viernes, 8 de abril de 2016

Total reabre en Francia la batalla del gas de esquisto



La petrolera francesa Total acaba de ganar su batalla contra el Estado: el Tribunal Administrativo anula la decisión que prohibía el permiso de exploración de Montelimar. Una nueva prueba de los fallos de la ley votada en julio de 2011. Los opositores ya convocaron una manifestación el 28 de febrero en Barjac (departamento francés de Gard). Explicación de los hechos. 
 Durante el invierno y la primavera de 2011, una movilización ciudadana masiva (vea este relato) obligó al Gobierno y al Parlamento, mayoritariamente de derechas, a votar con urgencia una ley que prohibiera la técnica de la fractura hidráulica. Aunque sea la única técnica utilizada para buscar y extraer el gas y el petróleo de esquisto, el artículo 2 de esta ley del 13 de julio de 2011 da a entender que existen otras técnicas alternativas. Al mismo tiempo, el artículo 3 obliga a los poseedores de licencias de búsqueda de hidrocarburos a informar a la administración si pretenden utilizar la técnica de la fractura hidráulica.

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La ley del 13 de julio de 2011 anima entonces a la industria a ocultar sus verdaderas intenciones: como la ley reconoce la posible existencia de técnicas alternativas, a un poseedor de licencias le interesa comentar que va a utilizar una técnica alternativa y que rechaza el uso de la fractura hidráulica. Como mínimo para ganar tiempo. Todas las empresas en cuestión han tomando esta decisión excepto una (Schuepbach por las licencias de Nant y de Villeneuve de Berg), normalmente en contradicción con los documentos que habían remitido a las autoridades para obtener dicho permiso. 
 
Cero alternativas
Es el caso de Total para la licencia de Montelimar (4327 km2 que se extienden desde el sur de Valence a la región de Montpellier, en Francia). Tras la votación de la ley, la empresa reconoció que quería utilizar las “técnicas de estimulación” “que estén disponibles”, pero afirmó que no utilizará la fractura hidráulica. A día de hoy, no está disponible ninguna otra técnica de estimulación: el mismo Christophe de Margerie explicaba en el periódico Le Monde en enero de 2013 que Total abandonaba el terreno alternativo sobre el que la empresa trabajaba, mientras las empresas que se jactaban de haber puesto a punto los métodos alternativos jamás llegaron a convencer. Todavía peor, algunas han quebrado y/o han sido condenadas por estafa en EEUU.
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Licencia de Montelimar, Valence, Montelimar, Nant, Nimes 
 
Más de diez años después del comienzo de la producción industrial del gas y del petróleo de esquisto, la única técnica utilizada es pues la fractura hidráulica. Respecto a la ley francesa, es imposible la explotación del gas de esquisto sobre la licencia de Montelimar. Sin embargo, Total intentó conservar el permiso cueste lo que cueste, sin ocultar su ambición: el apellido de la filial de Total poseedora de la licencia es Total Shale Europe (el término shale significa esquisto en inglés). No se puede ser más claro. 
 
La ministra NKM se extralimitó en sus funciones
En otoño de 2011, el Gobierno de François Fillon decide anular las licencias de Schuepbach pero también la de Total. Con razón para Schuepbach: el 22 de diciembre de 2015 se rechazó su recurso ya que la empresa no había excluido el uso de la fractura hidráulica. Por el contrario, el Tribunal Administrativo acaba de “anular por exceso de poder la orden de la ministra de Medio ambiente” que concierne Total. En el 2011, para apoyar su decisión, el ministerio había considerado que Total no era suficientemente claro sobre las técnicas alternativas que contaba utilizar. Exacto. Pero la ley no vislumbra este motivo.
Para el tribunal, “la autoridad administrativa exigió precisiones que no estaban previstas por el artículo 3”. “Fundándose sobre un motivo ajeno a los previstos por la ley del 13 de julio de 2011, los autores de la decisión cometieron un error judicial”, precisa el tribunal y “la decisión [de anulación del permiso] está manchada de un desvío en el procedimiento”. Entonces, anulando el permiso de Montelimar, la ministra de Medio Ambiente Nathalie Kosciusko Morizet se extralimitó en la justicia: la ley no le otorga ninguna competencia para decidir sobre la sinceridad de la empresa o sobre la verdad de las técnicas alternativas.

Una ley deficiente
La decisión del Tribunal Administrativo de Cergy-Pontoise revela lo que los opositores al hidrocarburo de esquisto siempre han señalado: la ley del 13 de julio de 2011 no prohibió la búsqueda y explotación del hidrocarburo de esquisto. “La ley sólo impide la técnica de la fractura hidráulica”, como precisa el juicio del Tribunal Administrativo. Un fallo que siempre fue muy criticado por los opositores a los hidrocarburos de esquisto y que había empujado a los electos socialistas a no tomar parte en la votación de 2011: se habían comprometido a completar la ley una vez que estuvieran en el poder.
Hasta hace muy poco no se había propuesto nada en ese sentido, ni del lado socialista ni de la parte de los parlamentarios EELV o del Frente de Izquierda (Front de gauche). Ya no es el caso a partir de ahora: Sabine Puis, diputada del Partido Socialista francés (PS) de la región de Ardèche, acaba de presentar en la Asamblea Nacional una propuesta de ley relativa al diálogo medioambiental, que propone en su artículo 9 la inscripción en el código minero el principio de “la prohibición de toda búsqueda y explotación de hidrocarburos líquidos o gaseosos no convencionales”, añadiendo “sea cual sea la técnica de extracción utilizada”. 
 
Congelación de las reservas de petróleo y gas
Prohibir la búsqueda y explotación de hidrocarburos en rocas sedimentarias en territorio nacional sería un buen comienzo –incluido en las zonas marítimas y ultramarinas del país-. Pero hay que llegar más lejos. El Gobierno debería aprovechar para pedir a las prefecturas el cese de instrucción de las 133 peticiones de permisos actuales que están bajo estudio (datos del ministerio de diciembre de 2015). De la misma manera, podría anular los permisos que están actualmente en vigor y así declarar una Francia libre de búsquedas de nuevos yacimientos de energías fósiles.
Se conocen las razones. No se paró de hablar de ello el pasado diciembre, durante la COP21. Es simple y se explica en cuatro palabras: ¡Estado de urgencia climática! Para conservar la posibilidad prudente de quedarse por debajo del máximo de 2 ºC –hasta 1,5 ºC- de calentamiento climático máximo convenido por el Acuerdo de París, entonces el 80% de las reservas de energía fósiles deberían congelarse. No hay pues ninguna razón para continuar buscando nuevos yacimientos, como reconoció la ministra Ségolène Royal recientemente.
La reforma del código minero, prevista a largo plazo, se presenta como una oportunidad única para introducir el principio que congela las reservas de hidrocarburos, debido a la urgencia climática. Sería un gran avance histórico, más que reconocer los límites de la búsqueda, la explotación y la combustión de energías fósiles. De la misma manera, es una ocasión de hacer temblar cientos de millones de euros (en Francia, pero todavía más a escala mundial), de la industria de la búsqueda y explotación de energías fósiles hacia la transición.
Es tiempo de cambiar de paradigma.


Maxime Combes, economista y miembro de Attac Francia.

PD: una publicación así no habría sido posible sin la vigilia, las alertas y los análisis de los colectivos ciudadanos que luchan contra la búsqueda y explotación de los hidrocarburos (por ejemplo, pero también otros). Les doy las gracias y también a sus animadores que se sentirán identificados.
Artículo "En récupérant son permis, Total rouvre la bataille des gaz de schiste !" publicado en Mediapart el 29 de enero de 2016
Traducido por: Penélope García Fernández
 penelopegf.traductora@gmail.com