viernes, 22 de mayo de 2015

El gobernador de Texas anula las prohibiciones municipales del fracking

Greg Abbott asegura que, en Texas, el estado es el único encargado de limitar la regulación de petróleo y gas
Large hoses lead from one hydraulic fracking drill site to another as horses graze in a Midland, Texas, field.

Gregg Abbot, gobernador de Texas, ha aprobado una propuesta de ley que impide que las ciudades puedan prohibir el fracking, concentrando sobre el estado la jurisdicción en materia regulación sobre petróleo y gas.

En Texas, un estado que alberga dos de los campos más productivos de petróleo de esquisto de Estados Unidos, se han visto presionados para frenar un movimiento antifracking desde que los habitantes de la ciudad de Denton votaran en noviembre a favor de prohibir la técnica de extracción de gas.

«Con esta ley, Texas sortea todo ese batiburrillo de normas diferentes entre regiones, condados y ciudades», alegó Abbott, perteneciente al partido republicano.

La fractura hidráulica consiste en inyectar en las rocas una mezcla de agua a altas presiones, arena y productos químicos con el fin de liberar gas natural. Los promotores de esta práctica defienden que es segura pero numerosos grupos ecologistas destacan que es sucia, ineficiente, contaminante y ruidosa.

Texas fue un estado pionero del fracking al explotar la formación de gas natural de esquisto de Barnett, al norte de Texas, justo donde se encuentra Denton. La mayor parte de la producción de crudo de Texas proviene de los pozos fracturados en los campos de Eagle Ford y Permian al sur y al este.

Traducción del artículo "Texas governor bans cities and towns from banning fracking" publicado el 19 de mayo en The Guardian