Las
perforadoras se enfrentan a la pérdida de parte de sus reservas
probadas debido a la ley de la SEC, la Comisión de Bolsa y Valores
de Estados Unidos.
Chesapeake
se encuentra entre las grandes perjudicadas, ya que perderá el 45%
de sus existencias.
En
un instante, la energética Chesapeake Energy Corporation borrará el
equivalente a 1100 millones de barriles de petróleo de sus
registros.
En
el sector americano del petróleo de esquisto, las compañías se han
visto obligadas a adaptar sus reservas de petróleo declaradas a la
dura realidad económica. Tras el lobby a favor de leyes que les
permitieran declarar su gran potencial oculto, llevado a cabo al
principio del boom, ahora esas compañías deben reconocer lo que sus
inversores ya saben: muchos pozos prospectivos perderían dinero si
el precio del barril de petróleo oscilara por debajo de los 40
dólares.
Las
compañías como Chesapeake, que fue fundada por el pionero en el
fracking, Aubrey McCledon, presionaron a la Comisión de Bolsa y
Valores de Estados Unidos (SEC) para que se llevara a cabo, en el año
2009, un cambio en las leyes de contabilidad que permitiera declarar
reservas de pozos que no se perforarían en años. Las reservas de
petróleo casi se duplicaron en los inventarios y los inversores
invirtieron su dinero en el boom del petróleo de esquisto, seducidos
por esas prospecciones casi sin límite.
Pero
la ley tiene una trampa. Requiere que esos pozos aún sin perforar
sean rentables a un precio calculado según una fórmula de la SEC, y
también que se perforen en un plazo de 5 años.
El
tiempo se ha agotado, los precios del petróleo han bajado, y esta
ley está a punto de hacer desaparecer miles de millones de barriles
de las reservas de las perforadoras de petróleo de esquisto. Este
ajuste de cuentas se llevará a cabo en los próximos meses, cuando
las compañías presenten sus cuentas de 2015.
“Sus
previsiones eran demasiado optimistas”, declaró David Hughes,
miembro de la ONG Post Carbon Institute, que también fue científico
en la Comisión Geológica de Canadá. “El juego estuvo genial
mientras duró.”
El
cambio de las leyes reduciría el inventario de Chesapeake en un 45%,
según muestran los informes de control. Los nuevos descubrimientos
de petróleo y las expansiones de Chesapeake compensarán algunas de
esas pérdidas. Gordon Pennoyer, portavoz de Chesapeake en la ciudad
de Oklahoma, no quiso hacer más declaraciones al respecto.
Otros
ejemplos de energéticas que se verán perjudicadas por esta ley son
Bill Barrett Corporation, con sede en Denver, que perderá hasta un
40%, y Oasis Petroleum Inc., con sede en Houston, que perderá un
33%, según los informes. Larry Busnardo, portavoz de Bill Barrett,
rechazó hacer comentarios. Richard Robuck, de Oasis, no contestó a
las preguntas.
La
revolución del petróleo de esquisto en EE.UU., que hizo que el país
estuviera más cerca del auto-abastecimiento que en ningún otro
momento desde los años ochenta, se construyó sobre dinero prestado
a cambio de promesas de futura producción. Los nuevos pozos que
pudieron perforarse cuando el petróleo de EE.UU se vendía a 95
dolares el barril, el precio del año pasado según la fórmula de la
SEC, simplemente no compensan teniendo en cuenta los precios de hoy
en día, y la revolución se ha terminado.
Propiedades
sin perforar
Cuando
los defensores del fracking presionaron a la SEC, argumentaron que la
fracturación hidráulica o fracking era una nueva tecnología que
liberaba el petróleo y el gas, situado en enormes capas rocosas bajo
tierra, haciendo que la fracturación fuera más predecible de lo que
solía ser.
Las
perforadoras encontraron una forma de sacar beneficio de las leyes el
año pasado, gracias a una peculiaridad en la fórmula de la SEC a
través de la cual se calculan los precios. El criterio de la agencia
es calcular la cifra media según los precios que se ha dado el
primer día de cada mes durante todo el año. El precio llegó a los
95 dólares por barril al final de 2014, a pesar de que el petróleo
se estaba comercializando por debajo de los 40 dólares cuando las
compañías declararon sus reservas en febrero y marzo. La media del
2015, incluyendo el precio del 1 de diciembre, sería de 51 dólares
el barril.
“Tuvieron
mucha suerte con los precios el año pasado, pero está claro que eso
no va a suceder este año”, ha declarado Ed Hirs, director gerente
de Hillhouse Resources, una compañía energética independiente con
sede en Houston.
Reservas
probadas
Aquellos
pozos que solo existen sobre papel son particularmente vulnerables a
esta revisión. Y, gracias a los cambios de las leyes de la SEC, las
compañías tienen hoy en sus registros muchas más reservas aún sin
perforar de las que tenían antes.
Esas
reservas sin perforar de petróleo y de gas natural se han visto
triplicadas hasta alcanzar los 6100 millones de barriles
desde 2008, que fue el último año anterior a la aplicación de la
nueva ley, según los datos recopilados por Bloomberg en base a 40
productores independientes de EE.UU. Los pozos no perforados suman un
45%, cifra que supera el 30% registrado en 2008.
Estas
cifras, declaradas de forma trimestral, apuntan a revisiones
considerables. Las 61 compañías que figuran en el índice de
Bloomberg North America Independent Explorers and Producers han
anunciado pérdidas de 143,8 miles de millones de dólares el año
pasado.
Puede
que algunos de esos pozos nunca lleguen a perforarse, mientras que
otros quizá vuelvan a figurar en los inventarios si los precios
suben. Las pérdidas de las compañías deben compensarse añadiendo
nuevas perspectivas, propiedades adquiridas o incrementando las
expectativas de cuánto crudo producirá cada pozo.
“La
cuestión es: ¿cómo se van a recuperar esas reservas?” ha
declarado Subash Chandra, un analista energético de Guggenheim
Securities, en Nueva York. “Porque, si supone un gasto de efectivo,
esas reservas no se van a recuperar. No a menos que los precios
alcancen el máximo o volvamos a impulsar el crecimiento.”
Traducción
del artículo "Billions of Barrels of Oil Vanish in a Puff of Accounting Smoke", publicado el 10 de diciembre de 2015 en Bloomberg, realizada por Marta Ruiz Carlet, miembro de Traductoras/es en Acción,
la red de traductoras/es e intérpretes voluntarios/as de Ecologistas
en Acción.