domingo, 27 de octubre de 2013

Probable directiva de fracking en la UE


(traducción del artículo "Shale gas firms to be brought under ‘robust’ new EU law" publicado en Euractiv el 24 de octubre de 2013)
Las empresas explotadoras de gas de esquisto deberán someterse a una nueva y sólida legislación de la Unión Europea
EXCLUSIVA / Según ha sabido EurActiv, las empresas explotadoras de gas de esquisto que operan en Europa pronto tendrán que cumplir un sólido conjunto de medidas legislativas que está elaborando la Comisión Europea y cuya publicación está prevista para los meses de diciembre o enero.

Antecedentes
El gas de esquisto es un combustible fósil “no convencional” que se encuentra en el interior de las fisuras y fracturas subterráneas naturales. Hasta hace poco tiempo no existía ningún método para transportarlo con seguridad a la superficie.
Se extrae mediante fracturación hidráulica, un proceso que consiste en romper en sentido horizontal las capas de esquisto bombeando a gran presión líquidos y una serie de aditivos químicos con el fin de liberar las reservas de gas atrapadas en la roca.
Para los defensores de esta tecnología, el gas de esquisto representa una fuente de energía satisfactoria y sin explotar que constituye una alternativa a los combustibles fósiles tradicionales, mientras que para los detractores es un combustible fósil peligroso y muy contaminante.
De momento el continente depende del gas importado de Rusia y, en los últimos años, debido a conflictos entre este país y Ucrania, el suministro se ha visto interrumpido durante el invierno.
En los Estados Unidos, el gas de esquisto ya representa el 16% de la producción de gas de la mayor economía del mundo, aunque los analistas no se ponen de acuerdo sobre su potencial a largo plazo.
Es casi seguro que este recurso se incluirá en una directiva sobre combustibles no convencionales, similar a otros instrumentos legislativos de la UE, como los relativos a las aguas residuales y a las evaluaciones de impacto ambiental.
Vamos a proponer un marco jurídico para el gas de esquisto en Europa al objeto de reducir al mínimo sus riesgos”, declara un informante fiable, que desea mantener el anonimato.
Nuestra intención es establecer claramente las normas para las empresas y los inversores y tranquilizar al público en relación con el impacto ambiental del gas de esquisto y sus posibles efectos para la salud pública,” añade. “Y, dado que el impacto ambiental del gas de esquisto podría mayor que el del gas o el petróleo convencionales, queremos garantizar que la legislación en materia de medio ambiente sea suficientemente sólida para prevenir dichos riesgos.”
Las directivas comunitarias tienen carácter vinculante y dejan a los Estados miembros margen a la hora de adoptarlas. Se consideran pertinentes en el caso del gas de esquisto porque, de acuerdo con el principio de “subsidiariedad”, la elección de la combinación energética es competencia nacional y no se puede impedir su explotación por parte de los Estados miembros.
No obstante, si deciden seguir adelante, la nueva propuesta impondrá varias salvaguardias ambientales estrictas.
Tiene que ser un marco jurídico aplicable en todo el territorio de la Unión Europea y no un mero conjunto impreciso de directrices,” dice nuestro informante. “Cuando eso ocurre nos encontramos a merced de los distintos sistemas nacionales y de su aplicación y también existe la posibilidad de que dichas directrices sean impugnadas ante un tribunal.”
Y añade que la directiva prevista tiene por objeto garantizar que se ofrezca al público “el mismo nivel de protección” contra los riesgos de la fracturación hidráulica y de los riesgos que entrañan otras formas de extracción de energía.
La legislación establecerá normas para abordar los riesgos derivados de:  
  • la evacuación y quema de gases de efecto invernadero
  • las alteraciones sísmicas
  • la contaminación de las aguas subterráneas y la gestión del abastecimiento y las reservas de agua
  • los efectos en la calidad del aire, y las emisiones sonoras
  • los problemas de infraestructura provocados por las actividades industriales pesadas
Emisiones de metano
El metano también plantea problemas relacionados con las emisiones,” añade nuestra fuente. “Se preverá alguna manera de controlar las emisiones, ya sean de metano u otras formas de contaminación atmosférica. Es preciso preverlo todo.”
La UE considera que estas normas comunes proporcionarían a la industria certidumbre, previsibilidad y unas condiciones de competencia equitativas en todo el continente. Sin embargo, seguramente no gustarán a las industrias que requieren un consumo intensivo de energía ni a algunos Estados miembros. 
A principios de verano, George Osborne, Ministro de Finanzas del Reino Unido, anunció lo que él esperaba sería “el [régimen fiscal] más generoso del mundo para el gas del esquisto”.
Polonia también está entusiasmada con las posibilidades que ofrece el gas de esquisto, pero en Bulgaria, en Francia y en el norte de España se ha prohibido su explotación debido a las inquietudes expresadas por la opinión pública.
El pasado viernes (18 de octubre), Chevron también anunció la interrupción de sus operaciones de explotación de gas de esquisto en Pungesti (Rumanía) tras cinco días de protestas locales.  
Acabado ecológico
Según el Centro Común de Investigación de la Unión Europea, la extracción de gas de esquisto plantea “graves riesgos” para el medio ambiente y la salud humana y, según la Agencia Internacional de la Energía, incluso si se utilizaran los métodos más ecológicos, provocaría una elevación de las temperaturas de 3,5 grados en todo el mundo
Fatih Birol, economista jefe de la AIE, dijo el pasado año a EurActiv que estos efectos serían “inaceptables”.
Sin embargo, la industria responde que las técnicas de “acabado ecológico” utilizadas para la quema o la captura de las emisiones de metano pueden mitigar en gran medida sus efectos en el clima.
Si se emplea un equipo de acabado que reduzca las emisiones, solo irá a parar a la atmósfera una fracción de las emisiones de metano,” explicaba el científico estadounidense David Allen en una conferencia organizada en Bruselas a principios de mes por la Asociación Internacional de Productores de Petróleo y Gas.
Prueba de que la batalla entre los grupos de presión se ha extendido a los laboratorios, sus conclusiones ya han sido cuestionadas por otros científicos de la Cornell University en los Estados Unidos.
El metano es un gas de efecto invernadero muy potente y de vida corta; es 86 veces más potente que el dióxido de carbono a lo largo de un período de 20 años y al menos 34 veces más potente a lo largo de un siglo
Mejoras ambientales
La noticia de que esta actividad pronto podría estar regulada en virtud de una directiva de la UE supondrá un alivio para los expertos en medio ambiente que habían estado preparándose para un conjunto de directrices más confuso. Las esperanzas de una reglamentación sólida habían disminuido a medida que los precios de la energía barata iban cobrando cada vez mayor importancia en la agenda de Bruselas.
Las fuentes de la Comisión no se ponen de acuerdo en cuanto a la dureza con la que las distintas Direcciones Generales se han opuesto al expediente del gas de esquisto. Günther Oettinger, Comisario europeo de Energía, se ha declarado varias veces a favor de que se examine la cuestión del gas de esquisto, mientras que Connie Hedegaard, Comisaria europea de Acción por el Clima, ha mantenido una actitud más cauta.
Según parece, José Manuel Barroso, Presidente de la Comisión Europea y un árbitro definitivo en esta cuestión, es partidario de incluir la legislación en un conjunto más amplio de medidas relativas al cambio climático, que abarcarían otros aspectos, como las arenas bituminosas, los objetivos para el año 2030 e incluso el régimen de comercio de derechos de emisión, que regula las emisiones de gases de efecto invernadero en Europa. 
Ciertamente la legislación sobre el gas de esquisto se aprobará demasiado tarde para que esta Comisión pueda adoptar medidas al respecto, por lo que se limitará a fijar la agenda para la próxima administración tras las elecciones al Parlamento Europeo, que tendrán lugar en el mes de mayo.
El mundo no esperará
Sin embargo, en un discurso que, retrospectivamente, podría resultar irónico, Janez Potočnik, Comisario de Medio Ambiente, cuya Dirección General es la encargada del expediente del gas de esquisto, explicaba el viernes (18 de octubre) el motivo por el cual "el mundo no esperará a las elecciones".
Mucha gente piensa que esta Comisión ya ha terminado su labor,” dijo, “que realmente ya no ocurrirá nada: esperábamos a las elecciones en Alemania, ahora esperamos a las elecciones europeas y luego esperaremos al nombramiento de los miembros de la nueva Comisión.”
Pues bien, en lo que a mí me concierne, el mandato de esta Comisión finaliza el 1 de noviembre del próximo año, es decir, falta todavía más de un año, y continuaremos trabando,” prosigue. “Yo seguiré con mi trabajo. A las fronteras planetarias no les importan las elecciones.”
EurActiv entiende que estas palabras fueron escritas en parte teniendo en cuenta el conjunto de medidas sobre el gas de esquisto, y se prevé que Potočnik las explique más en detalle en un discurso que pronunciará esta tarde (21 de octubre) en Londres.
Nos gustaría que la legislación sobre el gas de esquisto pasará rápidamente por las otras dos instituciones,” dijo el funcionario.
No es urgente, dado que nadie está realizando realmente actividades de extracción pero tampoco querríamos que quede aparcada por la celebración de las elecciones europeas el próximo año,” añadió.
Próximos pasos
  • Diciembre de 2013/enero de 2014: La Comisión Europea desvelará los resultados de la consulta pública sobre los combustibles fósiles no convencionales, incluido el gas de esquisto, y anunciará medidas normativas.