viernes, 8 de enero de 2016

Estudio muestra el hallazgo de toxinas en los fluidos de fracking



Acaba de publicarse un estudio que recoge el análisis de 1000 sustancias químicas presentes en el fluído de fractura y en las aguas residuales del fracking. De estas sustancias, no se dispone de información sobre la toxicidad de 781 (76 %) de ellas. De las 240 sustancias restantes, los indicios apuntaron a que 103 (43 %) presentan toxicidad para la reproducción, 95 (40 %) presentan toxicidad para el desarrollo, y 41 (17 %) presentan ambos tipos de toxicidadFracking study

 En un análisis de más de 1000 sustancias químicas presentes en los fluidos utilizados en y creados por la fracturación hidráulica (también denominada fracking), investigadores de la Yale School of Public Health descubrieron que muchas de las sustancias se han relacionado con problemas de salud en la reproducción y en el desarrollo, y la mayoría tenía una toxicidad indeterminada debido a la falta de información suficiente.

En el artículo publicado el 6 de enero en el Journal of Exposure Science and Environmental Epidemiology, el equipo de investigación afirmó que se necesitan urgentemente estudios adicionales sobre la exposición y la epidemiología para evaluar las posibles amenazas para la salud humana que constituyen las sustancias químicas halladas en los fluidos de fracturación hidráulica.


El equipo de investigación evaluó datos disponibles sobre 1021 sustancias químicas utilizadas en la fracturación hidráulica, un proceso que recupera el petróleo y el gas natural desde niveles profundos del subsuelo utilizando una mezcla de fluidos de fracturación hidráulica que puede contener cientos de sustancias químicas. Los investigadores señalan que en el proceso se crean cantidades importantes de aguas residuales y se fractura el lecho de roca, lo que representa una potencial amenaza tanto para las aguas superficiales como para los acuíferos subterráneos que suministran agua potable.

Aunque carecían de información definitiva sobre la toxicidad de la mayoría de las sustancias químicas, los miembros del equipo analizaron 240 y llegaron a la conclusión de que 157 de ellas —sustancias químicas como arsénico, benceno, cadmio, plomo, formaldehído, cloro y mercurio— estaban relacionadas con toxicidad para el desarrollo o para la reproducción. Los científicos indicaron que 67 de estas sustancias químicas fueron de especial interés porque ya disponían de un estándar o directriz federal basada en la salud y añadieron que los datos sobre si las concentraciones de dichas sustancias sobrepasaban las directrices eran demasiado limitados para su valoración.


«Esta evaluación es el primer paso para priorizar la gran variedad de posibles contaminantes ambientales derivados de la fracturación hidráulica con vistas a futuros estudios sobre exposición y salud», dijo Nicole Deziel, autora principal y profesora agregada de sanidad pública. «La cuantificación de la posible exposición a estas sustancias químicas, como la monitorización del agua potable en los hogares, resulta vital para comprender el efecto de la fracturación hidráulica en la sanidad pública».

En algunos estudios anteriores se han observado asociaciones entre la proximidad a lugares de fracturación hidráulica y problemas de reproducción y desarrollo, pero no se investigaron sustancias químicas concretas. Según los científicos, la última evaluación conformó el diseño de futuros estudios destacando qué sustancias químicas podrían tener la mayor probabilidad de afectar a la salud.

La fracturación hidráulica ha aumentado drásticamente en los últimos años, y se espera que la práctica crezca en el futuro. Implica perforar la tierra —a una profundidad de más de dos kilómetros— y liberar una mezcla de agua, arena y sustancias químicas a alta presión, que fracturan la roca y liberan el gas atrapado en el interior. En la actualidad, la fracturación hidráulica se utiliza frecuentemente en Estados Unidos, ha incrementado de manera significativa la producción de gas natural y ha hecho caer los precios.

Sin embargo, los críticos de la fracturación hidráulica advierten de que la práctica puede implicar consecuencias importantes para la sanidad pública y señalan que el proceso tiene la capacidad de contaminar suministros de agua potable con sustancias químicas tóxicas. La contaminación atmosférica, las emisiones de gases de efecto invernadero y los movimientos sísmicos menores son otras de las preocupaciones que se mencionan en relación con los procesos de perforación y de eliminación de residuos.

«Nos concentramos en la toxicidad para la reproducción y para el desarrollo porque estos efectos pueden ser indicadores tempranos de peligro para el medio ambiente. Las lagunas en nuestro conocimiento ponen de relieve la necesidad de mejorar nuestra comprensión de los posibles efectos adversos asociados a estos compuestos», explica Elise Elliott, doctoranda de sanidad pública y primera autora del artículo.

Los investigadores determinaron que las aguas residuales producidas por la fracturación hidráulica pueden ser incluso más tóxicas que los propios fluidos de la fracturación. Esto llevó a los investigadores a la conclusión de que hay que concentrarse más en estudiar no solo lo que entra en el pozo, sino también qué sustancias químicas y subproductos se producen durante los procesos de fracturación hidráulica.

Los investigadores también indicaron que se deben analizar rigurosamente las 781 sustancias químicas para las que falta información en la actualidad, con el objetivo determinar si representan amenazas para la salud.Además de Deziel y Elliott, en el equipo de investigación estuvieron el vicedecano de la Yale School of Public Health, Brian Leaderer; Michael Bracken, profesor de la cátedra Susan Dwight Bliss de Epidemiología (enfermedades crónicas); y Adrienne Ettinger, profesora auxiliar en la facultad en la que se llevó a cabo la investigación.



Revista científica en que se publica el estudio

Journal of Exposure Science and Environmental Epidemiology advance online publication 6 January 2016; doi: 10.1038/jes.2015.81
Título del estudio

 A systematic evaluation of chemicals in hydraulic-fracturing fluids and wastewater for reproductive and developmental toxicity

Autores

Elise G Elliott1,2, Adrienne S Ettinger2,3, Brian P Leaderer1,2, Michael B Bracken2,3 and Nicole C Deziel1,2

1.     1Department of Environmental Health Sciences, Yale School of Public Health, Yale University, New Haven, CT, USA

2.     2Center for Perinatal, Pediatric, and Environmental Epidemiology, Yale University, New Haven, CT, USA

3.     3Department of Chronic Disease Epidemiology, Yale School of Public Health, New Haven, CT, USA

Correspondencia: Dr Nicole C Deziel, Yale School of Public Health, Yale University, 60 College Street, New Haven, CT 06520, USA. Tfno.: +1 203 785 6062. Fax: +1 203 737 6023. Correo electrónico: nicole.deziel@yale.edu

Recibido el 16 de mayo de 2015; revisado el 24 de septiembre de 2015; aceptado el 25 de septiembre de 2015


Resumen del estudio

Los fluidos de la fracturación hidráulica y las aguas residuales derivados del desarrollo no convencional de petróleo y gas natural contienen cientos de sustancias con la capacidad de contaminar el agua potable. Entre los desafíos a la hora de llevar a cabo estudios bien diseñados sobre la exposición humana y la salud se encuentran la información limitada acerca de agentes etiológicos probables. Evaluamos sistemáticamente 1021 sustancias químicas identificadas en fluidos de fracturación hidráulica (n=925), en aguas residuales (n=132) o en ambos (n=36) para detectar una posible toxicidad para la reproducción o el desarrollo, con el objetivo de separar aquellas con posibilidad de influir en la salud humana. Buscamos sustancias químicas con datos disponibles en la base de datos REPROTOX, usando los números de registro del Servicio de Resúmenes de Productos Químicos, y evaluamos los indicios de efectos adversos para la reproducción y el desarrollo. A continuación, determinamos qué sustancias químicas ligadas a la toxicidad para la reproducción o el desarrollo tenían estándares o directrices de calidad del agua. Faltaba información sobre la toxicidad de 781 (76 %) sustancias químicas. De las 240 sustancias restantes, los indicios apuntaron a que 103 (43 %) presentan toxicidad para la reproducción, 95 (40 %) presentan toxicidad para el desarrollo y 41 (17 %) presentan ambos tipos de toxicidad». De estas 157 sustancias químicas, 67 tenían un estándar o directriz federal de calidad del agua o recibieron propuestas para ello. Nuestro enfoque de cribado sistemático identificó una lista de 67 candidatos a analitos relacionados con la fracturación hidráulica, tomando como base la toxicidad conocida o sospechada. La incorporación de datos sobre la potencia, las propiedades físico-químicas y las concentraciones ambientales podría dar más prioridad a estas sustancias para futuras evaluaciones de la exposición del agua potable o estudios sobre la salud en la reproducción y el desarrollo.


Traducción del artículo "Toxins found in fracking fluids and wastewater, study shows" publicado en YaleNews el 6 de enero de 2016