencias
reguladoras."
Traducción del artículo "4 states confirm water pollution from drilling" publicado el 5 de enero de 2014 en USA Today