jueves, 16 de mayo de 2013

Riesgo de cáncer de pulmón a causa del gas proveniente de la fracturación hidráulica en cocinas de Nueva York

El gas que llega a las cocinas de Nueva York, tiene más porcentaje de gas de esquisto y por ello llega con mayores niveles de radón, lo que al parecer hace aumentar la incidencia del cáncer de pulmón, según esta noticia "Exposed: Lung Cancer Risks from Fracked Natural Gas in NYC Kitchens" publicada en EcoWatch el 15/05/2013



En una tribuna pública celebrada anoche, representantes importantes de la salud pública, el medioambiente y los derechos de los trabajadores analizaron el peligro al que están expuestos los habitantes de Nueva York, EE.UU., a causa de los crecientes niveles de radón hallados en el gas natural con el que cocina la mayoría de neoyorquinos, y que es la principal causa de cáncer de pulmón en no fumadores. En la tribuna, la miembro de la asamblea Linda Rosenthal presentó la legislatura propuesta por ella misma y por la senadora Diane Savino, que protegería a la población de los riesgos del radón en el gas natural.

La administración del alcalde Bloomberg y la compañía energética Con Edison están promocionando un mayor uso del gas natural extraído de los campos de esquisto de Pensilvania. El gas de estos campos es conocido por contener concentraciones de radón más altas que en otras regiones, tales como Texas o la Costa del Golfo. Existen nuevas provisiones de gas natural de Pensilvania gracias al auge de la excavación fruto de la polémica técnica de extracción conocida como "fracturación hidraulica".

"Con la proliferación de gasoductos en todo el Estado y en Nueva York, es de suma importancia que el Estado establezca unos estándares de niveles máximos para proteger a la población de una exposición, totalmente evitable, a un carcinógeno conocido", dijo Rosenthal. "Está claro que existen demasiadas incógnitas en la ecuación como para poder estar tranquilos en la situación actual".

La legislatura de Rosenthal requeriría que el Departamento de Salud del Estado de Nueva York hiciese un seguimiento continuado de los niveles de radón en el gas natural distribuido a los hogares, e informar de dichos niveles en una página web de acceso público.

"Los gobernantes de la ciudad y del estado no han pensado en las consecuencias de promover el gas natural contaminado con radón y tampoco han sido capaces de alertar de que el gas de Pensilvania supone un grave peligro para la salud pública de los neoyorquinos", declaró Albert Appleton, antiguo miembro del Departamento de Protección Medioambiental de la Ciudad de Nueva York e investigador principal del Instituto de Diseño Sostenible de Cooper Union. "Ahora el gobernador Cuomo y el alcalde Bloomberg tienen que hacer lo que deberían haber hecho hace meses: llevar a cabo estudios adecuados para asesorar sobre todos los riesgos para la salud pública antes de profundizar en la vía del gas de esquisto".

"La exposición al radón se ha asociado al desarrollo de cáncer de pulmón con el paso de los años; se trata, pues, de un peligro serio para la salud pública", explicó Sheila Bushkin-Bedient, doctora en Medicina y con un máster en Salud Pública, miembro de Concerned Health Professionals of NY. "Nuestros líderes electos deben considerar el grave impacto para la salud generado por la expansión del uso de gas natural en los hornos y fogones en toda la ciudad de Nueva York".

"Como chef y propietaria de un negocio responsable de la salud de mis empleados de acuerdo con la ley, es mi obligación estar informada y posicionarme con respecto a los peligros del radón en el gas. Este podría ser el comienzo de un desastre para la calidad de vida laboral en la restauración", dijo Heather Carlucci de Chefs for the Marcellus.