(traducción del artículo "Lone Pine Resources Files Outrageous NAFTA Lawsuit Against Fracking Ban" publicado en Canadians.org)
Los
grupos medioambientales de Canada, Quebec y Estados Unidos denuncian
el caso contra el medio ambiente.
Una copia electrónica de una discreta demanda presentada
fue descubierta, exponiendo a la compañía de gas y petróleo Lone
Pine Resources
de seguir adelante con
una
demanda de
$
250
millones
sobre el Tratado
de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés),
demanda contra Canadá sobre la moratoria frente al fraking
para extraer gas y petróleo bajo el río St. Lawrence.
El
fracking,
el sucio y destructivo proceso de extraer los depósitos de gas de
las formaciones rocosas de esquisto, es conocido por contaminar el
agua potable, contaminar el aire y causar terremotos. Quebec
estableció
una moratoria
en
junio de 2011,
que
fue ampliada
en
otoño de
2012,
prohibiendo la
perforación
bajo
el río St.
Lawence hasta
que se completara una evaluación medioambiental.
“Basada
en el principio de precaución, la respuesta del gobierno de Quebec a
las preocupaciones de su población es apropiada y legítima”, dijo
Martine Châtelain, presidenta, presidenta de Eau
Secours.
“Las compañías no deberían poder demandar a un estado cuando
adopta medidas soberanas para proteger el agua y los bienes comunes
por el bien de nuestros ecosistemas y la salud de nuestro pueblo”
añadió la portavoz de la coalición de Quebec para un uso
responsable del agua.
El
6 de Septiembre, Lone
Pine Resources presentó
discretamente su solicitud formal de arbitraje contra Canadá. En vez
de ir
a
un
tribunal
nacional
para
desafiar
la
moratoria de
Quebec,
los abogados de Lone
Pine presentarán su caso a puerta cerrada, ante un comité de tres
abogados del sector privado.
“La
moratoria de Quebec contra el fracking es legal y con amplio
soporte público. Los beneficios empresariales no deben ponerse nunca
en el camino de la protección ambiental ni la salud pública. Es
indignante pensar que tal vez debamos pagar a Lone Pine por no
perforar en el río St. Lawrence. Las normas comerciales no deben
utilizarse para satisfacer los caprichos de las sucias compañías de
gas y petróleo”, dijo Stuart Trew, activista de campaña de la ONG
Council of Canadians.
Es
probable que veamos más casos peligrosos como este si los acuerdos
comerciales que actualmente se están negociando se convierten en
ley. Por ejemplo, el texto de la propuesta Trans-Pacífica entre
Estados Unidos, Canadá y otros 10 países, refleja de cerca las
reglas de inversión del NAFTA, mientras que Canadá se
encuentra en la recta final para obtener un acuerdo con la Unión
Europea (CETA) que también proporcionaría estos excesivos
poderes a las multinacionales.
“Esta
demanda – que debe ser entregada por Lone
Pine Resources –
pone de relieve lo peligrosas que son las normas de inversión para
la toma democrática de decisiones y políticas de interés público.
Los gobiernos deberían aprender de este y otros casos similares y
dejar de escribir normas de inversión que permiten a las empresas
atacar las leyes y políticas ambientales en tribunales privados”
dijo Ilana Solomon, directora del Programa de comercio responsable
Sierra
Club.
Antecedentes: