martes, 20 de noviembre de 2018

El gasoducto franco-español

 A menos de una hora en coche desde Barcelona, unos postes amarillos desfilan por un paisaje de escasos árboles y arbustos espinosos que marcan el paso de un gasoducto subterráneo de gas natural.

Pero es un conducto que va hacia la nada. No lleva gas y acaba lejos de su destino intencionado en Francia.

Puede que quede vacío para siempre. A pesar del entusiasmo de Bruselas por construir por segunda vez el gasoducto, los opositores al proyecto de 3100 millones de euros conocido como MidCat van en aumento. ¿Cuál es el problema? La mayor parte de los costes serían asumidos por Francia, sin embargo el grueso de los beneficios irán a España.

Para el gasoducto el tiempo corre. Se espera que los reguladores franceses y españoles tomen una decisión sobre el futuro de MidCat a principios del año que viene, que determine las posibilidades de que MidCat reciba dinero de la UE. También existen presiones para la movilización mientras todavía ocupe su cargo Miguel Arias Cañete, Comisario de Acción por el Clima y Energía que es español y además es partidario del proyecto.

Promotores del proyecto explican que el gasoducto es necesario para impulsar una seguridad energética en la zona y ayudar a la UE a integrar mejor su mercado de gas natural. Los detractores argumentan que esto es una perdida de dinero en una zona donde ya hay un abastecimiento suficiente de gas y que no concuerda con los intentos de la UE de reducir las emisiones de gases contaminantes.

Para Marcelino Oreja el director ejecutivo del operador de gas Enagas, no se trata de un tema de costes a corto plazo sino que razona que debe concebirse como una aportación al proyecto europeo.

 "Cuando la UE promovió el mercado único para bienes y servicios, invertimos en ferrocarriles ", dijo. "Ahora tienes muchas vías de tren que conectan a los países. Lo mismo tiene que ocurrir con la electricidad y el gas - se necesitan las infraestructuras físicas ",

Segundo asalto

Es más fácil decirlo que hacerlo.

Es la segunda vez que los promotores del proyecto, Enagás y su homólogo Francés Teréga, intentan completarlo. El tramo de tubería cercano a Barcelona se construyó entre 2011 y 2012, cuando arrancó el proyecto por primera vez, y se extiende por unos 80 kilómetros aproximadamente entre las regiones Catalanas de Martorell y Hostalric.

Fue posteriormente suspendido a raíz del escepticismo por parte de Francia, dejando el tramo construido abandonado y a los residentes locales enfadados por las alteraciones. Los promotores esperan una resurrección del MidCat gracias al apoyo político y financiero por parte de la Comisión Europea.

El gasoducto está en la lista de infraestructuras proyectadas preferidas de la Comisión y Bruselas que ya ha desembolsado unos siete millones de euros para estudios e informes de la fase previa a la construcción.

MidCat se proyectó inicialmente como parte del impulso europeo para reducir la dependencia de las importaciones energéticas desde Rusia a través de mayores importaciones desde la península Ibérica hacia el resto de Europa, pero Oreja argumenta que el gas podría fluir en ambos sentidos - es decir mandar gas natural licuado (GNL) o gas de gaseoducto, de Argelia a Francia, e importando ruso de Francia a España.

 "Lo importante es mantener las dos alternativas porque eso es lo que mantendrá el precio bajo ", dice Oreja apuntando que los precios del gas en España son más altos que los de Francia. A diferencia de hace unos años, el megaproyecto ahora se divide en dos partes, para hacerlo algo más entendible.

La primera parte se llama Tránsito Sur Pirineo Oriental, TSPO, y se pretende continuar el tramo existente abandonado hasta Francia en un trayecto de 120 km a un coste de unos 440 millones de euros de los que Francia pagaría dos terceras partes. La meta es que la construcción comience el año que viene y fuera completado antes del año 2022. La segunda parte de MidCat, también la más cara, seguiría, incluyendo el refuerzo de unos 800 km de la red de gas en Francia.

El proyecto completo espera sumar unos 7500 millones de metros cúbicos de capacidad transfronteriza, permitiendo doblar aproximadamente la cantidad de gas que puede circular entre los dos países.

No tan rápido

Los operadores de gas esperan más dinero de la UE a principios del año que viene para su construcción. Antes de eso, sin embargo, los promotores del proyecto necesitan luz verde por parte de las autoridades energéticas francesas y españolas. Se espera una decisión a finales de enero, pero en apariencia no será muy prometedora.

Aunque Bruselas es favorable al proyecto, un informe preparado para la Comisión en 2017 cuestiona la validez económica del MidCat. Se encontró que el coste de la construcción era más alto que los beneficios esperados en la mayoría de escenarios.

El regulador francés CRE se ha opuesto repetidas veces a MidCat. En 2016 expresó tener  "reservas muy serias ", mientras en un informe de julio, el regulador dijo que  "en todos los casos los beneficios económicos (de MidCat) se localizan del lado español".

En una cumbre sobre la energía entre Francia, España y Portugal, celebrada en julio, el presidente francés Emmanuel Macron dijo que la interconexión podría realizarse solamente si tiene sentido en términos económicos y si se mantuviera un consumo significativo.

 "La visión de Francia es que no hace falta MidCat porque el sistema de interconexión en el sur de Francia está bien " dijo Pierre Chareyre, vicepresidente ejecutivo de la energética francesa Engie. Oreja a su vez dijo que MidCat aumentaría las reservas de gas del bloque europeo argumentando que la capacidad añadida podría resultar provechosa.

 "Nunca creamos infraestructura para un uso basado en el consumo medio", dijo,  "Si construyes cuartos de baño en tu casa basándote en la media de uso, solo tendrás un baño para toda la casa. Realmente construyes cuartos de baño en tu casa para satisfacer la demanda punta ". Pero Chareyre añade que si Europa necesita más GNL que habría más vías de conseguirlo y a unos costes más bajos.

 "Hay mucha capacidad sin usar en el norte de Europa para importar GNL, incluyendo las terminales francesas, que además están más cerca de los puntos de consumo ", dijo,  "¿Para qué usar una ruta más larga para importar GNL a través de España y no importarlo por Francia y Reino Unido?".

También se muestra cauto el nuevo gobierno socialista de España. En una entrevista con la revista POLITICO, Teresa Ribera la ministra española para la transición ecológica, dice que tiende a ser  "extraordinariamente precavida " con el tema de nuevas inversiones en el gas, hasta que España tenga claro en qué medida se puede contar con que se resuelvan las necesidades del mercado en un plazo largo, ya que es un combustible de transición a un futuro energético más verde.

El proyecto también ha molestado a ONGs.  "Si se construye, dañará el clima, malgastará de forma masiva subsidios generados por los contribuyentes, no aumentará la seguridad energética, y casi no se utilizará" dice Antoine Simon activista de Amigos de la Tierra Europa.  "Cañete ha dado su apoyo
inexplicablemente a este gasoducto de dudosa importancia, pero ya es hora de que la UE retire el apoyo y las subvenciones ".

La Comisión dijo a principios de año que Bruselas no tenía planes de suprimir el MidCat como proyecto energético prioritario, a pesar de la petición de algunos miembros del Parlamento Europeo de que lo hiciera.

Pero en estos momentos que corren, donde grandes los proyectos energéticos basado en combustibles fósiles son mirados con lupa de forma creciente,
macroproyectos como el MidCat miran hacia un futuro poco esperanzador.

 "Ningún proyecto de infraestructuras en la industria del gas es fácil ahora mismo " dice Oreja,  "De esto somos conscientes ".

Traducción del artículo de Anca Garzu, "The Franco-Spanish ghost gas pipeline", publicado en POLITICO el 31 de octubre de 2018.