lunes, 1 de diciembre de 2014

Las frustradas esperanzas de Polonia en el sueño del gas de esquisto


La comercialización del excesivamente publicitado boom del gas de esquisto de Polonia podría tardar todavía seis años en ser viable, ya que las empresas extranje ras de gas y petróleo están abandonando sus planes de exploraciones a causa de las trabas burocráticas y de un clima hostil para la inversión.

Polonia soñaba con que el gas de esquisto nacional proporcionaría una alternativa a su dependencia de la energía rusa, dificil de aceptar desde el punto de vista poitico, así como unos ingresos extraordinarios a las arcas del Estado.

Algunas empresas petroquímicas globales tales como ExxonMobil, Total y ConocoPhillips llegaron en masa al país, comprando ávidamente concesiones y convirtiendo a Polonia en el mayor mercado de gas de esquisto por pozos perforados.

Sin embargo, los pozos de las exploraciones no han cumplido con las expectativas, y muchas empresas perforadoras han perdido la paciencia por los retrasos legislativos que han ido enfriando las ambiciones de sus directivos.

De las 11 empresas extranjeras que invirtieron en el mercado del gas de esquisto de este país durante los últimos cuatro años, siete ya han abandonado este mercado, con un gasto previo acumulado de 500 millones de libras.

Esto ha dejado a empresas nacionales tales como PKN Orlen, Lotos and PGNiG, que cuentan con el respaldo financiero y normativo del Estado, y a un puñado de actores globales con muchos fondos a la espera de que la situación cambie.

Hicimos todo lo que estaba en nuestras manos, pero llegamos a un punto en el que no se justificaba seguir. Hemos demostrado que hay potencial, pero los actuales resultados no justificaban un mayor compromiso de capital por parte de nuestra empresa”, afirma Kamlesh Parmar, director ejecutivo de la empresa británica de perforación 3Legs Resources, que se fue de Polonia el pasado septiembre.

Esto va a llevar más tiempo y dinero de lo que la mayoría de la gente imagina. Las operadoras que se queden deberán tener dinero y paciencia si quieren que sus proyectos tengan éxito”.

A la progresiva retirada de inversores y empresas de exploración y a la creciente desilusión respecto al futuro del gas de esquisto en Polonia se une ahora la abrupta caída de los precios del petróleo, que ha generado dudas sobre la credibilidad financiera de este combustible incluso en mercados de perforación tan bien establecidos como el Estados Unidos de América.

El ministro polaco del Medio Ambiente, que regula este sector, afirma que es posible que haya que esperar hasta el 2020 para que Polonia pueda vender gas de esquisto con un nivel de beneficios similar al de Estados Unidos.

Viajando por los campos y bosques situados a 80 km de Gdnask, en la costa báltica al norte del país, resulta difícil identificar el lugar de nacimiento del sueño polaco del gas de esquisto.

Dos enormes cabezas de pozo metálicas, en mitad de un campo y apenas visibles desde la carretera, señalan las tumbas de los primeros pozos verticales y horizontales de país.

Perforados por 3Legs en 2010 y 2011, estos pozos produjeron algo de gas, pero no lo suficiente para empezar a producir de forma comercial.

Parmar afirma que el peso del papeleo burocrático, que puede implicar una espera de 18 meses para la obtención de un permiso para iniciar las perforaciones en busca de gas, fue minando las finanzas y las ganas de la empresa para seguir invirtiendo en nuevos pozos.

Estos plazos desincentivan la inversión”, afirma. En septiembre, 3Legs traspasó sus concesiones a ConocoPhillips y dejó de operar en Polonia, uniéndose así a Total, ENI, ExxonMobil y a otras tres empresas extranjeras que ya han hecho las maletas.

Estamos intentando reducir los tiempos en la toma de decisiones, para que a las empresas les resulte lo más fácil posible”, afirma Pawel Mikusek, portavoz del Ministerio de Medio Ambiente polaco.
 
Pero claro, estamos hablando de geología, esto tarda años” dice. “Tenemos que parar un poco y dejar que los inversores hagan su trabajo”.

La empresa inversora irlandesa San Leon Energy no ha perdido la esperanza en las concesiones que tiene en Polonia. “A veces es muy frustrante, muy burocrático, pero las cosas están cambiando … El Gobierno nos está apoyando mucho”, afirma Oisin Fanning, presidente ejecutivo de dicha empresa. “Se demostrará que en Polonia hay gas de esquito, y acabará saliendo”.

En el año 2011, las reservas del gas de esquisto de Polonia estaban estimadas en 5,3 billones de metros cúbicos, suficientes para 300 años de demanda interna de gas. Los funcionarios públicos incluso hablaban de la creación de un fondo soberano de inversiones en este sector para competir con el de Noruega.

Hoy, el ministro considera que el país puede tener gas para unos 55 años, si se puede extraer. Hasta ahora se han perforado 66 pozos, según el Gobierno. Ninguno está produciendo gas en cantidades comercialmente viables.

Podría decirse que se produjo un pequeño exceso en las expectativas, demasiada esperanza”, afirma Jacek Libucha, director del The Boston Consulting Group en Varsovia.

Ahora, la iniciativa la llevan las empresas estatales que cuentan con recursos financieros, pero que tienen que adquirir el conocimiento adecuado para explotar el potencial … [su] intención es desarrollarlo a su propio ritmo, en lugar de con la mentalidad de fiebre del oro que había hace unos años.

En agosto se aprobó una nueva ley de hidrocarburos, que había tardado dos años en elaborarse, como un intento de facilitar el proceso normativo de los mineros del gas de esquisto en Polonia. Y el Ministerio de Medio Ambiente afirma que el equipo que se encarga de las solicitudes de esta industria ha aumentado a 10 personas, cuando en 2012 solo tenía tres.

ConocoPhillips, que en el año 2009 invirtió en activos de gas de esquisto polacos junto con 3Legs, dice que todavía está realizando pruebas para definir las perspectivas de futuro de sus concesiones en Polonia.

Esta empresa estadounidense de exploración “sigue haciendo incidencia a favor de un cambio legislativo que promueva la inversión y, a la vez, proteja los intereses de Polonia”, según ha afirmado un portavoz. 

Traducción del artículo "Poland’s hopes dashed of shale gas dream" publicado el 16 de noviembre de 2014 en Financial Times