El 11 de agosto, El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, anunció
formalmente su plan para la transformación del sector energético
nacionalizado del país, a través de la apertura de la gran compañía
petrolífera Petróleos Mexicanos (Pemex), para compartir contratos de
riesgo con empresas privadas mexicanas y extranjeras y permitiendo a las
empresas privadas la generación de electricidad para la CFE (Federal
Energy Commission). Actualmente, México es el mayor productor de
petróleo del mundo, con unos 2,5 millones de barriles extraídos cada
día, pero Peña Nieto dijo que su "reforma energética" aumentaría la
producción de petróleo a 3 millones de barriles al día en 2018 y 3,5
millones en 2025, y la producción de gas natural de los 1,7 millones de
pies cúbicos actuales a 8 millones de pies cúbicos en 2015. La reforma,
que requeriría cambios en los artículos 27 y 28 de la Constitución,
cuenta con el apoyo del partido de centro-derecha PAN (Partido Acción
Nacional) y del partido centrista de Peña, PRI (Partido Revolucionario
Institucional). Los votos de estos dos partidos deberían ser suficientes
para conseguir la legislación en el Congreso.
Lejos de referirse a la privatización de Pemex y CFE, dijo Peña, su
programa mantendría la propiedad del estado, continuando las políticas
del presidente Lázaro Cárdenas del Río (1934-1940), que nacionalizó la
industria petrolera en 1938 pero permitía los contratos con compañías
privadas. De hecho, las empresas privadas ya realizan la perforación y
producción, pero los contratos de riesgo permitirían a las
compañías compartir los beneficios por primera vez. Según Peña, esto
proporcionaría el capital y la experiencia tecnológica necesaria para la
ampliación de la producción. Pemex paga actualmente al gobierno un 70%
de sus ingresos, proporcionando alrededor de un tercio del presupuesto
nacional, pero tratando inadecuadamente la inversión en investigación y
producción petrolífera, dicen los críticos.
La espectacular expansión de la producción de gas, en la propuesta
de Peña, tendría lugar en Eagle Ford Shale Formation, que se extiende
desde el sur de Texas hasta el norte de México. Las compañías de la
parte estadounidense tienen 9.100 licencias de perforación, produciendo
enormes cantidades de gas natural a través del polémico método de
fractura hidráulica ("fracking"). México ha realizado pocas
perforaciones, relativamente, en la región. (La Jornada, México, 13 de
agosto; Global Post, 13 de agosto)
Las compañías estadounidenses respondieron con entusiasmo a la
propuesta de Peña. "Es un buen comienzo", dijo Kurt Glaubitz, portavoz
de Chevron Corporation, con sede en California, a New York Times. "Somos
optimistas respecto a las reformas que están teniendo lugar y a las
oportunidades que México presenta a las compañías petrolíferas
internacionales". Estados Unidos "sería probablemente el mayor
beneficiario de un nuevo boom petrolífero mexicano, ya que sus
yacimientos se encuentran cerca de las refinerías del Golfo de México",
apunta el Times. Los expertos esperan que los cambios reduzcan la
dependencia estadounidense del petróleo procedente de la Organización de
Países Exportadores de Petróleo (OPEC). México no es miembro del
cártel. (NYT, 14 de agosto)
Se espera que la reforma tenga una fuerte oposición en México.
Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, hijo de Lázaro Cárdenas y fundador del
partido de centro-izquierda PRD (Partido de la Revolución Democrática),
cuestionó el hecho de que Pemex necesite capital privado. "No veo dónde
está la carencia de capital", dijo en una entrevista de radio el 13 de
agosto. "No veo dónde hay una falta de recursos o una incapacidad por
parte de Pemex para conseguir recursos procedentes de créditos".
Cárdenas, que posee una licenciatura en Ingeniería, apuntó que había
exigido repetidamente reformas financieras en la compañía, que cubrirían
cualquier déficit. (LJ, 14 de agosto). Andrés Manuel López Obrador,
antiguo alcalde de Ciudad de México (2000-2005), que fue segundo
candidato de la coalición centro-izquierda en las elecciones
presidenciales de 2006 y 2012, ha convocado una protesta en la plaza
central de la capital, El Zócalo, el 8 de septiembre. También apoya la
petición de una consulta popular, promulgada por otro antiguo alcalde de
Ciudad de México, Marcelo Ebrard (2006-2012), aunque López Obrador
añadió que, incluso sin una votación, está seguro de que la mayoría de
las personas se oponen a la reforma, "si no, nosotros, los mexicanos,
seríamos masoquistas". (Ciudadanía Express, México, 17 de agosto)
El 11 de agosto, el día anterior al anuncio de Peña, las ONGs
locales de cuatro pueblos indígenas se manifestaron en Tlapa, en el
suroeste del estado de Guerrero, oponiéndose a la privatización de Pemex
y CFE. (Los Ángeles Press, 13 de agosto)
Otros críticos cuestionaron la dependencia continuada de la quema de
combustibles fósiles y de tecnologías como el hydrofracking en lugar de
otras fuentes de energía alternativas. "Ahora mismo, el petróleo es el
principal agente natural que conduce al suicidio de las especies",
escribió en una página de opinión Víctor M. Toledo, antiguo investigador
del Instituto de Ecología en la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM). Apuntó que México "es uno de los países con mayor riesgo de
cambio climático. Existen tres fenómenos que lo hacen más grave, los
cuales provocarían un fuerte impacto en México: a) el incremento del
número y la fuerza de los huracanes; b) las sequías recurrentes que se
agravarán en el centro y el norte del país; y c) el incremento general
de las temperaturas". (LJ, 17 de agosto)