El
CEO de Royal Dutch Shell le dijo a los defensores del medio ambiente
el martes que sus pedidos dirigidos a los inversores para que se
desprendan de sus acciones de los principales grupos del sector
energético “ignoran la realidad”.
Ben
van Beurden realizó una sólida defensa de la industria del gas y el
petróleo en la reunión anual del grupo anglo-holandés en La Haya,
al sostener que los combustibles fósiles eran necesarios para hacer
frente a la creciente demanda de energía, especialmente en mercados
emergentes.
Sus
declaraciones, respondiendo preguntas de los accionistas, llegan en
medio de una campaña tendiente a convencer a los inversores de que
las empresas de combustibles fósiles son una apuesta cada vez más
riesgosa mientras aumentan los esfuerzos regulatorios para combatir
el cambio climático y la contaminación del aire y los costos de las
energías alternativas disminuyen.
La
idea de “activos obsoletos”, aquellos que sufren una pérdida de
valor no prevista, es una nueva y más sofisticada arma en la
artillería de los detractores de los combustibles fósiles, que con
frecuencia, han sostenido que los imperativos del cambio climático
por sí solo exigen terminar con los combustibles fósiles.
Este
argumento, también llamado la teoría de la “burbuja de carbono”,
sostiene que las acciones de los productores de combustibles fósiles
están sobrevaluadas debido a que gran parte de su producto tendrá
que permanecer en el suelo si el calentamiento global se va a
mantener dentro del límite de 2 grados Celsius.
“El
argumento de los activos obsoletos, la ‘burbuja de carbono’,
es . . . un argumento que suena bastante convincente y
sólido,” afirmó van Beurden. “Pero la realidad es que el 80 por
ciento del total de la matriz energética está compuesta por
combustibles fósiles, lo ha estado durante varias décadas y lo
seguirá estando por varias décadas más.”
La
causa de los ambientalistas es fácilmente ignorada por los
inversores, al menos a corto plazo, debido a que los empresas
petroleras son una de las mayores fuentes de dividendos y las normas
que rigen las obligaciones fiduciarias obligan desde hace tiempo a
los grandes fondos de inversión a darle prioridad a los retornos
financieros sobre las preocupaciones ambientales o de otro tipo.
“Si
no invirtiéramos en combustibles fósiles, en petróleo y gas,
particularmente en gas y petróleo durante los próximos 35 años,
tendríamos una caída de alrededor de 85 millones de barriles
diarios de petróleo,” sostuvo van Beurden, señalando que se prevé
que tres mil millones de personas “pasen de la pobreza a la clase
media” en las próximas décadas.
“Esa
inversión aún debe hacerse... entonces la idea de que de repente el
gas y el petróleo de alguna manera dejarán de ser necesarios
simplemente no es una realidad,” él agregó.
Shell
también recibió duras críticas por su decisión de reiniciar la
exploración en el Mar de Chukotka en el Ártico.
El
Sr. van Beurden declaró que el grupo había realizado “enormes
esfuerzos” para gestionar los riesgos asociados con el proceso de
perforación. Shell ha manifestado que, si la exploración resulta
exitosa, es probable que transcurra una década o más antes de que
la producción funcione plenamente.
Por
otro lado, el grupo anunció que había recibido una oferta de €464
millones de la compañía DCC Energy, parte del grupo irlandés DCC,
por Butagaz, su empresa productora de gas licuado de petróleo en
Francia.
Traducción del artículo "Royal Dutch Shell chief says fossil fuel critics ‘ignore reality’ " publicado en Financial Times, May 19, 2015