miércoles, 27 de agosto de 2014

Las compañias de perforación emplean de forma ilegal combustible diésel en el fracking



Un estudio realizado por un grupo medioambiental revela cientos de casos en los que las compañias que realizan las perforaciones de los pozos emplearon combustible diésel sin obtener autorización y a veces modificaron documentos que lo denunciaban.

Un nuevo informe acusa a varias empresas de petróleo y gas de haber empleado combustible diésel de forma ilegal en sus operaciones de fracturación hidráulica y de haber manipulado datos para ocultar que habían incumplido la ley federal Safe Drinking Water Act, que regula la calidad del agua potable en Estados Unidos.

El informe, publicado esta semana por la asociación Environmental Integrity Project (Proyecto de Integridad Medioambiental), indica que, entre 2010 y julio de 2014, 33 empresas diferentes fracturaron al menos 351 pozos empleando combustibles diésel sin permiso. Integrity Project, una organización medioambiental con sede en Washington, D.C., afirma que empleó la base de datos respaldada por la industria, FracFocus, para identificar posibles incumplimientos y determinar los datos que las empresas habían manipulado de forma retroactiva para borrar toda prueba. 
 
Según la mencionada ley sobre el agua, la Safe Drinking Water Act, es imprescindible que las empresas perforadoras obtengan un permiso cuando pretenden emplear combustibles diésel en sus operaciones de fracking. Asimismo, las empresas están obligadas a notificar su actividad a los residentes cercanos, informar sobre las características químicas y físicas de los fluidos empleados, llevar a cabo pruebas de calidad del agua antes y después de la perforación, y comprobar la integridad de las estructuras de los pozos para asegurarse de que pueden soportar altas presiones de inyección. El combustible diésel contiene una alta concentración de sustancias químicas carcinogénicas, entre las que se incluyen el benceno, el tolueno, el etilbenceno y el xileno, que se dispersan con facilidad en las aguas subterráneas.

FracFocus es un registro en línea que permite a las empresas enumerar las sustancias químicas que emplean durante el fracking. Al menos 10 estados, entre ellos Texas, Colorado y Pensilvania, exigen que se emplee dicho sitio web para aportar esta información.



El informe confirma que los datos de la industria muestran que las empresas admitieron haber empleado diésel sin los permisos necesarios. Según el informe, los análisis de Integrity Project revelaron que en aproximadamente el 30 por ciento de esos casos, las empresas eliminaron más tarde de la base de datos la información sobre el uso de diésel. 
 
«El problema está en que se trata de una industria que crea sus propios informes y normas», comentó Mary Greene, abogada principal de la organización medioambiental. «No existe una supervisión federal ni estatal sobre [los datos de FracFocus]».

Actualmente, la página web de FracFocus no ofrece la posibilidad de localizar los cambios realizados en la información que contiene. Integrity Project se dio cuenta de los cambios cuando comparó nuevos datos con datos antiguos de FracFocus que se compraron a PIVOT Upstream Group, una empresa de consultoría de Houston.

Energy In Depth (Energía en profundidad, en su traducción al español), la rama encargada de la investigación y las comunicaciones dentro de la Asociación Independiente del Petróleo de Estados Unidos, publicó una extensa respuesta al informe de Integrity Project y lo criticó por incluir el uso de diésel anterior a una norma de 2014 de la Agencia de Protección Medioambiental estadounidense, que especificaba los tipos de sustancias químicas que se consideraban «combustibles diésel».

Energy In Depth afirmó que Integrity Project estaba «cambiando de forma retroactiva la definición de combustible diésel para desprestigiar más operaciones por participar en una actividad («fracking con diésel») que no tuvo lugar».

La Agencia de Protección Medioambiental estadounidense apuntó al queroseno en primer lugar como una clase de combustible diésel en mayo de 2012, cuando publicó un borrador de la norma que se finalizó este año. El queroseno también se incluye como un tipo de combustible diésel en la definición de la ley de Control de Sustancias Tóxicas, que controla la producción, el uso y la eliminación de residuos químicos.



En su respuesta, Energy In Depth también señaló que en algunos casos las empresas podrían haber introducido datos incorrectos en el sitio web de FracFocus y estaban intentando corregirlo, no esquivar la ley.

«Ya no empleamos equipos de terminación de pozos previstos en los contratos que, hace más de tres años, utilizaron en cinco pozos muy pocas proporciones de queroseno y un hidrocarburo destilado», afirmó John Christiansen, director de comunicaciones externas de Anadarko Petroleum Corp., una de las empresas mencionadas en el informe. «Desde 2011, no se ha vuelto a repetir y seguimos cumpliendo la normativa de la Agencia de Protección Medioambiental», indicó en un correo electrónico a ProPublica.

El informe reveló que seis empresas habían modificado la información de los pozos y Pioneer Natural Resources era responsable de 62 de los cambios. Tadd Owens, vicepresidente de asuntos gubernamentales de Pioneer afirmó que la mayor parte de los cambios se debían a «errores de codificación» al enviar los datos a FracFocus.

«Sí que utilizamos pequeñas proporciones de queroseno en 2011 antes de que la Agencia de Protección Medioambiental nos proporcionara unas orientaciones. Los demás pozos de la lista son errores de codificación y contamos con un constante proceso de control de calidad interno [para identificarlos]», afirmó.

Durante muchos años, los grupos que pertenecen a la industria del fracking reiteraron que las empresas que formaban parte de ellos nunca emplearon combustibles diésel en sus operaciones. Más tarde, en 2011, una investigación en el seno del Congreso reveló que, de hecho, entre 2005 y 2009, 12 empresas habían inyectado en pozos de 19 estados más de 121 millones de litros de combustible diésel o fluidos de fracking que contenían combustibles diésel.


Los grupos de esta industria cambiaron luego su argumento, y declararon que no podían estar incumpliendo ninguna normativa federal al emplear combustibles diésel porque la Agencia de Protección Medioambiental nunca había especificado con exactitud qué tipo de combustibles en concreto estaban prohibidos. 
 
De hecho, en un correo electrónico enviado a ProPublica en 2011 por parte de Halliburton, una empresa que aparecía en la investigación del Congreso por haber empleado más de 27 millones de litros de combustible diésel, afirmaba que no habían violado ninguna ley «porque actualmente no existe ningún requisito en la normativa medioambiental federal que exija a la empresa obtener un permiso federal antes de llevar a cabo un proyecto de fracturación hidráulica empleando diésel».

A continuación, la Agencia de Protección Medioambiental actuó para dejar clara su autoridad, y a principios de este año finalizó normas más detalladas en relación con el empleo de combustibles diésel en las operaciones de fracking.

En febrero de 2014, después de que la Agencia de Protección Medioambiental publicara sus normas, Lee Fuller, vicepresidente de asuntos gubernamentales de la Asociación Independiente del Petróleo de Estados Unidos, declaró que la norma era «una solución que buscaba un problema».

«Según las prácticas actuales de la industria, el uso de combustibles diésel ya se ha eliminado de las operaciones de fracturación hidráulica», afirmó Fuller.

Sin embargo, las empresas energéticas han seguido produciendo fluidos de fracking que contenían combustibles diésel. El informe de Environmental Integrity Project identificó 14 productos de fracturación de pozos (llamados comercialmente emulgentes, dispersantes, aditivos y disolventes) que eran vendidos por Halliburton y que contenían combustibles diésel. Los propios registros de datos de seguridad de Halliburton de estos productos incluían el diésel como sustancia química de los mismos.

«Halliburton está trabajando con los legisladores del estado y los clientes para asegurarse de que todos los informe de [FracFocus] son precisos», afirmó Emily Mir, portavoz de la empresa. Mir no mencionó si Halliburton informaba a los perforadores que adquirían sus productos de que debían obtener un permiso antes de poder emplear el diésel en el fracking.

Traducción del artículo "Report: Drillers Illegally Using Diesel Fuel to Frack" publicado por  Naveena Sadasivam en ProPublica, el 14 de agosto de 2014, realizada por Cristina López, miembro de Traductoras en Acción, la red de traductoras/es e intérpretes voluntarios/as de Ecologistas en Acción