Con
la ley que regulará la fracturación hidráulica y la tasas de cáncer
en su carpeta y más datos y cifras en su laptop,
Kathrin Otte se apresura para ir de una cita a la
siguiente. Pero la vicepresidenta de la red de ONGs de enfermedades ambientales (GENUK) debe
detenerse para tomar descansos regulares.
Desde
que era joven, su sistema inmune se ha ido debilitando: los rellenos
dentales con mercurio, los pesticidas de la parcelas de árboles
frutales de su padre, los disolventes y la pintura con tóxicos que usaba
como aprendiz de carpintera han convertido la salud de la inteligente
y ambiciosa mujer en un desastre.
El
diagnóstico: enfermedad multisistémica causada por toxinas.
Durante un largo período
de cansancio e incertidumbre, ella se dispuso a aprender en
profundidad acerca de las toxinas ambientales. Los químicos usados
en el proceso de fracturación hidráulica están entre ellas.
Incidentes
en
EE.UU generan escepticismo
La
fracturación hidráulica no es algo nuevo.
Ha existido durante alrededor de 50 años y
ha usado arena, agua y alta presión para penetrar en las capas
impermeables de arenisca. Ahora las
empresas de gas quieren ir incluso más allá, dirigiéndose hasta
las capas impenetrables de roca de esquisto que contienen gas.
Hasta
ahora, la ley minera alemana no incluye disposiciones referidas a
esta clase de minería o a la disposición final de los tóxicos
contaminantes involucrados. Y en Baja Sajonia, donde
se ubican el 95 por ciento de las reservas
de gas natural, los alemanes están alarmados por los reportes que
han oído de incidentes y casos de enfermedades que suceden en EE.UU.
La
región no está lejos del lugar de residencia de Kathrin
Otte. De entre sus pilas de papeles ella saca una
hoja que contiene los casos de cáncer registrados en Baja Sajonia. Las cifras
muestran que un número excepcionalmente alto de habitantes del
pequeño pueblo de Bothel han contraído diversos tipos de cáncer de
ganglios linfáticos.
Hasta
ahora, nadie ha sido capaz de explicar las causas
de tal cantidad de casos. Pero Kathrin Otte sospecha que el
cáncer podría tener que ver con las plantas de producción de gas
natural, situadas en las cercanías
del pueblo, al sudeste de Bremen. Existen también otros 456 sitios
de perforación que podrían constituir un peligro.
En
EE.UU el método de fracturación hidráulica
involucra una mezcla líquida de hasta 17 millones de litros
de agua, arena de cuarzo y una parte de
sustancias tóxicas que son inyectadas en la roca de esquisto. La
extrema presión y la interacción de una
mezcla muy fría que choca con un calor de 160 grados, provoca
que la roca se quiebre.
El
gas atrapado escapa a alta presión a través de tuberías que lo
transportan hasta la superficie.Mientras tanto, los químicos
permiten que la arena se deslice fácilmente en las grietas, evitando
que se cierren nuevamente.
Una
y otra vez el benceno ha contaminado el suelo y el agua subterránea
al escapar a
través de tuberías con fugas en los
sitios de perforación. Las emisiones altamente tóxicas de benceno
pueden causar cáncer por exposición prolongada a
la sustancia. La autoridad minera estatal también encontró
niveles elevados de mercurio en el suelo.
En
cada operación de fracturación, lo que se conoce como agua de
reserva, que surge naturalmente con el gas, también apareció en la
superficie. El agua trajo consigo sustancias tóxicas como benceno,
tolueno, xileno, metales pesados y materiales radiactivos como
Radon 226, y hasta un 22 por
ciento de agua salobre.
Junto
con grupos de ciudadanos locales, Kathrin Otte ha
puesto en marcha un estudio para observar a largo plazo la salud de
aquellos que viven en la zona que rodea a cientos de sitios de
perforación, para investigar si los contaminantes tóxicos podrían
estar relacionados con casos de enfermedad.
"Pero
no esperamos tener los resultados antes de al menos cuatro años
debido a la falta de personal de la autoridad minera estatal"
afirma Otte. "Naturalmente,
esperamos que antes de esa fecha seamos capaces de establecer un
vínculo científico directo con las enfermedades."
Ignorantes
de los peligros
Hartmut
Horn es un escritor, que podría estar escribiendo
poesía en lugar de dando entrevistas. Pero él entró en este debate después de que un proyecto de perforación se instalara a
700 metros de su casa en 2011.
"Toda
la región ha ignorado los peligros de la producción de gas"
sostiene Horn. "Hasta
entonces pensaba que el gas natural era una energía limpia. Nunca
sospeché cúan sucio es el proceso."
En
esa época, él y sus compañeros de campaña, primero debieron
informar a la autoridad de gestión del agua acerca de lo que estaba
sucediendo. Mientras tanto, Horn fundó la iniciativa civil
"frack-less drilling in LK Rotenburg/Wümme",
Él incluso ha sido entrevistado por el Washington
Post y Voice of Russia.
Él
ha sostenido en varias ocasiones que "Rotenburg Rinne",
la reserva hídrica subterránea de donde proviene
el agua que consumen alrededor de 400,000 personas
estaba siendo perforada. Horn temía que el
agua podría contaminarse.
Otro
asunto que genera preocupación es la gran cantidad de agua que es
usada para inyectar los químicos en profundidad en el suelo para
lograr romper la roca.
Este
líquido debe ser tratado y eliminado de manera segura. El agua es el
principal problema, afirma Horn. Continúa siendo venenosa sin
importar qué químicos se inyecten en el suelo durante la
fracturación hidráulica.
La
mezcla contaminada es transportada por camión o mediante una red de
tuberías de 800km en la región de
Rotenburg/Wüme al sitio de perforación e
inyectada a 750 metros de profundidad.
"Al
igual que los residuos nucleares, no está regulado" dice
Horn. El agua necesita ser limpiada en la
superficie. "Pero aparentemente es
demasiado costoso para las empresas," afirma,
señalando la lista de incidentes que han sido registrados por la
autoridad minera. Daños en las tuberías con la subsiguiente
contaminación del suelo y del agua subterránea, derrames de
mercurio, contaminación del aire y quema de gas, incendios,
terremotos– y demás.
"Las
autoridades hasta ahora le han dejado el control a las empresas,"
manifiesta. "Eso es
negligencia."
Presión
pública
Activistas
ambientales han presentado 650,000 firmas
para pedir a la ministra federal de ambiente Barbara
Hendricks (SPD) que se dicte una prohibición
general a la controvertida extracción de gas. La
ministra afirma que ella se opone a esta técnica. Al mismo tiempo
reconoce la existencia de presiones de la industria del gas.
Esto
incluiría a empresas como Exxon Mobil, Wintershall
y RWE Dea. Las empresas patrocinan jardines
de infantes y escuelas, proyectos sociales y brigadas juveniles de
bomberos voluntarios. En tiempos en los que las arcas públicas están
tan empobrecidas, es difícil resistirse a esos subsidios. Y el
estado federal donde se realice fracturación hidráulica también
recibiría un tercio de los ingresos.
Geólogos
y residentes locales están divididos en el tema de la fracturación
hidráulica. Los granjeros que han alquilado sus tierras a las empresas
de gas están a favor. Los productores de patatas, por el contrario, se
oponen, puesto que están teniendo problemas para encontrar
compradores para su cosecha.
Georg
Meiners, líder de un equipo de más de 20
científicos que están elaborando un informe para
el ministro de medio ambiente, se muestra más cauto que otros de sus
colegas, que están empleados por las autoridades o al servicio de la
industria.
Él
en principio no rechaza la fracturación , pero sostiene
que debemos considerar lo que se puede hacer para evitar o al menos
reducir los riesgos.
Por
ejemplo, según él, existe el riesgo de que ocurran filtraciones en
la perforación lo que podría significar fugas de gas y líquidos en
las rocas circundantes y contaminar el agua subterránea. "Puedes
tomar medidas para reducir estos riesgos, pero nunca puedes estar
completamente libres de ellos," él
afirma. Por lo tanto, la perforación debe ser monitoreada de cerca.
Meiners
también plantea la pregunta de si la provisión
de gas natural mediante fracturación hidráulica tiene sentido desde
una perspectiva económica. Los economistas ambientales del
Center for European Economic Research
(Centro para la Investigación económica europea)
sostienen que no lo tiene en el futuro próximo. Además, el costo de
la fracturación para el ambiente y la salud es difícil de evaluar.
Las
autoridades estan divididas en cuanto al potencial del gas natural.
"¿Existe suficiente gas natural
recuperable de reservas no convencionales en Alemania? Nadie sabe"
sostiene Meiners. "Hasta
tanto no se perfore todo es especulación ."
Si
el gas natural puede ser ser extraído de la roca de esquisto, el
ministerio de medio ambiente espera que la demanda alemana de gas podría
estar cubierta durante 13 años. El Instituto
Federal de Geociencias y Recursos naturales
estima que cubriría 27 años.
¿Fracturación
sin veneno?
Una
ley está siendo analizada por los ministerios federales de medio ambiente
y de economía. La intención es prohibir estrictamente la
fracturación hidráulica a profundidad superior de los 3,000
metros. Mientras tanto, la tecnología de fracturación se seguirá
desarrollando hasta 2021. La Federación de
Industrias alemanas (BDI) ya ha rechazado
el proyecto. En medio de esta discusión con carga emotiva, Exxon
Mobil está probando una campaña publicitaria
para el controvertido método o como ellos lo llaman
"fracturación sin veneno". Ni
Exxon ni la autoridad minera estatal de Hanover
están dispuestas a decir cómo funcionaría. Aún está en la fase
de prueba, según dicen.
Mientras
tanto, ciudadanos preocupados como Harmut Horn y
Kathrin Otte y científicos como Georg
Meiners seguirán los acontecimientos de manera
crítica. "Estamos luchando para
proteger nuestra salud, el aire, la tierra y el agua limpia"
afirma Horn.
Traducción de "Divided over fracking" publicado en DW el 31 de octubre de 2014