viernes, 4 de octubre de 2013
El desarrollo del fracking en Texas aruina la red de carreteras rurales
(Traducción del artículo "Un nuevo impulso para el petróleo pero un golpe para las carreteras rurales del estado" publicado por Aman Batheja en The Texas Tribune el 13 de septiembre de 2013)
El martes por la tarde el Centro de Convenciones Alexander de Cotulla, Texas, se llenó de asistentes para una sesión del Departamento de Transporte de ese estado, donde se habló sobre el polémico plan de convertir algunas carreteras asfaltadas en caminos de grava para ahorrar en mantenimiento.
COTULLA.— En un centro de convenciones de esta ciudad situada a más de cien kilómetros al norte de la frontera entre Estados Unidos y México, Francisco Ponce, juez del condado de Dimmit, dijo esta semana lo que estaban pensando más de los 200 presentes en la sala.
Los responsables del Departamento de Transporte de Texas explicaron el motivo por el que la agencia necesitaba avanzar en los planes de convertir algunas carreteras asfaltadas muy transitadas del sur de Texas en caminos de grava. Según Ponce, la explicación ponía de manifiesto un antiguo problema en la perspectiva de la agencia.
«Las prioridades de TxDOT no están en los condados rurales», le dijo a la dirección de la agencia, lo que generó exclamaciones de júbilo. «No entiendo cómo pueden venir a decirnos que es más seguro echar gravilla en una carretera que arreglarla».
Entre algunos retos financieros, TxDOT anunció hace siete semanas que pretendía convertir en caminos de grava unos 134 kilómetros de carreteras que unen granjas con mercados en el corazón de la zona de extracción de petróleo, la mayor parte en el área conocida como Eagle Ford Shale. Tras unas protestas públicas, la agencia estableció una moratoria de 60 días para convertir cualquier carretera. Esto ha hecho que el mes de octubre suponga el fin de un triste plazo en el que los responsables del condado esperan verse fuera de la llamada lista de caminos de grava. Y mientras barajan otras opciones, entre las que se incluye encargarse del mantenimiento de las carreteras y solicitar donaciones del sector energético, los responsables afirman que se les está castigando por el potencial de su región.
La reunión de esta semana supone lo más destacado de los recientes esfuerzos llevados a cabo por los responsables de TxDOT para explicar mejor el razonamiento que yace tras su plan. Aunque el auge de las perforaciones en el sur de Texas ha reportado miles de millones de dólares a las arcas del estado, también ha dañado gravemente la infraestructura local. Por toda la región, ahora los conductores deben esquivar y atravesar baches profundos, asfalto agrietado y arcenes estropeados. TxDOT se ha esforzado por mantener las carreteras que unen granjas y mercados, que no estaban pensadas para soportar el peso de miles de grandes camiones que ahora atraviesan con frecuencia las comunidades rurales como Cotulla para acceder a un nuevo pozo. El vicedirector ejecutivo de TxDOT, John Barton, explicó en la reunión que la agencia carece de los fondos necesarios para seguir manteniendo algunas carreteras asfaltadas. Las carreteras que se han vuelto a pavimentar y que deberían durar una década se han estropeado en tres o cuatro años. Y las condiciones de las carreteras y el tráfico generado por las perforaciones están contribuyendo a aumentar los accidentes.
«Tenemos que mantener estas carreteras en unas condiciones aceptables», afirmó Barton. «Lo difícil es que debemos considerar todas las opciones de lo que podemos hacer con los recursos que tenemos».
Según Barton, echar grava en las carreteras y reducir el límite de velocidad a 50 km/h logrará una conducción más segura y tranquila. Sin embargo, muchos vecinos previeron que dichos cambios supondrían más accidentes, sobre todo si los camiones no respetan los límites de velocidad.
Algunos responsables locales indicaron que el plan era insultante, dado el dinero fácil proveniente de las perforaciones de Eagle Ford Shale.
«Con todo el dinero que se va a Austin, esto no está bien», dijo Diana Bautista, jueza del condado de Atascosa.
Mientras que el juez del condado de Live Oak, Jim Huff, coincidía con TxDOT en que echar grava en algunas carreteras sería más seguro para los conductores que dejarlas en sus condiciones actuales, afirmó que el enfoque del plan estaba generando una gran animadversión.
«No hacemos más que enviar dinero y no recibimos nada a cambio», declaró Huff. «Eso es lo que piensa todo el mundo».
Los legisladores del estado entregaron a TxDOT una parte del presupuesto que solicitaron este año. La petición de la agencia incluía una única inyección de mil seiscientos millones de dólares destinados simplemente a reparar los daños de las carreteras del estado que estuviesen relacionadas con el desarrollo del sector energético. La Asamblea Legislativa asignó 225 millones de dólares a esa cuestión. En una sesión extraordinaria celebrada en agosto, los legisladores aprobaron una medida para que parte de los impuestos de petróleo y gas destinados actualmente al fondo de emergencia se destinasen a la construcción y el mantenimiento de carreteras. Se espera que el plan genere mil doscientos millones de dólares anuales si los votantes de Texas aprueban en 2014 modificar la constitución del estado con el fin de permitirlo.
Mientras tanto, el plan de emplear grava forma parte de los esfuerzos de TxDOT por sacar el máximo partido a su dinero y a la vez solucionar los problemas de tráfico en el estado, incluso el empeoramiento del tráfico en zonas urbanas. Los responsables de la agencia afirman que las carreteras en la que se utilice grava volverán a ser asfaltadas cuando disminuya el tráfico generado por las perforaciones.
«Este no es un tema que nos tomemos a la ligera», afirmó el director ejecutivo de TxDOT, Phil Wilson.
Una vecina del condado de La Salle, Leslie Kinsel, afirmó que era frustrante que los responsables del estado no estuviesen revisando sus prioridades, dado el impacto regional de la zona de Eagle Ford Shale.
«Han cambiado las tornas completamente», dijo Kinsel. «Nos estamos entregando al resto del estado. Estamos dirigiendo el resto del estado. Necesitamos ayuda ya».