Dos grupos industriales han firmado hoy un Memorándum de Acuerdo en el que declaran que minimizarán el impacto producido por la explotación de gas y petróleo sobre los recursos hídricos del Reino Unido.
El memorándum va acompañado por un informe que publicó la asociación empresarial británica del sector del agua Water UK, en el que se llega a la conclusión de que “en las zonas con problemas de suministro, es posible que el abastecimiento público o medioambiental resulte insuficiente para poder realizar la fractura hidráulica”.
Aunque el objetivo de este acuerdo era ofrecer a la población más confianza y la seguridad de que se va a hacer todo lo posible para minimizar los efectos del fracking sobre los recursos hídricos y el medio ambiente, algunas organizaciones ya se han manifestado en su contra.
“En las zonas donde se tiene previsto perforar, el agua es una de los principales problemas para la gente, especialmente entre los agricultores, que están preocupados por su ganado”, afirma Anna Jones, portavoz de energía de Greenpeace. “No es probable que un acuerdo voluntario entre Water UK y su principal cliente solucione estos problemas”.
En el memorándum, los miembros de Water UK y de UK Onshore Operators (organismo británico que representa a la industria extractiva de gas y petróleo) se comprometen a trabajar conjuntamente para identificar y eliminar los riesgos para el agua y las aguas residuales. Esto incluye:
- Requisitos para
monitorear una línea de base con el objetivo de evaluar el impacto
de la explotación terrestre de gas y petróleo sobre la calidad y
cantidad de los recursos hídricos locales.
- Planes
relacionados con la gestión del agua en el lugar de extracción, y
concretamente sobre la reutilización del agua, para conocer mejor
el impacto a nivel local.
- Planes de
desarrollo de las empresas de gas y petróleo terrestres, incluyendo
posibles escenarios para la expansión de la extracción y
explotación en una zona determinada, así como sus implicaciones en
términos de demanda de agua a corto y largo plazo para determinados
lugares.
- La cantidad
prevista y la composición química y biológica de las aguas
residuales, así como las vías preferibles de eliminación.
El Reino Unido no es el único país donde se nota la presión ejercida por el auge del fracking sobre los recursos hídricos. En Estados Unidos, las temperaturas record de este verano causaron escasez de agua y sequías en algunos estados como Texas y Colorado. Según un estudio realizado por la agencia de noticias AP, en la gran mayoría de los condados de estos estados se realizan operaciones de fracking. El pasado octubre se publicó un informe en el que se demostraba que la cantidad de agua utilizadas para el fracking en los estados de Virginia Occidental y Pensilvania donde se encuentra el esquisto Marcellus están presionando mucho las reservas de agua.
“No podemos permitir que la búsqueda desesperada de gas de esquisto y petróleo provoque escasez de agua para cuestiones de interés general” ha dicho Tony Bosworth, activista de la organización medioambientalista Amigos de la Tierra .
“El fracking no es la solución a nuestros problemas energéticos, puesto que no abaratará la factura de la luz”, afirmó Bosworth. “El Gobierno debería desactivar la extracción del gas de esquisto e impulsar el gran potencial para las energías renovables que existe en el Reino Unido”.
Traducción del artículo "Water Industry Admits Fracking Compromises UK’s Water Supply"
publicado en EcoWatch el 27 de noviembre, 2013