jueves, 19 de septiembre de 2013

México: La "reforma energética" promete privatización... y fracking

El 11 de agosto, El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, anunció formalmente su plan para la transformación del sector energético nacionalizado del país, a través de la apertura de la gran compañía petrolífera Petróleos Mexicanos (Pemex), para compartir contratos de riesgo con empresas privadas mexicanas y extranjeras y permitiendo a las empresas privadas la generación de electricidad para la CFE (Federal Energy Commission). Actualmente, México es el mayor productor de petróleo del mundo, con unos 2,5 millones de barriles extraídos cada día, pero Peña Nieto dijo que su "reforma energética" aumentaría la producción de petróleo a 3 millones de barriles al día en 2018 y 3,5 millones en 2025, y la producción de gas natural de los 1,7 millones de pies cúbicos actuales a 8 millones de pies cúbicos en 2015. La reforma, que requeriría cambios en los artículos 27 y 28 de la Constitución, cuenta con el apoyo del partido de centro-derecha PAN (Partido Acción Nacional) y del partido centrista de Peña, PRI (Partido Revolucionario Institucional). Los votos de estos dos partidos deberían ser suficientes para conseguir la legislación en el Congreso.

Lejos de referirse a la privatización de Pemex y CFE, dijo Peña, su programa mantendría la propiedad del estado, continuando las políticas del presidente Lázaro Cárdenas del Río (1934-1940), que nacionalizó la industria petrolera en 1938 pero permitía los contratos con compañías privadas. De hecho, las empresas privadas ya realizan la perforación y producción, pero los contratos de riesgo permitirían a las compañías compartir los beneficios por primera vez. Según Peña, esto proporcionaría el capital y la experiencia tecnológica necesaria para la ampliación de la producción. Pemex paga actualmente al gobierno un 70% de sus ingresos, proporcionando alrededor de un tercio del presupuesto nacional, pero tratando inadecuadamente la inversión en investigación y producción petrolífera, dicen los críticos.

La espectacular expansión de la producción de gas, en la propuesta de Peña, tendría lugar en Eagle Ford Shale Formation, que se extiende desde el sur de Texas hasta el norte de México. Las compañías de la parte estadounidense tienen 9.100 licencias de perforación, produciendo enormes cantidades de gas natural a través del polémico método de fractura hidráulica ("fracking"). México ha realizado pocas perforaciones, relativamente, en la región. (La Jornada, México, 13 de agosto; Global Post, 13 de agosto)

Las compañías estadounidenses respondieron con entusiasmo a la propuesta de Peña. "Es un buen comienzo", dijo Kurt Glaubitz, portavoz de Chevron Corporation, con sede en California, a New York Times. "Somos optimistas respecto a las reformas que están teniendo lugar y a las oportunidades que México presenta a las compañías petrolíferas internacionales". Estados Unidos "sería probablemente el mayor beneficiario de un nuevo boom petrolífero mexicano, ya que sus yacimientos se encuentran cerca de las refinerías del Golfo de México", apunta el Times. Los expertos esperan que los cambios reduzcan la dependencia estadounidense del petróleo procedente de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEC). México no es miembro del cártel.  (NYT, 14 de agosto)

Se espera que la reforma tenga una fuerte oposición en México. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, hijo de Lázaro Cárdenas y fundador del partido de centro-izquierda PRD (Partido de la Revolución Democrática), cuestionó el hecho de que Pemex necesite capital privado. "No veo dónde está la carencia de capital", dijo en una entrevista de radio el 13 de agosto. "No veo dónde hay una falta de recursos o una incapacidad por parte de Pemex para conseguir recursos procedentes de créditos". Cárdenas, que posee una licenciatura en Ingeniería, apuntó que había exigido repetidamente reformas financieras en la compañía, que cubrirían cualquier déficit. (LJ, 14 de agosto). Andrés Manuel López Obrador, antiguo alcalde de Ciudad de México (2000-2005), que fue segundo candidato de la coalición centro-izquierda en las elecciones presidenciales de 2006 y 2012, ha convocado una protesta en la plaza central de la capital, El Zócalo, el 8 de septiembre. También apoya la petición de una consulta popular, promulgada por otro antiguo alcalde de Ciudad de México, Marcelo Ebrard (2006-2012), aunque López Obrador añadió que, incluso sin una votación, está seguro de que la mayoría de las personas se oponen a la reforma, "si no, nosotros, los mexicanos, seríamos masoquistas". (Ciudadanía Express, México, 17 de agosto)

El 11 de agosto, el día anterior al anuncio de Peña, las ONGs locales de cuatro pueblos indígenas se manifestaron en Tlapa, en el suroeste del estado de Guerrero, oponiéndose a la privatización de Pemex y CFE. (Los Ángeles Press, 13 de agosto)

Otros críticos cuestionaron la dependencia continuada de la quema de combustibles fósiles y de tecnologías como el hydrofracking en lugar de otras fuentes de energía alternativas. "Ahora mismo, el petróleo es el principal agente natural que conduce al suicidio de las especies", escribió en una página de opinión Víctor M. Toledo, antiguo investigador del Instituto de Ecología en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Apuntó que México "es uno de los países con mayor riesgo de cambio climático. Existen tres fenómenos que lo hacen más grave, los cuales provocarían un fuerte impacto en México: a) el incremento del número y la fuerza de los huracanes; b) las sequías recurrentes que se agravarán en el centro y el norte del país; y c) el incremento general de las temperaturas". (LJ, 17 de agosto)