En
vísperas de la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio
climático, la industria petrolera se muestra preocupada. No porque
recele de su modelo de negocios, basado en suministrar al mundo los
mismos combustibles que permanecerán bajo tierra para limitar el
calentamiento global. No, la industria petrolera está preocupada por
«el desafío y la amenaza que supone el cambio climático» según
un comunicado conjunto publicado en mayo por las seis compañías
petroleras y de gas más grandes de Europa y una carta abierta
dirigida a la Secretaria Ejecutiva de la CMNUCCCi.
Y ni que decir tiene que ellos ya tienen la solución: ¡más gas!
Una
y otra vez, se ha vendido el gas natural como el combustible fósil
más respetuoso con el medioambiente y un «compañero ideal» para
las energías renovables, y no solo por parte de la industria
petrolera. Nadie parece cuestionarse esta narrativa (sobre todo en
Alemania, país que tradicionalmente consumía grandes cantidades de
carbón y que ahora se está pasando a las energías renovables), a
pesar de que hay buenas razones para hacerlo. Si lo examinamos de
cerca, el gas natural no es ni un sustituto del carbón respetuoso
con el medioambiente ni complementa enteramente la expansión de las
energías renovables. A menudo se afirma que el auge actual del gas
de lutita en Estados Unidos tampoco contribuye a proteger el
medioambiente. En vez de eso, impide una transición rápida a las
energías renovables y el progreso en la eficiencia energética. Bajo
cuerda, la industria petrolera no muestra lo que se dice una gran
dedicación para proteger el medioambiente, si nos fijamos en su
postura en cuanto a la legislación medioambiental.
El
gas natural no es un sustituto del carbón respetuoso con el
medioambiente
A
menudo se presenta el gas natural como una alternativa al carbón
respetuosa con el medioambiente. Hace unos años, Shale Gas Europe,
una plataforma industrial, afirmó que las emisiones por electricidad
que se generan usando gas de lutita son un 49 % más bajas que
las que se producen por carbónii.
Según anuncia la página web del Ministerio Federal de Economía y
Energía alemán (BMWi) «comparado con en otros combustibles
fósiles, el gas natural es más respetuoso con el medioambiente ya
que produce menos CO2»iii.
Incluso organizaciones ecologistas han señalado repetidas veces que
el gas natural es el combustible fósil más respetuoso con el
medioambiente. Aunque decir que «el gas es menos perjudicial para
el medioambiente» parece plausible a primera vista, esta afirmación
no se sostiene por dos razones:
Primero
hay que reconocer que las emisiones de CO2 provenientes del gas
natural son mucho más bajas que las de carbón y petróleo. No
obstante, las emisiones de metano que provienen de la extracción y
el transporte del gas natural casi nunca aparecen en las
estadísticas. El gas natural está compuesto por metano, una
sustancia que es 36 veces más perjudicial para el medioambiente que
el CO2iv.
Dicho de otra forma, incluso cantidades reducidas de metano pueden
ser perjudiciales si escapan a la atmósfera. Según los cálculos de
la organización Food and Water Watchv,
durante un periodo de veinte años el gas natural tiene un impacto
mayor que el carbón sobre el medioambiente si solo el 2,8 % del
gas escapa a la atmósfera sin ser quemado.
Las emisiones de metano son difíciles de medir así que no existen cifras disponibles. Según las estimaciones de la organización Food and Water Watch, basadas en recientes publicaciones científicas y mediciones locales, los porcentajes reales de fuga son notablemente más altos, especialmente en el gas obtenido mediante fracturación hidráulica.
Las emisiones de metano son difíciles de medir así que no existen cifras disponibles. Según las estimaciones de la organización Food and Water Watch, basadas en recientes publicaciones científicas y mediciones locales, los porcentajes reales de fuga son notablemente más altos, especialmente en el gas obtenido mediante fracturación hidráulica.
El
auge de la lutita en Estados Unidos no contribuye a proteger el
medioambiente
Otra
razón por la cual el gas no contribuye a proteger el medioambiente
aparece en el estudio «Limited impact on decadal-scale climate
change from increased use of natural gas»vi.
Mediante múltiples modelos, este estudio calcula que una expansión
mundial del uso del gas proveniente del gas de lutita no tendría
ningún efecto positivo relevante sobre el medioambiente. Una de las
razones es que el gas no solo desplazaría al carbón del mix
energético, sino también aquellas alternativas renovables que no
contienen carbón. Puesto que las emisiones de carbón provenientes
del gas no son más bajas que aquellas que proceden del mix
energético medio global, en el mejor de los casos el ahorro sería
extremadamente bajo. Esto contradice la suposición que se hace a
menudovii
de que la disminución de las emisiones de CO2 en Estados Unidos se
debe al incremento del uso del gas natural en el mix energético.
El
estudio «Drivers of the US CO2 emissions 1997-2013»viii
contiene pruebas empíricas que sostienen esta hipótesis. Muestra
que el incremento del uso del gas como resultado de la expansión de
la lutita solo era el responsable de una pequeña parte de la
reducción de las emisiones de CO2 en Estados Unidos. La causa
principal del descenso del 11 % en las emisiones de CO2 de 2007
a 2013 fue la recesión tras la crisis financiera. Los autores del
estudio atribuyen el descenso del 4,4 % en las emisiones de CO2
en el mix energético a una tendencia a largo plazo a alejarse del
carbón que hubiera tenido lugar incluso sin la expansión de la
fracturación hidráulica. El estudio muestra que la afirmación de
que las emisiones de CO2 disminuyeran en Estados Unidos drásticamente
debido al éxito del gas de lutita es un mito y que se llegó a este
resultado incluso sin tener en cuenta las emisiones de metano
mencionadas anteriormente. Así, el estudio demuestra que una manera
efectiva de reducir los gases de efecto invernadero no sería usar
más gas natural, sino disminuir el crecimiento.
Las
reservas no convencionales deben permanecer bajo tierra
Si
de verdad queremos limitar el calentamiento global a 2 °C, la
mayor parte de los combustibles fósiles restantes deben permanecer
bajo tierra. Incluso el economista jefe de British Petroleum (BP),
una de las compañías petroleras más grandes del mundo, admitió
hace poco que es poco probable que las reservas de petróleo sean
explotadas por completo debido a la preocupación por el cambio
climáticoix.
La iniciativa «Carbon Tracker» opina que cuatro quintosx
de las reservas mundiales conocidas de combustibles fósiles deben
permanecer bajo tierra sin quemar si queremos alcanzar el objetivo de
los 2 °C. La explotación de reservas adicionales mediante
fracturación hidráulica o excavación petrolera en mar abierto en
el Ártico va en contra de este objetivoxi.
A pesar de todas las palabras bonitas en torno al objetivo de los
2 °C previas a la conferencia de la Naciones Unidas sobre el
cambio climático en París, las acciones de los legisladores
(incluso en Alemania, país que parecía ir a la cabeza en la
transición a las energías renovables) se quedan cortas, ya sea en
cuanto a eliminar lo antes posible el carbón o regular la
fracturación hidráulica.
La
fracturación hidráulica de roca combinada con la perforación
horizontal ha hecho posible la explotación de petróleo, gas de
lutita y otras reservas no convencionales desde que comenzó el
milenio. De esta manera, las reservas de combustibles fósiles
viables tanto técnica como económicamente han incrementado de forma
significativa. El auge de la fracturación hidráulica comenzó en
Estados Unidas y llevó al país a ser el mayor productor del mundo
de petróleo y gas. Como resultado, el precio del gas natural en
Estados Unidos y el del petróleo a nivel mundial han disminuido
drásticamente. Tras haber alcanzado un precio de más de 100 $
el barril a mediados de 2014, el precio del crudo se situó por
debajo de los 50 $ a principios de 2015 y desde entonces no ha
superado los 60 $ o 70 $. Desde la perspectiva
medioambiental, se trata de un arma de doble filo: mientras que el
bajo precio del crudo hace que los inversores se muestren cada vez
menos proclives a participar en proyectos que dañan el medioambiente
y cuyo coste es muy elevado (como la explotación de arenas
bituminosasxii),
no hay garantías de que estos recursos permanezcan bajo tierra
cuando el precio del crudo vuelva a subir. Al mismo tiempo, el bajo
precio del crudo reduce la motivación para ahorrar energía o
invertir en el desarrollo de energías renovables.
El
gas natural: más bien un competidor para las energías renovables
que su aliado
Siempre
que se alaba al gas natural como un combustible respetuoso con el
medioambiente, suele haber también alguna referencia a su buena
compatibilidad con las energías renovables. La página web del BMWi
describe el gas natural como una «fuente de energía flexible y
versátil para generar electricidad». La compañía petrolera y de
gas alemana Wintershall ensalza su producto diciendo que es un
«aliado para las energías renovables»xiii.
La asociación alemana de petróleo y gas WEG considera que el gas
natural es un «complemento perfecto» para las energías
renovablesxiv.
Incluso un estudio de 2010 llevado a cabo por Greenpeace Alemania
describe el gas natural como un «puente hacia la era de las
renovables».
Esto
no tiene por qué ser incorrecto. En realidad las turbinas modernas
de gas están mejor equipadas para compensar las fluctuaciones en la
generación de electricidad con fuentes renovables que las plantas de
carbón. Mientras que las plantas energéticas de carbón están
diseñadas para funcionar constantemente, las plantas de gas pueden
dejar de hacerlo si hay viento o luz solar. En vista de eso,
mantener las modernas plantas de gas alemanas en reposo mientras que
las de carbón producen tanta energía día y noche que tiene que ser
vendida a países vecinos durante las horas punta es una locura.
Sin
embargo, esto es solo la mitad de la historia, puesto que el gas ya
está compitiendo con energías renovables por hacerse hueco en el
mix energético del futuro. Esta carrera se está disputando tanto en
el terreno económico como en el político. La caída del precio de
los combustibles fósiles debido a la expansión del gas de lutita ha
reducido los incentivos económicos para el desarrollo de las
energías renovables y el ahorro energético. Varios
estudiosxv
han concluido que el incremento de la producción de gas y los bajos
precios que eso conlleva están desplazando alternativas respetuosas
con el medioambiente como las renovables. Al mismo tiempo, esto lleva
a un incremento del consumo energético primario global debido a la
reducción de los incentivos para ahorrar energía. Incluso la IEA
(cuyas siglas corresponden a Agencia Internacional de Energía)
concluyó en su recientemente publicado informe World Energy Outlook
2015 que la transición a las energías renovables podría retrasarse
si el precio del crudo sigue siendo bajo a largo plazoxvi.
En
el terreno político, existe una competición clara en la Unión
Europea: a pesar de la demanda decreciente en la UE desde 2010, se
prevé que la infraestructura del gas en forma de tuberías y
terminales de gas licuado aumente en los próximos añosxvii.
Cualquiera que esté desarrollando hoy la infraestructura del gas no
va a cortar su consumo mañana. Considerando los largos periodos de
amortización implicados, las decisiones que conciernen a la
infraestructura siempre son decisiones sobre el futuro. De hecho, la
Comisión Europea considera que el gas natural junto con la captura y
almacenamiento de carbono son un combustible potencial para el
futuro, afirmando que «si la captura y almacenamiento de carbono
está disponible y se aplica a gran escala, el gas podría
convertirse en una tecnología de bajo carbono»xviii.
No obstante, la captura y almacenamiento de carbono no ha pasado de
la fase experimental. Aun así, las esperanzas de su aplicación a
gran escala son la gota que colma el vaso para justificar lo de
siempre. Pero el gas natural es más bien un competidor para las
energías renovables que su aliado por las razones mencionadas
anteriormente.
Las
empresas de petróleo y gas no son ecologistas
Los
grupos de presión de la industria del petróleo y del gas en
Bruselas representan un papel importante en este tipo de decisiones.
El año pasado, BP, Shell, Statoil, Total y otras hicieron lo posible
para evitar que se establecieran objetivos obligatorios nacionales
para el desarrollo de la energía renovable y el aumento de la
eficiencia energética para después de 2020. Las subvenciones de la
UE para tecnologías limpias serán eliminadas gradualmente en 2017xix.
A pesar de este golpe para las energías renovables, empresas como
Total, Wintershall y Shell siguen infiltradas en los órganos
representativos del sector de las renovables en Alemania y en la UE a
gran escala. En vísperas de la COP21, la industria del petróleo y
del gas se muestra como baluarte del clima, como aparece en la carta
arriba mencionada. Podemos esperar que siga preciándose de haber
contribuido a proteger el clima también durante esta conferencia.
Sin embargo, un estudio de Influence Mapxx
muestra que la industria es inconsecuente con sus afirmaciones:
siempre que en el pasado se han puesto sobre la mesa propuestas para
introducir un precio para el carbono, sus líderes no se
caracterizaron precisamente por su apoyo.
Así
pues sigue siendo cierto que el gas no es un combustible respetuoso
con el medioambiente y que las compañías asociadas a él no están,
por definición, preocupadas por proteger el clima. Cualquier
afirmación que diga lo contrario debe tomarse con cautela.
Cualquiera que quiera sacar provecho del carbón, el petróleo o el
gas no puede pretender proteger el clima a la vez.
Traducción del artículo "Natural gas, fracking and climate change – gas is not a solution, but part of the problem" publicado por Heinrich Böll Stiftüng el 30 de noviembre de 2015
Traducción realizada por María de la Torre, miembro de Traductoras/es en Acción, la red de traductoras/es e intérpretes voluntarios/as de Ecologistas en Acción.
Traducción realizada por María de la Torre, miembro de Traductoras/es en Acción, la red de traductoras/es e intérpretes voluntarios/as de Ecologistas en Acción.
i
BG
Group/BP/Eni/Shell/Statoil/Total (2015): Letter on the role of gas
and carbon pricing to
media: http://s03.static-shell.com/content/dam/shell-new/local/corporate/corporate/downloads/pdf/media/speeches/2015/joint-letter-on-the-role-of-gas-and-carbon-pricing-sent-to-media.pdf
ii
Corporate
Europe Observatory (2012): “Foot on the Gas”: Lobbyists push for
unregulated shale gas in the
EU,http://corporateeurope.org/sites/default/files/shale_gas_lobby_final.pdf
iv
United
States Environmental Protection
Agency:http://www3.epa.gov/climatechange/ghgemissions/gwps.html;
Gunnar Myhre et al. (2013): Anthropogenic and Natural Radiative Forcing, in: IPCC: Climate Change 2013. The Physical Science Basis. Contribution of Working Group I to the Fifth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change: https://www.ipcc.ch/pdf/assessment-report/ar5/wg1/WG1AR5_Chapter08_FINAL.pdf
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v
Food and Water Watch (2015): The urgent case for a ban on Fracking:https://www.foodandwaterwatch.org/sites/default/files/Urgent%20Ban%20on%20Fracking%20Report%20March%202015.pdf
Food and Water Watch (2015): The urgent case for a ban on Fracking:https://www.foodandwaterwatch.org/sites/default/files/Urgent%20Ban%20on%20Fracking%20Report%20March%202015.pdf
vi
Haewon McJeon et.al. (2014): Limited impact on decadal-scale climate change from increased use of natural gas, in: Nature:http://www.nature.com/nature/journal/v514/n7523/full/nature13837.html
Haewon McJeon et.al. (2014): Limited impact on decadal-scale climate change from increased use of natural gas, in: Nature:http://www.nature.com/nature/journal/v514/n7523/full/nature13837.html
vii
cf. For example: EU-Kommission (2014):Ein Rahmen für die Klima- und Energiepolitik im Zeitraum 2020-2030, COM(2014) 15, Brussels, 22 January, 2014:http://eur-lex.europa.eu/legal-content/DE/TXT/PDF/?uri=CELEX:52014DC0015&from=DE
cf. For example: EU-Kommission (2014):Ein Rahmen für die Klima- und Energiepolitik im Zeitraum 2020-2030, COM(2014) 15, Brussels, 22 January, 2014:http://eur-lex.europa.eu/legal-content/DE/TXT/PDF/?uri=CELEX:52014DC0015&from=DE
viii
Kuishuang Feng, Steven J. Davis, Laixiang Sun, Klaus Hubacek (2015): Drivers of the US CO2 emissions 1997–2013, in: Nature Communications 6, July 2015:http://www.nature.com/ncomms/2015/150721/ncomms8714/full/ncomms8714.html
Kuishuang Feng, Steven J. Davis, Laixiang Sun, Klaus Hubacek (2015): Drivers of the US CO2 emissions 1997–2013, in: Nature Communications 6, July 2015:http://www.nature.com/ncomms/2015/150721/ncomms8714/full/ncomms8714.html
ix
The Guardian (2015): Oil unlikely to ever be fully exploited because of climate concerns – BP: http://www.theguardian.com/environment/2015/oct/13/oil-unlikely-to-ever-be-fully-exploited-because-of-climate-concerns-bp?CMP=share_btn_tw, BP (2015): New economics of oil, Executive summary:http://www.bp.com/en/global/corporate/press/speeches/new-economics-of-oil.htm
The Guardian (2015): Oil unlikely to ever be fully exploited because of climate concerns – BP: http://www.theguardian.com/environment/2015/oct/13/oil-unlikely-to-ever-be-fully-exploited-because-of-climate-concerns-bp?CMP=share_btn_tw, BP (2015): New economics of oil, Executive summary:http://www.bp.com/en/global/corporate/press/speeches/new-economics-of-oil.htm
x
Carbon Tracker Initiative: Unburnable Carbon – Are the world’s financial markets carrying a carbon bubble: http://www.carbontracker.org/wp-content/uploads/2014/09/Unburnable-Carbon-Full-rev2-1.pdf
Carbon Tracker Initiative: Unburnable Carbon – Are the world’s financial markets carrying a carbon bubble: http://www.carbontracker.org/wp-content/uploads/2014/09/Unburnable-Carbon-Full-rev2-1.pdf
xi
McGlade/Ekins (2015): The geographical distribution of fossil fuels unused when limiting global warming to 2 °C, in: Nature:http://www.nature.com/nature/journal/v517/n7533/full/nature14016.html
McGlade/Ekins (2015): The geographical distribution of fossil fuels unused when limiting global warming to 2 °C, in: Nature:http://www.nature.com/nature/journal/v517/n7533/full/nature14016.html
xii
Mike T. Klare (2015): Double-Dip oil Rout, in: Huffingtonpost:http://www.huffingtonpost.com/michael-t-klare/doubledip-oil-rout_b_7982896.html
Mike T. Klare (2015): Double-Dip oil Rout, in: Huffingtonpost:http://www.huffingtonpost.com/michael-t-klare/doubledip-oil-rout_b_7982896.html
xv
Haewon McJeon et.al. (2014): Limited impact on decadal-scale climate change from increased use of natural gas, in: Nature 514, p. 482–485, 23 October 2014:http://www.nature.com/nature/journal/v514/n7523/full/nature13837.html; UBA (2015): The impact of shale gas on the costs of climate policy:https://www.umweltbundesamt.de/sites/default/files/medien/378/publikationen/climate_change_03_2015_the_impact_of_shale_gas_1.pdf
Haewon McJeon et.al. (2014): Limited impact on decadal-scale climate change from increased use of natural gas, in: Nature 514, p. 482–485, 23 October 2014:http://www.nature.com/nature/journal/v514/n7523/full/nature13837.html; UBA (2015): The impact of shale gas on the costs of climate policy:https://www.umweltbundesamt.de/sites/default/files/medien/378/publikationen/climate_change_03_2015_the_impact_of_shale_gas_1.pdf
xvii
E3G (2015): Europe’s declining gas demand: http://www.e3g.org/news/media-room/europes-declining-gas-demand
E3G (2015): Europe’s declining gas demand: http://www.e3g.org/news/media-room/europes-declining-gas-demand
xviii
European Commission (2011): Energy Road Map 2050, COM(2011) 885,http://eur-lex.europa.eu/legal-content/EN/TXT/PDF/?uri=CELEX:52011DC0885&from=EN
European Commission (2011): Energy Road Map 2050, COM(2011) 885,http://eur-lex.europa.eu/legal-content/EN/TXT/PDF/?uri=CELEX:52011DC0885&from=EN
xix
The Guardian (2015): BP lobbied against EU support for clean energy to favour gas, documents reveal: http://www.theguardian.com/environment/2015/aug/20/bp-lobbied-against-eu-support-clean-energy-favour-gas-documents-reveal
The Guardian (2015): BP lobbied against EU support for clean energy to favour gas, documents reveal: http://www.theguardian.com/environment/2015/aug/20/bp-lobbied-against-eu-support-clean-energy-favour-gas-documents-reveal
xx
InfluenceMap (2015): Big Oil and the Obstruction of Climate Regulations, October 2015:http://influencemap.org/site/data/000/099/InfluenceMap_Oil_Sector_October_2015.pdf
InfluenceMap (2015): Big Oil and the Obstruction of Climate Regulations, October 2015:http://influencemap.org/site/data/000/099/InfluenceMap_Oil_Sector_October_2015.pdf