martes, 14 de noviembre de 2017

La contaminación acústica proveniente del fracking puede dañar la salud humana

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El fracking (o fractura hidráulica) produce un ruido lo suficientemente alto como para dañar la salud de las personas que viven alrededor; estas son las conclusiones procedentes de un estudio revisado por pares, sobre el impacto potencial que el ruido provocado por el fracking puede tener en la salud pública. 


El ruido ambiental es un riesgo para la salud pública bien documentado. Muchos estudios epidemiológicos, a gran escala, han relacionado el ruido con efectos adversos para la salud como por ejemplo la diabetes, la depresión, algunas complicaciones en el parto y la discapacidad cognitiva en los niños.

La exposición al ruido, al igual que otras amenazas para la salud, puede tener un impacto desproporcionado en poblaciones vulnerables como niños, mayores o personas con enfermedades crónicas. Los sonidos con altos decibelios no son los únicos culpables; niveles bajos de ruido constante puede alterar el sueño, la concentración y provocar estrés.

«Las operaciones mineras y petroleras producen una compleja sinfonía de distintos tipos de ruido. Entre los que se pueden incluir los sonidos intermitentes, los continuos y los de intensidad variada», afirma el autor del estudio Seth Shonkoff, académico visitante del Departamento de Ciencias Ambientales, Políticas y Administración, afiliado al Lawrence Berkeley National Laboratory y director ejecutivo de PSE Healthy Energy. Por ejemplo, mientras que las estaciones compresoras producen un sonido bajo; el perforar un pozo horizontal es un proceso en el que se manejan grandes volúmenes de agua a alta presión por medio de bombas y sistemas de manejos de fluidos, durante un periodo de cuatro o cinco semanas, las 24 horas al día, esto provoca un ruido constante muy fuerte. 

El estudio fue publicado en diciembre por la revista Science of the Total Environment.

Para determinar si el ruido de fracking podría afectar la salud de las comunidades circundantes los investigadores recopilaron todos los datos disponibles, así como las mediciones de los niveles de ruido en las operaciones de petróleo y gas, y compararon la información con las normas establecidas de salud de la Organización Mundial de la Salud y otros grupos. El resultado del estudio fue que las operaciones de fracking pueden impactar negativamente a la salud provocando ansiedad, trastornos del sueño, algunas enfermedades vasculares, además de otras condiciones agravadas por el estrés. 

Traducido por: Cristina Sevilla, red de traductores voluntarios/as de Ecologistas en Acción.

Artículo "Noise pollution from fracking may harm human health"
publicado en Berkeley News el 11 de enero de 2017