lunes, 24 de febrero de 2014
Rumanía: Una rebelión de campesinos contra la fractura hidráulica
Terremotos y pozos contaminados están desatando una rebelión en contra de la fractura en Rumania y están poniendo en evidencia las profundas grietas existentes entre las zonas rurales de la región central y la elite política urbana.
Son los manifestantes menos pensados en favor de la ecología, con una vida de dificultades grabada en sus rostros, envueltos en bufandas y apoyándose en bastones, docenas de campesinos han atravesado a pie campos cubiertos de nieve para manifestar contra la fractura hidráulica.
Los granjeros de la localidad de Pungesti, una somnolienta población en el lejano condado de Moldavia, en el límite de Rumania, están luchando para detener las operaciones de fractura en su pueblo.
Las protestas tan vehementes se están convirtiendo en una espina en el costado para el gobierno delpresidente Ponta y para las empresas de energía que han sido invitadas para explorar fuentes de gas no convencional.
Las protestas continúan
Escenas que incluyen ataques cardíacos y represión policial se han difundido en pantallas alrededor del mundo en noviembre cuando Chevron inició la construcción de una plataforma de exploración en un campo fangoso en el límite de la localidad de Pungesti.
Pero el invierno se instaló, el mundo siguió adelante, los equipos de la televisión hace rato que se fueron y los pobladores quedaron solos para defenderse en un escenario caracterizado por la nieve, la pobreza extrema y el aislamiento que son típicos en la vida de esta región en el este de Rumania.
Volvimos la semana pasada y nos encontramos que con temperaturas bajo cero y nieve de un metro las protestas continúan.
Fuimos testigos de una solemne procesión de lugareños, que incluye niños agitando banderas, y ancianos con bastones, marchando por las calles, mientras cada uno de sus movimientos es vigilado desde camionetas de la policía que escoltan a ancianas menudas que avanzan tambaleándose con la ayuda de bastones.
(Ver el informativo de C4 online sobre las luchas de la población rumana contra las prospecciones)
Silvica, un ícono inesperado en Youtube
Silvica, que se convirtió en un hit en Youtube cuando estallaron las primeras protestas en noviembre, fue filmada cuando se defendía de la policía antidisturbios en el sitio elegido para realizar operaciones de fractura hidráulica. La seguimos en su marcha varios km hacia arriba por una calle cubierta de nieve, nos recibió en su casa, diminuta, oscura, hecha de adobe que se mantiene acogedora por el fuego en un rincón.
Mientras prepara sopa de col nos explica su lucha continua contra la fractura hidráulica.
“Ellos quieren gas, nosotros no estamos de acuerdo. Nos vamos a morir de hambre, se nos va a desprender la carne. Escuché sobre esto y no lo queremos. Si Chevron viene nos van a quemar con gas, no lo queremos.”
El día de la filmación Chevron había difundido un folleto explicativo con los beneficios de la fractura hidráulica. Para muchos de los residentes con los que hablamos fue muy poco y demasiado tarde.
Yogures y camisetas
Abundan las historias de cómo los representantes de Chevron repartían camisetas en la calle principal del pueblo meses atrás- un acto grosero de una estrategia mal calculada de relaciones públicas-y de que tuvieron que retroceder para resguardarse cuando les arrojaron yogures en señal de protesta.
“No está bien que los norteamericanos hagan cosas como esta en este país” manifestó el ex alcalde Constantin Spiridon, titular de una propiedad lindera al sitio de la exploración.
“Aquí en el campo todos tienen una vaca y no necesitan leche de los representantes de Chevron y tampoco necesitan camisetas”.
En una respuesta por escrito Chevron manifestó que se comunicó con más de 350 habitantes de la localidad pero “desafortunadamente Chevron no ha podido hablar con más residentes debido a las amenazas de los manifestantes”.
Aprendiendo de la experiencia
Sin acceso a información de fuentes confiables los lugareños sintonizan videos de internet de EEUU, imágenes de grifos en llamas, y estudios con grandes titulares de diarios que relacionan la fractura hidráulica con potencial contaminación del agua y que atenta contra la salud de los animales.
Percibida como una amenaza para los recursos naturales ha alterado los nervios de los campesinos rumanos, 2 millones de personas que todavía dependen de agua, aire y suelo libres de contaminación para sobrevivir y la histeria al respecto está alcanzando niveles preocupantes.
En la protesta una mujer se dirige a la policía llorando y agitando un palo “los niños mientras duermen, preguntan “nos vamos a morir, nos vamos a morir”.
Terremotos, veneno y golpizas
Hacia el norte a 2 horas de viaje, se encuentra una localidad que se está derrumbando, Isvoarele, se trata de un asentamiento lindero a un campo de exploración de gas y petróleo en las colinas de Moldavia donde se ha venido explorando con éxito y sin incidentes por décadas pero en los últimos meses los temblores y la contaminación del agua le han hecho la vida imposible a sus residentes.
Encontramos a una señora que nos mostró un hueco en su sala de estar y grietas evidentes en los cimientos alrededor de su casa.
Se han detectado 380 temblores sólo en septiembre.
“Era como si pasara un subterráneo bajo la casa haciendo vibrar el suelo arriba y abajo.
Dormíamos afuera”-
Según el alcalde casi la mitad de los recursos hídricos del pueblo están contaminados y se dice que los que se animan a contarlo esperan represalias.
Un jovencito que habló con nosotros tuvo que pasar 3 días en el hospital el mes pasado recuperándose de los golpes que le propinaron por haberse referido en un video de internet unas semanas atrás a cómo está temblando la tierra.
En los confines del pueblo se extiende, hasta donde alcanza la mirada, un campo de petróleo desolado. Entre pequeños pozos con tapa silban charcos de petróleo derramándose.
A pesar de que se trata de una región naturalmente susceptible a la actividad sismica, el alcalde admite fuera de cámara que “puede que en el pasado la industria de la energía no haya hecho las cosas de manera adecuada”.
Ya sea que se produzcan naturalmente o no, las historias de terremotos, contaminación del agua y controles ambientales débiles en Isvoarele capturan perfectamente los temores por lo que puede suceder en Pungesti si los planes de realizar fractura hidráulica siguen adelante.
Solidaridad entre ciudades
A cientos de millas de distancia, en el corazón de Bucarest, escenario de las luchas por la independencia contra el régimen de Ceaucescu, una multitud en huelga de hambre tirita soportando temperaturas de menos 10 grados.
Jóvenes y enojados, rodeados por signos que reflejan solidaridad para con los habitantes de Pungesti, los hombres duermen en una carpa y les devuelven el saludo a los autos que les tocan bocina al pasar frente a ellos por la carretera cubierta de hielo.
La ventisca que envuelve las carpas es un claro recordatorio de la importancia vital que en las próximas décadas va a tener la discusión acerca de políticas referidas a las fuentes de energía.
Suelo fértil para la revolución
El presidente rumano Victor Ponta dejó en claro sus planes de propiciar la fractura hidráulica en junio del año pasado.
“¿Queremos tener gas para dejar de importarlo de Rusia?. ¿Queremos hacer a la industria rumana más competitiva? y por supuesto queremos reducirle los gastos a la gente.
Entonces debemos tener gas!”
Pero como las protestas por las minas de oro de Rosia Montana que las precedieron el movimiento anti fractura en Rumania ha encontrado terreno fértil no sólo en las localidades afectadas sino en el resto del país en medio de una retórica nacionalista contra la corrupción y de lo que se percibe como una batalla contra los inversores extranjeros.
Ningún beneficio para las comunidades
Valentina Iván es una especialista en energía que se ocupa del desarrollo de los combustibles derivados del esquisto en representación de inversores extranjeros que ven con gran expectativa las reservas de esquisto existentes en Rumania. Ella cree que un componente clave en el creciente disgusto alrededor del esquisto radica en una fallo en la comunicación con las comunidades rurales y en no haber diseñado planes de regalías que puedan beneficiar a estas comunidades.
Según la anticuada legislación de hidrocarburos de Rumania las regalías provenientes de la explotación del esquisto van a engrosar las arcas del gobierno central.
Las comunidades, admite consternada, simplemente “lo hacen por el equipo”.
No es el tipo de lenguaje que pueda tener éxito en las comunidades rurales más pobres de la Unión Europea.
Estos riesgos pueden ser controlados
Alexandru Patruni fue el director de la Agencia Nacional de Recursos Mineros hasta 2012 y fue quien efectivamente permitió que se iniciara la exploración por fractura hidráulica en Rumania.
“Por supuesto que los riesgos existen pero pueden ser controlados de manera tal que el impacto sea mínimo” sostiene.
“El ingreso directo que los lugareños pueden obtener es el que proviene del arrendamiento o de la venta de sus tierras a las empresas que hacen la exploración...la tierra en Rumania es privada y sus dueños pueden venderla o usarla como les plazca”.
En Pungesti el hombre que tiene ese derecho es Mircia Vlasa, el actual alcalde del pueblo que reclama la titularidad de la tierra potencialmente valiosa donde Chevron está construyendo su sitio de exploración.
Pobladores enfurecidos
Lo contactamos en repetidas oportunidades pero se negó a dar una entrevista pero tuvimos acceso a documentos que sugieren que obtuvo esa tierra de manera inapropiada en 2005.
Para evitar dudas: no existen indicios de que el presunto acto ilegal con el que obtuvo la tierra donde se está construyendo la plataforma de explotación mediante fractura hidráulica esté relacionado de ninguna manera con el subsiguiente descubrimiento de esquisto, ni con el acuerdo con Chevron.
Pero los pobladores están enfurecidos. Mientras los manifestantes marchan frente a la casa del alcalde la policía se alinea protegiendo el cerco y filma en video como cerca de un centenar de vecinos le gritan obscenidades al alcalde.
Sienten que se apoderó ilegalmente del terreno que ahora le entrega a Chevron y que no les prestó ayuda para oponer resistencia a las operaciones de exploración mediante fractura hidráulica en Pungesti. Consideran como una traición personal que el alcalde haya invitado a la empresa de energía al pueblo sin consentimiento de sus habitantes y esto le ha sumado aún más presión a la escena política de esta remota población en guerra con Bucarest.
Una docena de vehículos de la policia montando guardia
A 400 metros del sitio de exploración una docena de vehículos, un camión antidisturbios y un camión de bomberos detrás de un cordón policial protegen la plataforma de concreto de la ira de cerca de un centenar de pobladores, algunos ancianos y algunos niños agitando banderas.
Todos en el pueblo están al tanto de la perforación y pocos intentan cruzar el cordón policial que está ahí para evitar que la marcha se acerque demasiado al sitio de exploración.
Después de quemar entre vivas un folleto de Chevron los pobladores retornan a sus hogares con las últimas luces del día atravesando largos senderos cubiertos de más de un metro de nieve.
María es una excepción, llevando unas velas altas y delgadas bajo el brazo se abre paso con sus codos a través de la larga línea de policías y se dirige al santuario que se ha construido a pocas yardas del alambrado perimetral del sitio.
Una cruz recientemente erigida con un cristo crucificado con un montículo de tierra a sus pies donde yace una calavera con dos huesos en cruz, en esta mezcla de la imaginería de la defensa del medio ambiente y la iconografía religiosa el mensaje es claro. El fervor religioso y la pasión envuelven el debate sobre la fractura hidráulica en Pungesti y en toda Rumania en la actualidad.
Líbranos de la calamidad
Bajo la mirada vigilante de la policía la anciana se pone de rodillas, enciende las velas y las llamas se mecen en el viento helado mientras se elevan oraciones a San Paraschiva, el santo patrono del condado de Moldavia.
“No nos abandones, protégenos y líbranos de la calamidad que ellos han traído” susurra.
A pocos metros, del otro lado del cerco, la construcción de la plataforma de perforación continúa. Por ahora.
Traducción del artículo "Romania - a Peasants Revolt against fracking"
publicado por Jim Wickens & Paraic O´Brien el 18 de febrero de 2014 en Ecologist