domingo, 31 de agosto de 2014

¿Quiere saber cómo le afectará la fractura hidráulica? Perdón, ¡es un secreto de estado!



Una nueva semana, un nuevo fracaso relacionado con la fractura hidráulica. El gobierno acaba de publicar un informe acerca de los probables efectos de las perforaciones en las comunidades rurales británicas – incluyendo su posible impacto en los precios de las propiedades – que está tan severamente editado que se podría haber referido a una evaluación militar de las opciones a la intervención en Irak.


Ya sea acertado o no, el informe sólo puede generar sospechas en el ciudadano promedio respecto a que los ministros y la industria tienen mucho que ocultar acerca de cómo la fractura hidráulica afectará intereses vitales. Y esto hará mucho más difícil que las empresas logren el “permiso social” del respaldo del público, que admiten, será esencial si la exploración y explotación del gas y petróleo de esquisto va a ser exitosa.

El informe – Shale Gas: Rural Economy Impacts,(Consecuencias en la economía rural del gas de esquisto) publicado (si esa es la palabra adecuada) por el Departamento de Medioambiente, Alimentos y Asuntos rurales – reconoce que “numerosas comunidades rurales pueden resultar afectadas por la expansión de las actividades de gas de esquisto en las regiones del noreste, oeste y sur de Inglaterra”. Pero luego el documento trata cómo serán impactadas como un asunto altamente confidencial.

El grado de ocultamiento del informe es casi una manía a lo Putin. Algunos de los 58 párrafos parecen haber sido reducidos a sólo 13 páginas, y se eliminaron por completo algunas secciones.Tres párrafos de cada seis parecen haber sido recortados de la sección que trata los efectos en el precio de las viviendas, y dos de cuatro del párrafo sobre los servicios locales.

Las conclusiones del informe han quedado reducidas a once líneas - dedicadas de manera abrumadora a los incentivos financieros que los ministros y la industria están ofreciendo a los concejos municipales y a las comunidades que acepten la fractura hidráulica – enmarcadas por 16 párrafos editados. Es aún más absurdo que el informe señala que ha examinado un tercer “impacto social importante” además de las consecuencias sobre los precios de las propiedades y los servicios locales, pero se niega a decirnos de qué se trata, ni tampoco qué se ha descubierto: el título de la sección y todos sus 12 párrafos han sido completamente eliminados.

Pero es la sección sobre los precios de las propiedades la que sin duda causa mayor alarma. Esta es la única parte, en lo que queda del informe, que incluye algunas estimaciones acerca de las consecuencias negativas de la fractura hidráulica (en contraste, las cifras optimistas de la cantidad de empleos que podrían crearse son usuales). El informe presenta numerosos estudios que muestran valores decrecientes en un rango de 3 al 14 por ciento para las propiedades cercanas a la zona de perforación (aunque uno sugiere que los precios aumentarán en Pensilvania donde la propiedad tenía redes de distribución de agua).

Muchos propietarios pueden incluso palidecer con esas cifras. Y es probable que sospechen, con razón o no, que los párrafos editados contienen estimaciones aún peores de las pérdidas de valor más probables en los condados británicos. Es más, los residentes de las zonas cercanas a los sitios de perforación en Lancashire ya están informando que sus hogares están tan deteriorados que les resulta imposible venderlos.

La presión pública sobre los ministros está aumentando para que publiquen el informe sin censura – y no se trata sólo de los inevitables grupos de activistas. Allister Scott, Profesor de Planeamiento Ambiental y Territorial en la Universidad de Birmingham, acusa al gobierno de “suprimir evidencia”, y agrega: “Sólo debería eliminarse parte de un documento cuando la información es contraria al interés público, o por confidencialidad. Este no es el caso. El interés público está orientado a obtener información clara acerca de las consecuencias de esta política.”

Como también dice, los defensores de la fractura hidráulica deben estar
consternados” por el episodio, porque el incidente es probable que ocasione que más británicos promedio se sumen a las filas de quienes por principios se oponen a las perforaciones. Estos dos sectores del electorado – los coroneles y los malhumorados – no tienen demasiado en común, pero son muy difíciles de vencer cuando se combinan para luchar en el tema ambiental. Estos grupos interrumpieron el “más grande programa de construcción de rutas desde la época de los romanos” de Margaret Thatcher 20 años atrás y han enfrentado a Cuadrilla en Balcombe. Tan efectiva ha sido la alianza que la industria está arrepintiéndose cada vez más de aventurarse en el sur de Inglaterra – que es lo que provocó el nacimiento de la alianza en primer lugar.

Por supuesto, algunos militantes hacen cosas que sus aliados que respetan las normas nunca harían. Justo la semana pasada, por ejemplo, el hogar de un guardia de seguridad en el sitio de perforaciones en el norte de Irlanda fue bombardeado. Y existe el peligro de que un grupo violento podría fragmentarse del grupo principal de militantes, como sucedió en el caso de los experimentos en animales, provocando que la mayoría se aleje. Pero hasta ahora la insistencia de los ministros que “están decididos a ir por el esquisto”, dando la impresión de que están contentos de anular tanto las preocupaciones locales y las regulaciones efectivas, mantiene la alianza unida.

Pero – como lo demuestran los recientes sucesos de Ucrania y Oriente medio – Gran Bretaña y otros países de occidente necesitan asegurar las provisiones locales de petróleo y gas. Sólo puede esperarse que la fractura hidráulica cumpla su tan publicitada promesa de una producción segura y bien regulada.

Pero las dudas están aumentando, no sólo como resultado de la creciente oposición, sino porque los recursos parecen ser menos abundantes que lo que se pensaba. El mes pasado el Instituto Geológico británico informó que el sur de Inglaterra – recientemente exagerado por los ministros como propicio para una bonanza económica – contiene cantidades no significativas de gas de esquisto y sólo reservas limitadas de petróleo de esquisto, que se consideran difíciles de explotar.

Las expectativas se han reducido significativamente en Polonia, otro de los principales defensores de la fractura hidráulica en Europa. Incluso en los EE.UU., las estimaciones de reservas recuperables en el yacimiento de Monterey – que se creía que era el más rico del país – han sido recientemente reducidas en 96 por ciento.

En un provocativo artículo de la semana pasada, Tim Morgan, ex jefe de investigación global de Tullett Prebon brokers, incluso sugirió que, en el futuro el “esquisto será reconocido como la versión de esta década de la burbuja de las punto com”.

Morgan alegó que la razón por la que la fractura hidráulica proliferó en EE.UU., es que el método fue muy promocionado, lo que provocó un exceso de inversiones, y ese exceso de pozos y de oferta produce la caída de los precios. Pero, agregó, los pozos de esquisto cuestan casi el doble que los comunes y la producción de los mismos declina “con mucha rapidez” (al menos 60 por ciento en el primer año, comparado al típico 7-10 por ciento de caída de los pozos convencionales”) y por lo tanto los pozos de esquisto “nunca serán rentables”.

¿Está en lo correcto? Todos esperamos que no. Mi propia sensación es que la fractura hidráulica – al menos en el noroeste – puede ser una contribución útil, si no espectacular a nuestras fuentes de energía. Pero primero el gobierno y la industria deberá ganarse la confianza de las comunidades afectadas por la fractura hidráulica – y, actualmente, ambos están tomando el camino equivocado en este tema. 

Traducción del artículo "Want to know how fracking willaffect you? Sorry, that's a state secret!" publicado por Geoffrey Lean en The Telegraph el 11 de agosto de 2014