lunes, 7 de julio de 2014

Alemania vuelve a poner el fracking sobre la mesa


El ministro alemán de la energía, Sigmar Gabriel, desea legislar las tecnologías vinculadas al fracking (fracturación hidráulica) antes de las vacaciones de verano. Pero la apuesta está lejos de ser ganada.

 En Alemania, el término fracturación hidráulica solía ser tabú. Pero la crisis ucraniana ha movido las líneas. La canciller alemana, Angela Merkel, ha vuelto a poner sobre la mesa el controvertido método destinado a extraer el gas de esquisto. En efecto, desea explotar este recurso como un medio de sustitución del gas ruso. En estos términos Sigmar Gabriel, ministro de economía y de la energía, ha presentado apresuradamente un texto de ley relativo a esta desacreditada tecnología.

Según sus detractores, el ministro alemán habría cedido a la presión de la industria sin tener en cuenta los riesgos vinculados a esta tecnología. Durante la fracturación hidráulica, grandes cantidades de agua y productos químicos son inyectados en pozos de perforación para liberar el gas natural atrapado en del lecho rocoso. Este método no convencional de extracción es sospechoso, entre otras cosas, de haber contaminado por filtración las capas freáticas con sustancias cancerígenas.

A continuación, el ministro ha prometido que la tecnología de fracturación aplicada en los Estados Unidos y Canada no se pondrá en uso en Alemania. Dentro de este marco, este colabora con el ministro de medioambiente para endurecer las leyes relativas a la explotación minera e hidráulica. Decisiones cruciales deberán ser tomadas este verano. La ley debe ser sometida a votación en otoño.


Eldorado para la industria 
 
Algunos se preguntan por lo tanto, si la prohibición del gas de esquisto ha desaparecido completamente de la mesa de discusión. Según los partidarios del proyecto, esta tecnología podría aportar grandes beneficios.

Nadie conoce con exactitud la cantidad de gas de esquisto existente en territorio alemán. Según las estimaciones del Instituto federal de geociencias y de recursos naturales 2.300 millones de metros cúbicos de gas de esquisto serían explotables, un Eldorado para los representantes de la industria. Un aumento de la oferta de gas y petróleo sería sinónimo de bajada de precios.

La Federación de la industria alemana (BDI) demanda en consecuencia, abrir el debate sobre los métodos de extracción de filones de gas de esquisto. “En el momento actual, con la crisis ucraniana y las dificultades para aplicar la ley sobre las energías renovables (EEG), la fracturación hidráulica trae esperanzas, ya que Alemania debe ser más independiente en materia de energía”, explica un representante de la BDI a EurActiv.de.


¿Reducir la independencia de las importaciones?

Alemania gasta cada año alrededor de 90.000 millones de euros netos en la importación para su aprovisionamiento de gas, petróleo y carbón. De golpe, el gobierno escucha por el otro oído una proposición para reducir la factura energética.

Los Estados Unidos, al menos a primera vista, parecen representar un ejemplo coronado por el éxito. “Drill, baby, drill”, literalmente “¡Perfora, chico, perfora!”, declaraba en 2008 John McCain, el candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos ante la perspectiva de reducir la dependencia energética de su país. En este momento, es el presidente Barak Obama quien defiende este principio, además exitosamente: la recuperación económica al otro lado del Atlántico después de la crisis de 2008 ha sido en parte debida a los precios asequibles de la energía.


Fuertes resistencias

Numerosos aspectos de riesgo incluidos en la extracción de gas de esquisto no han sido todavía estudiados. Pocos ensayos de perforación se han llevado a cabo en Alemania hasta el momento presente. Según un estudio realizado por el Órgano consultivo del medioambiente (SRU), “Cuestiones importantes se mantienen abiertas en lo referente a los riesgos vinculados al fracturación hidráulica”. 
 
Sigmar Gabriel por su parte, siempre ha asegurado que una autorización de explotación del gas de esquisto sería emitida bajo condiciones estrictas. Este ha evocado por ejemplo, las pruebas sobre los impactos medioambientales y una prohibición de perforar en zonas de protección de las aguas. Más de 300.000 personas han firmado recientemente una petición de suspensión de la fracturación hidráulica en la Plataforma online Campact. En otros términos, todos aquellos que deseen autorizar la fracturación hidráulica encontrarán una gran resistencia. 
 
De este modo. Rebecca Harms, copresidente de Los Verdes en el Parlamento Europeo, desea por su parte prohibir totalmente el fracturación hidráulica. “El gas natural es bienvenido como un recurso energético eficiente, abundante y que produce poco CO2. Pero la fracturación hidráulica implica procesos de riesgo que podrían tener efectos devastadores en la salud y el medio ambiente” afirma. 

 
Aprovisionamiento energético garantizado sin fracturación hidráulica 
 
La duda reina incluso entre aquellos próximos al ministro alemán de la energía, Sigmar Gabriel. “Mientras que la fracturación de gas de esquisto implique la emisión de substancias tóxicas que contaminan las capas freáticas, el SPD se opondrá a aceptar la fracturación hidráulica”, ha asegurado a EurActiv.de Dirk Becker, experto en energía del Partido social-demócrata alemán (SPD).

« Las filones de gas de esquisto no son necesarios para asegurar la seguridad energética de Alemania ya que tenemos una oferta suficiente en el momento presente”, añade. En Canadá, pruebas de fracturación sin utilizar substancias tóxicas se están llevando a cabo. Según Dirk Becker, Alemania debería esperar estos resultados.

Se estima que es poco probable que Rusia corte su suministro de gas a Europa dado que Moscú depende de su venta en el plano económico. Por otro lado, Alemania podría sin ningún problema, mirar hacia Noruega para su suministro. El proyecto de gaseoducto transadriático (TAP), que debería entrar en servicio a partir de 2019, permitirá también hacer llegar el gas de Azerbaiyán al mercado europeo. 
 
El gas continuará siendo una fuente de energía importante por mucho tiempo

Provenga de la fracturación o sea importado, el gas continuará siendo importante a largo plazo, explica Moritz Bonn, experto en medioambiente y energía para el Centro político europeo (Centrum für Europäische Politik). El gas será importante en el futuro en todos los aspectos de la producción eléctrica, incluso después de un crecimiento importante del uso de las energías renovables”. Dado que las centrales de carbón funcionan de forma muy flexible para la producción de electricidad, estas podrían disminuir los riesgos de congestión. 
 
Moritz Bonn estima que Alemania no podrá beneficiarse de la explotación del gas de esquisto en una década. Para reducir su dependencia de cara a Rusia, Berlín debería diversificar sus proveedores a países diferentes. Alemania podría por ejemplo, importar gas de procedente de Turquía que pasaría por el Mar Caspio. La importación de gas natural licuado (GNL) a través de terminales específicas podría en principio provenir de cualquier rincón del mundo. “Hace falta igualmente desarrollar infraestructuras en el seno de la Unión Europea”, ha concluido. 
 
Traducción del artículo "L'Allemagne remet la question du schiste sur la table", publicado el 4 de julio de 2014 en Euractiv.fr