lunes, 4 de abril de 2016

7 millones de norteamericanos en riesgo de sufrir terremotos ocasionados por la actividad humana, según el Servicio Geológico de EEUU


Los terremotos son un riesgo natural — excepto cuando son producto de la actividad humana. La industria del gas y el petróleo ha adoptado activamente la técnica conocida como fractura hidráulica, o fracking, para romper las capas subterráneas de roca de esquisto y liberar su contenido de gas y petróleo. Pero el proceso genera enormes cantidades de aguas residuales cargadas de sustancias químicas. El proceso de perforación horizontal empleado por la industria petrolera puede generar un enorme e indeseado volumen de agua salobre natural. La industria se deshace de estas aguas residuales inyectándolas en profundos pozos de deshecho.

 El mapa del Servicio Geológico de EEUU muestra las posibilidades de que los norteamericanos experimenten daños por terremotos naturales o inducidos por el hombre en 2016. Las probabilidades van desde menos de 1 por ciento a 12 por ciento. (Cortesía de USGS)

El lunes, el Servicio Geológico de EEUU(USGS) ha publicado por primera vez un mapa de riesgo de terremotos que cubre tanto los sismos naturales como los "inducidos". El mapa y el informe que lo acompaña indican que parte de la zona central de EEUU enfrenta actualmente un riesgo sísmico igual a los famosos terrenos inestables de California.

Alrededor de 7 millones de personas viven en zonas propensas a sismos inducidos, concluyó el USGS. La lista de lugares con mayor riesgo de terremotos con causa antrópica incluye Oklahoma, Kansas, Texas, Arkansas, Colorado, New Mexico, Ohio y Alabama. La mayoría de estos sismos han sido relativamente menores, en el rango de magnitud 3, pero algunos han sido más fuertes, incluso en Oklahoma se produjo un terremoto de magnitud 5.6 en 2011 que fue asociado a la inyección de aguas residuales.

Los científicos el lunes declararon que desconocen si existe un límite máximo para la magnitud de los terremotos inducidos y que esa es un área de investigación activa. Oklahoma ha experimentado en la prehistoria terremotos equivalentes a los de magnitud 7.

 
Imagen: El mapa de USGS muestra las 21 regiones que han sido impactadas por terremotos inducidos así como la locación de los pozos de inyección de fluidos que han sido asociados con terremotos y los que no. (Cortesía de USGS).

No queda claro de inmediato si esta nueva investigación modificará las prácticas de la industria o incluso si sorprenderá a alguien en las áreas de riesgo recientemente estimado. En Oklahoma, por ejemplo, la tasa natural de terremotos es de solo uno o dos al año, pero ha habido cientos desde que el fracking y la perforación horizontal, con la inyección de aguas residuales que conlleva, se volvieron habituales en la última década.

"Con la inclusión de eventos sísmicos antropoinducidos, nuestra evaluación del riesgo de terremotos se ha incrementado de manera significativa en algunas regiones de EEUU”, explicó en un comunicado Mark Petersen, jefe del Proyecto nacional de mapeo de riesgo sísmico de USGS.

El informe, basado en la actividad sísmica reciente, es una evaluación de riesgo de solo un año. En efecto, los científicos han señalado que lo sucedido en el pasado reciente con terremotos inducidos probablemente se repetirá en el futuro próximo.

Los mapas de riesgo de USGS en el pasado no incluían eventos provocados por el hombre. El mapa de riesgo sísmico de 2014 de USGS mostró riesgo insignificante de terremotos naturales en la zona de Dallas-Fort Worth, por ejemplo. Pero el nuevo mapa, con los temblores inducidos agregados, incrementa el riesgo allí en un factor de 10, según determinó USGS.

 

Imagen: El mapa de USGS muestra las 21 áreas donde los científicos han observado rápidos cambios en la sismicidad que han sido asociados con la inyección de aguas residuales. El mapa también muestra los terremotos - tanto naturales como inducidos- registrados desde 1980 a 2015 en la región central y oriental de EEUU con una magnitud superior o igual a 2.5. (Cortesía de USGS)

Una falla que corre entre Dallas y la vecina ciudad de Irving causó un terremoto de magnitud 3.6 en enero de 2015. Un pozo de inyección se encuentra a apenas alrededor de 6 millas de distancia. Los investigadores están estudiando activamente ese temblor de 2015, señaló Heather R. DeShon, sismólogo de la Universidad Metodista del Sur.

El nuevo mapa sirve como un recordatorio a las poblaciones locales que conviven con los recientes terremotos que es mejor estar preparado para sentir el suelo temblar," dijo DeShon, que no participó en el nuevo estudio.

The Dallas Morning News informó que un estudio inédito de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias estimó que, en el peor de los casos, un terremoto de 5.6 de magnitud en Dallas podría dañar 80,000 edificios, ocasionar el colapso de diques y generar pérdidas económicas equivalentes a $9.5 mil millones de dólares.

La característica más dramática del nuevo mapa de USGS es la mancha roja en el centro norte de Oklahoma, que ya experimentó un terremoto de 5.1 de magnitud este año.

"Mi primer pensamiento fue en realidad ¡maldita sea, Oklahoma está más roja que California", dijo la geóloga de USGS Susan Hough en un correo electrónico a The Post cuando vio el mapa de su agencia el lunes por primera vez.

El riesgo sísmico es difícil de calcular en cualquier momento y lugar, en parte debido a que los terremotos naturales son esencialmente impredecibles. Del mismo modo que la industria del gas y el petróleo es impredecible. Con los precios del petróleo a la baja, las compañías recientemente han hecho recortes en la actividad de perforación.

El recorte de la producción quizás sea la explicación para la disminución de la cantidad de terremotos en los últimos meses en el sur de Kansas, sostuvo Rex Buchanan, director del Servicio Geológico de Kansas. Otro factor pueden ser nuevas normas estatales que regulan los pozos de disposición de aguas residuales, señaló.

Con unas pocas excepciones, las regiones del centro y este del país no son consideradas generalmente como activas sísmicamente. Pero eso no significa que no existan fallas subyacentes en esas regiones más tranquilas. “Casi en todas partes hay fallas. La nación se construyó a lo largo de miles de millones de años, y gran cantidad de fallas fueron el resultado del proceso de construcción," Michael Blanpied, coordinador adjunto del Programa de riesgos de terremotos del USGS, le dijo a The Post.

Los fluidos inyectados en los pozos profundos no lubrican tanto las fallas como agregan presión adicional en ellas, provocando la caída de sus paredes, señaló.

Traducción del artículo "7 million Americans at risk of man-made earthquakes, USGS says" publicado en The Washington Post el28 de marzo de 2016