miércoles, 17 de agosto de 2016
Un estudio sobre fracking en Colorado culpa a los pozos defectuosos de la contaminación del agua
Se demuestra que los fallos constructivos, en lugar del proceso de fracturación hidráulica, han causado las fugas de metano en un área de Colorado
La contaminación por metano de los pozos de agua de Colorado a partir de la explotación de combustibles fósiles cercana es probablemente debida a la defectuosa construcción de pozos de petróleo y gas más bien que a la fractura hidráulica, según un nuevo estudio sobre la contaminación de acuíferos en el estado.
El estudio, publicado el lunes por PNAS (Actas de la Academia Nacional de Ciencias) es el último en identificar las fuentes y las vías de metano del que se ha dado cuenta en el agua potable residencial cercana a los emplazamientos de perforación, una preocupación para muchas comunidades cuando el auge de la fractura hidráulica se ha extendido por todo el país.
Los activistas ambientales han afirmado que la fractura hidráulica abre fisuras subterráneas a lo largo de las cuales el metano, el ingrediente principal del gas natural, migra de los reservorios de combustibles fósiles a los acuíferos. La industria, por contra, ha mantenido que el agua de los residentes ya contenía metano antes de que comenzase la actividad petrolera y gasista.
El estudio de Colorado se basa en varios otros publicados en los últimos años, que examinan el agua desde Texas a Pensilvania. Todos ellos indican que el metano puede exudar de los pozos de petróleo y gas si las carcasas metálicas del interior del pozo no están completamente cementadas o selladas a suficiente profundidad.
"La cuestión de fondo aquí es que la industria ha negado cualquier contaminación por gas extraviado: que cada vez que tenemos metano en un pozo, siempre es preexistente", dijo Avner Vengosh, profesor de ciencias de la tierra y el mar en la Universidad de Duke, que leyó el artículo, pero no estuvo involucrado en el estudio. "El mérito de esto es que se trata de una cuenca petrolífera y gasífera diferente, un enfoque diferente, y está diciendo que la pérdida de gas podría ocurrir".
Los autores del estudio examinaron los datos recogidos por los reguladores estatales en la cuenca de Denver-Julesberg, Colorado, de 1988 a 2014. El área ha sido hogar para la explotación de petróleo y gas durante décadas, pero la perforación horizontal y la fractura hidráulica de alto volumen comenzaron en 2010.
Los autores encontraron metano en el agua de 593 pozos muestreados en la zona. El análisis de la composición química del metano mostró que 42 de ellos contenían gas idéntico al que se estaba produciendo en la zona.
La documentación de las autoridades estatales que analizan la causa de la contaminación hablaba en 11 de los pozos de "fallos de barrera". Los otros casos están aún bajo investigación. Las barreras son encamisados de acero en el interior de un pozo de petróleo o gas cementados in situ para evitar que los hidrocarburos se filtren a la tierra circundante.
Los 11 pozos con una barrera defectuosa fueron perforados en su totalidad antes de 1993 y no se sometieron a fracturación hidráulica de alto volumen y perforación horizontal. Además, no estaban sujetos a las nuevas regulaciones adoptadas por Colorado en 1993 que establecen normas más estrictas para las cubiertas de cemento dentro de los nuevos pozos de petróleo y gas.
La adopción de normas más estrictas de construcción de pozos en Colorado no refleja las prácticas nacionales, sin embargo. Debido a que el Congreso prohibió la regulación nacional de la fractura hidráulica en virtud de la Ley de Política Energética de 2005, las normas de protección del agua y el aire alrededor de los emplazamientos de petróleo y gas varían según el estado.
Asimismo, no hay leyes que rijan qué tipo de cemento debe utilizarse. El cemento usado para mantener las cubiertas en su sitio tiene que ser "competente", dijo Dominic DiGiulio, profesor visitante de la Universidad de Stanford y científico jubilado de la EPA (Agencia de Protección del Medio Ambiente). Los ingenieros del petróleo que trabajan para la empresa de perforación examinan el cemento en los pozos y determinan si el sellado es duradero. Pero no todos los pozos se comprueban.
La industria se ha resistido a los esfuerzos para estandarizar las pruebas de adherencia del cemento en los pozos fracturados. El borrador de reglamentación para el fracking redactado por el BLM (Departamento de Gestión del Territorio) , tumbado recientemente por un tribunal federal de apelación, requería testar el cemento en los pozos de fractura. La industria del petróleo y el gas ha argumentado que sería prohibitivamente caro, estimando que costaría 20 veces más de lo que estimaba el gobierno federal.
Asegurar la integridad de la cubierta del pozo y el trabajo de cementación "no es una cuestión técnica, sino una cuestión financiera", dijo DiGiulio. "La industria del petróleo conoce esta tecnología, pero no se aplica en todos los pozos individuales, y eso reduce los costes".
Traducción del artículo "Colorado Fracking Study Blames Faulty Wells for Water Contamination", publicado por InsideClimateNews el 11 de julio de 2016 y traducido por Juan Carlos Gracia.