A modo de intensificar las regulaciones federales de la industria, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos evalúa nuevas regulaciones que obliguen a las empresas a dar detalles sobre los químicos que usen en prácticas de fracking para la producción de gas y crudo.
En
una nota publicada el pasado viernes, la Agencia afirmó que se
estaba dando un “preaviso en la elaboración de normas” y se
buscaba la opinión pública sobre sus planes para la recolección de
información de las empresas que usan sustancias químicas y mezclas
para realizar el fracking.
Según
Richard Denison, miembro del grupo ambientalista Fondo para la
Protección del Medio ambiente, estas regulaciones afectarían,
principalmente, a las empresas que elaboren las sustancias que se
usan para el fracking,
que incluyen a DowChemical y DuPont de los Estados Unidos, BASF de
Alemania.
De
acuerdo con Richard: “Las regulaciones significarán que la Agencia
podrá determinar cuáles son las sustancias que suponen un peligro
real y si efectivamente deben tomarse determinaciones para reducir o
eliminar su uso”.
El
Instituto Americano del Petróleo, el organismo que nuclea a las
industrias del gas y del petróleo, realizaron críticas a los planes
de la Agencia, al indicar que las nuevas regulaciones de reportes
serían “innecesarias y reiterativas”. A esto, sumó que ya se
había provisto mucha información acerca de los químicos, no sólo
a la Agencia sino también a las autoridades estatales que son los
principales reguladores en lo que a operaciones de gas y crudo
concierne.
En
los últimos años, la producción de gas y crudo ha incrementado
considerablemente como consecuencia de la revolución de esquisto, lo
que genera preocupación acerca de la contaminación del agua y el
aire.
El
fracking
se realiza en pozos e implica el bombeo de grandes cantidades de agua
a alta presión que, mezcladas con arena y químicos, genera una
pequeña grieta en las rocas por donde el crudo y el gas pueden
fluir.
Los
ambientalistas indican que los químicos, entre ellos ácidos,
agentes espesantes y aditivos para evitar la corrosión y matar las
bacterias, se bombean por debajo del suelo sin que nadie sepa a
ciencia cierta cuáles son los riesgos.
En
2011, compañías de petróleo crearon un sitio de internet, llamado
FracFocus para informar de los químicos que utilizaban. En la
actualidad, son 72.000 los pozos de donde recibe este tipo de
información. Sin embargo, el sitio permite que algunas compañías
se reserven algunos detalles los químicos considerados ser secreto
comercial.
La
composición de los fluidos químicos usados en la fractura hace una
diferencia crucial en el volumen de gas y crudo que puede extraerse
de un pozo; por ello es fuente de ventaja competitiva para empresas
como Schlumberger, Halliburton y
Baker
Hughes que proveen servicios de fracking.
El
sitio también da detalles sobre las propiedades y los potenciales
efectos dañinos de los químicos empleados, información de la que
Agencia de Protección Ambiental está particularmente interesada.
En
una publicación, la Agencia sostuvo que podría impulsar
regulaciones que obliguen a las empresas químicas a revelar esos
detalles y que también usarían prácticas de gestión claras,
certificación y recolección de terceras partes e incentivos para
que se revele esta información.
El
Sr Denison del Fondo para la Protección del Medio ambiente, que
apoya ampliamente la producción de gas pero que presiona por lograr
regulaciones que minimicen su impacto, considera los planes de la Agencia insuficientes para lograr una mayor información pública sobre las sustancias. Los grupos
ambientalistas llevan más de dos años tratando de que la Agencia
divulgue los informes en discusión.
Deb
Nardone del Club Sierra, mucho más en contra de la fractura, afirmó
que las regulaciones de la Agencia “proporcionaría la información
necesaria para ayudar a proteger a nuestras comunidades a lo largo
del país”
Si
bien muchas compañías de gas y crudo apoyan que se incrementen los
informes, algunas quieren mantener protegidos sus secretos de
comercio.
La
petrolera Conoco Phillips manifestó no haber revisado las propuestas
de la Agencia, pero como principio general, apoyaba los informes
químicos en la medida que sea para informar al público y proteja la
información protegida de la industria.
Por
su lado, Royal
Dutch Shell,
explicó que podrían informar de los detalles en sus fluidos
producto del fracking
siempre y cuando sus proveedores se lo permitan. También apoyó la
regulación que exige a los proveedores detallar esa información.
Traducción del artículo "EPA
eyes new disclosure rules for fracking chemicals
" publicado en Financial
Times, el 9 de Mayo e 2014