jueves, 23 de enero de 2014

BP pronostica que CO2 aumentará casi un tercio en 20 años a pesar del fracking



BP oil rig Alaska
El análisis de la firma energética descubre que el cambio a otros combustibles como el shale gas hará poco por reducir las emisiones de carbono.

Plataforma petrolífera en un yacimiento de BP cerca de la bahía de Prudhoe, Alaska. La investigación de la firma energética analiza las probabilidades de reducir el cambio climático: Worldfoto/Alamy

Se prevé que las emisiones globales de gases de efecto invernadero aumenten cerca de un tercio en las próximas dos décadas, poniendo fuera del alcance las esperanzas de remitir el peligroso cambio climático, concluyó un nuevo informe de BP
 
El aumento drástico de las emisiones llegará, pese a los esfuerzos internacionales para reducir el carbono, a pesar del enorme crecimiento previsto para el consumo del shale gas (gas pizarra o gas de esquisto), según el gigante del gas y el petróleo. 
 
El shale gas – antes inaccesible debido a que la explotación de este tipo de recursos requieren de tecnología perfeccionada recientemente – representará una proporción creciente del aumento de la energía de aquí hasta 2035, pero su empleo no causará una disminución de los gases de efecto invernadero.

El hallazgo es un golpe para los defensores del shale gas, que han argumentado que su uso reducirá las emisiones. La quema de gas produce mucho menos CO2 que la quema de carbón, pero el efecto de un enorme aumento en la exploración de gas no aminorará el aumento de las emisiones que los científicos dicen que llevará al planeta a un cambio climático peligroso. 
 
Los defensores del carburante han argumentado que el shale gas puede contrarrestar la dependencia del carbón. Pero mientras el empleo del shale gas ha crecido de forma radical, especialmente en los Estados Unidos, donde en un momento dado los precios del gas se redujeron de $12 (8.8€) a menos de $3 (2.2€), las emisiones globales han seguido aumentando a medida que el carbón, que de otra manera habrían utilizado, se ha exportado a otra parte.

Christof Ruehl, economista jefe de BP, dijo que el cambio de combustible tuvo poco impacto sobre las emisiones totales. El uso de carbón a escala mundial ha aumentado a niveles históricos, aún cuando el shale gas ha crecido.

En el Reino Unido, el gas de esquisto ha recibido un impulso de David Cameron, quien se comprometió a ir a por todas en el shale ofreciendo obsequios financiados por los contribuyentes a las compañías. Pero la noticia de que esta medida no reducirá las emisiones globales quita un punto central en los argumentos presentados por las compañías de shale.

BP en su pronóstico energético global dijo que el gas tendría una participación del 27% del consumo mundial de energía para el año 2035, con una participación similar para el carbón, petróleo, y una amalgama del sector con bajas emisiones de carbono incluidas las energías nuclear, hidráulica, eólica y solar.

BP pronostica que las emisiones a nivel mundial crecerán un 29% en 2035. El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) dice que las emisiones deben alcanzar su máximo en el 2020 para darle al mundo la oportunidad de evitar un calentamiento superior a 2 grados, más allá del cual los efectos del cambio climático se volverán catastróficos e irreversibles.

Tony Bosworth, el defensor de la energía de Amigos de la Tierra, dijo: “El caso del shale gas se está viniendo abajo. Los expertos dicen que éste no conducirá a abaratar las facturas de los combustibles, y ahora BP dice que tampoco reducirá las emisiones de carbono.”

Siguiendo la lógica del primer ministro, estaríamos perforando miles de agujeros en nuestro campo solamente para añadir más al cambio climático y continuar con cuentas por las nubes.”

En lugar de volcarse en el shale, el primer ministro debería enfocarse en las respuestas reales a los desafíos energéticos que estamos enfrentando: la eficiencia energética y la energía renovable.”

Mientras tanto, analistas de la firma local Brewin Dolphin también menospreciaron a Cameron y George Osborne por darle tanta publicidad al potencial impacto del shale en Gran Bretaña. “Creemos que la industria del shale no tiene posibilidad de producir volúmenes comerciales de gas hasta el final de esta década y es improbable obtener un impacto significativo sobre los precios del gas”, según un informe elaborado por Elaine Coverley, jefa de investigación de acciones y valores, e Ian Amstrong, analista de acciones y valores del petróleo y el gas en la casa inversora.

Esto se debe a dos razones; en primer lugar, el volumen disponible en el mercado tiende a ser significativamente menor en el Reino Unido que en los Estados Unidos, y en segundo lugar, si el shale del Reino Unido tiene éxito, las compañías de exploración podrían exportar el gas para lograr precios más altos”, argumentan.

Sus comentarios se produjeron cuando una nueva encuesta de opinión para la Institución de Ingenieros Mecánicos (IME, por sus siglas en inglés) halló que el 47% de la gente estaría descontenta en caso de tener una obra de un pozo de gas, en la que se use el fracking para abrirlo, ubicada a menos de 10 millas de su casa, en comparación con el 14% quienes dijeron que estarían contentos.

Los resultados aparecieron pocos días después de que el primer ministro anunciara que los ayuntamientos que respalden el fracking se quedarán con más dinero de los ingresos tributarios una vez que la producción en un pozo esté en marcha.

Las mayores preocupaciones para la gente encuestada incluyeron temores al daño al medio ambiente local, el ruido y la perturbación asociadas, temores sobre los químicos que se utilizan y los riesgos a la salud, así como temores a que el agua potable pueda estar contaminada.

Tim Fox, director de energía y medio ambiente en el IME, dijo: “Los resultados del sondeo indican que ofrecer simplemente dinero a los ayuntamientos y comunidades locales no es suficiente para convencer a la población sobre los beneficios del fracking para obtener gas, y que necesita hacerse mucho más trabajo para implicar a los ciudadanos en esta actividad potencial.”

Construir confianza entre el gobierno, la industria y las comunidades es esencial si se quiere hacer uso de esta técnica en las rocas de esquisto bajo el Reino Unido.”

The Guardian llevó a cabo la primera encuesta nacional del Reino Unido sobre el shale el verano pasado y halló que la gente está dividida, 40% a favor de la perforación del esquisto en su área, 40% en contra, y un 20% no está seguro. Los sondeos de la IME indican que las posturas hacia el shale se están endureciendo más que suavizando.

Traducción del artículo "BP study predicts greenhouse emissions will rise by almost a third in 20 years" publicado por Fiona Harvey y Terry Macalister en 
The Guardian, el miércoles 15 de enero de 2014.