El informe, que se redactó en 2015, no se ha publicado hasta tres años más tarde, unos días después de que se concediera el permiso para comenzar la fractura hidráulica en el condado de Lancanshire
El informe se difundió cuatro días después de que los legisladores aprobaran el proceso de fracking en Lancashire.
El gobierno británico dejó inédito durante tres años un informe que concluye que la extracción de gas de esquisto mediante la técnica de la fractura hidráulica o fracking aumenta la contaminación atmosférica; un informe que no se ha difundido hasta cuatro días después de que los legisladores aprueben este proceso de extracción en el condado de Lancashire, Inglaterra.
El informe, redactado por el Grupo de Expertos en Calidad del Aire del Gobierno (AQEG, por sus siglas en inglés), se entregó a los ministros en 2015, pero no se publicó hasta el pasado 27 de julio. La empresa de fracking ‘Cuadrilla’ recibió el primer permiso bajo un nuevo régimen normativo el 24 de julio, el último día del año parlamentario.
Sue Hayman, secretaria de Medio Ambiente del Partido Laborista de Reino Unido, afirmó que “la decisión de conceder una licencia a Cuadrilla debe reconsiderarse urgentemente”. Un informe del anterior gobierno, que concluyó que este proceso de fracking podría causar que los precios de las viviendas cayeran un 7%, también se retrasó hasta que se tomara una decisión importante de planificación.
“Se está creando una tendencia a programar anuncios gubernamentales desfavorables al medio ambiente que se anticipan a informes de expertos muy preocupantes”, dijo Hayman, a lo que añadió que “la decisión de tender una tercera pista en el aeropuerto de Heathrow en Londres también se tomó días antes de que el Comité del Cambio Climático informada sobre el peligro de las emisiones de CO2”. Un gobierno laborista prohibiría la fractura hidráulica.
El informe estima que una industria de fracking con 400 pozos aumentaría las emisiones contaminantes a nivel nacional; el aumento sería de entre un 1 y un 4 por ciento de dióxido de nitrógeno y entre un 1 y un 3 por ciento de compuestos orgánicos volátiles. Sin embargo, advirtió de que “los impactos en la calidad del aire a nivel local y regional tienen el potencial de ser sustancialmente mayores que los impactos a nivel nacional, porque es probable que las actividades de extracción estén muy agrupadas”.
“Lo que me sorprendió fue que uno piensa que las principales fuentes de contaminación del aire van a venir del proceso de fractura hidráulica en sí, pero en realidad vienen de toda la industria, incluyendo los generadores de diésel, los camiones yendo y viniendo por las carreteras y todas las cosas que se utilizan para apoyar este proceso”, apuntó el Profesor Paul Monks de la Universidad de Leicester y presidente de la AQEG.
La conclusión del informe sigue siendo válida tres años después. “Eso no ha cambiado. Si tienes algún proceso industrial a nivel local, vas a generar un impacto en la calidad del aire”. Según algunas estimaciones del informe sobre el tamaño de la industria de fracking del Reino Unido, esta alcanzaría los 12.500 pozos. “Si uno aumenta la cantidad de pozos, aumentará (la contaminación) en líneas generales”, dijo Monks.
Los primeros en difundir la publicación del informe de la página web sobre la calidad del aire del gobierno, que no se mencionó en la página de inicio, fueron los especialistas de The ENDS report.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales aclaró que “el gobierno coloca los datos científicos y la investigación en el centro de su decisión”. Además, sostuvo que “el informe del AQEG está basado en datos obtenidos de los Estados Unidos que posiblemente no puedan aplicarse a la situación de Reino Unido” y que este “necesitaba una consideración minuciosa”. “El informe se publicó tan pronto como se completaron todos nuestros procesos de firma”, afirmó.
El informe reveló también que las diferencias entre Reino Unido y Estados Unidos podrían bien aumentar, bien disminuir la contaminación del aire. Los campos de esquisto británicos son más profundos, por lo que es necesario quemar más combustible para extraer el gas y el Reino Unido ya supera el límite legal de óxido de nitrógeno en muchos lugares. No obstante, es probable que el número y la densidad de los pozos sean más bajos que en los Estados Unidos.
Desde que se escribió el informe, se ha comenzado un monitoreo de la contaminación atmosférica en Yorshire para establecer un punto de partida de las emisiones antes de que comience el proceso de fracking.
Connor Schawartz, de Amigos de la Tierra, señaló que “ocultar un informe hasta después de dar licencia para comenzar el proceso de fracking inspira poca confianza en el gobierno” y que, “si se lleva a cabo la investigación, debería publicarse de inmediato”. El sondeo más reciente del gobierno muestra que solo el 18% de la opinión pública apoya la fractura hidráulica.
“La contaminación del aire ya es una crisis de salud pública que se cobra 40.000 vidas al año, y este informe es una prueba más de por qué no debemos comenzar el proceso de fractura”, apuntó Schawartz.
“A este gobierno conservador se le ha llevado tres veces a los tribunales por su incapacidad para hacer frente a la contaminación atmosférica ilegal y, aun así, continúa con un enfoque arrogante sobre esta emergencia de salud pública”, añadió Hayman.
El informe del anterior gobierno que reveló que el fracking podría causar la bajada de los precios de las viviendas fue redactado de un tirón cuando una petición de acceso a la información exigió su publicación en 2014. El informe completo se publicó un año después de la sentencia del Comisionado de Información.
Resultó que, en 2016, el gobierno había retrasado deliberadamente la publicación del informe completo hasta que el Condado de Lancashire (LCC) tomara las decisiones sobre la planificación de las aplicaciones del fracking, lo que representa “trucos sucios de la peor clase”, según un concejal del LCC.
Traducción del artículo "Buried UK government report finds fracking increases air pollution", publicado en The Guardian el 2 de agosto de 2018. Realizada por Célia Cuéllar Romero.