" Siempre que Chevron organiza algo nosotros nos manifestamos”, dijo Barbara Siegienczuk de 54 años, una de las líderes del grupo de protesta anti-gas Green Zurawlow en el sudeste de Polonia. “Hacemos pancartas y carteles y ponemos posters por la ciudad. Solo 96 personas viven en Zurawlow – incluyendo niños y ancianos- ¡Pero paramos a Chevron!
Durante
400 días, agricultores de Zurawlow y cuatro pueblos cercanos y sus
familias bloquearon una zona de perforaciones en pizarra promovida
por Chevron con tractores y maquinaria agrícola. Finalmente, en
julio, la compañía abandonó sus planes.
El
bloqueo de Zurawlow influenció las protestas anti-fracking en el
Reino Unido, en Balcombe en el verano de 2013, y batalles parecidas
han irrumpido a lo largo de Polonia desde que este país se convirtió
en la línea de vanguardia europea en la exploración de gas pizarra.
Un
estudio del Instituto Geológico Polaco que será pronto actualizado,
estimó en 2012 que el volumen de gas recuperable en el subsuelo del
país está entre los 346.000 y 768.000 millones de metros cúbicos –
la tercera reserva más grande de Europa, que además sería
suficiente para suministrar el gas necesario para el país para entre
35 y 65 años.
Haciendo
frontera con la volátil Ukrania y con una fuerte dependencia de gas
de la Rusia de Putin, la promesa de poder asegurar energía producida
domésticamente hace a los políticos levantarse de sus asientos. Un
año antes, en septiembre de 2011, el entonces primer ministro del
país Donald Tusk hizo una atrevida aserción, diciendo que la
industria del gas pizarra comenzaría a hacer perforaciones
comerciales en 2014.
“Después
de años de dependencia de nuestro voluminoso vecino (Rusia), hoy
podemos decir que mi generación va a ver el día en que seamos
independientes en lo que se refiere a gas natural y nosotros
pondremos las condiciones” dijo, añadiendo que una perforación
bien conducida “no presentará riesgos para el medioambiente”.
Pero
los hechos no han seguido ese camino. Los planes para resurgimiento
económico alimentado por el gas pizarra parecen estarse evaporando
según pozos estudiados resultan no estar teniendo el rendimiento
esperado o han sufrido retrasos debido a las regulaciones. Los
inversores internacionales se han retirado y las protestas
medioambientales como las de Zurawlow han obstaculizado los planes de
perforación.
Los
funcionarios hablan en privado de desastre en relación al
experimento del gas pizarra.
En
septiembre, 3Legs Resources se convirtió en la última empresa en
proponer parar las inversiones después de los decepcionantes
resultados. Seis semanas antes, su director financiero. Alex Fraser,
había dicho que estaban “potencialmente en el umbral de un
resultado muy significativo”.
“Las
expectativas de las empresas eran muy altas y ahora nos damos cuenta
de que este es un proceso a largo plazo”, dijo Pawel Mikusek, un
portavoz del ministerio de medioambiente polaco. ”La experiencia de
los EEUU es que también llevó un largo tiempo alcanzar el nivel de
uso industrial – de 10 a 15 años – así que tenemos que ser más
pacientes. No tenemos las mismas altas expectativas que hace dos o
tres años”.
Pero
con los precios del petróleo en caída, provisiones continuas de
carbón barato y con la presión de la UE para aumentar el coste
competitivo de la generación de energías renovables, la industria
del gas pizarra necesita resultados positivos rápido y menos
controversia. 2015 va a ser un año esencial para la industria polaca
según el grupo industrial Shale Gas Europe.
Incentivos
de miles de millones de dólares están en las tuberías y una nueva
ley debería acelerar pronto los procesos para conseguir permisos,
algo que puede llevar años. Pero esto ya ha motivado una acción
legal por parte de la UE para permitir a las empresas perforar a
profundidades de hasta 5.000m sin necesidad de estudios de riesgos
medioambientales previos.
Siete
de las 11 multinacionales que invirtieron en Polonia –Incluidas
Exxon, Talisman y Marathon – ya se han retirado, aludiendo a
retrasos para los permisos y resultados decepcionantes. Ahora, la
mayor parte de la actividad está siendo controlada por la compañía
PGNiG, controlada por el gobierno y por Orlen y Lotos.
Solo
66 pozos se han perforado hasta la fecha – 12 que implican
fracturación horizontal – y los permisos para otras 27
perforaciones se han puesto en espera en la región sudoriental de
Tomaszów Lubelski el mes pasado, quedando el resultado pendiente de
una larga investigación.
Los
analistas acusan a las esperas debidas a la regulación por acabar
con los nervios de los inversores, pero en Tomaszów Lubelski, que es
hogar de un bosque protegido por el programa Europe’s gold-standard
‘Natura 2000’ y propuesto por la Unesco como reserva de la
biosfera, los manifestantes reclaman el mérito de haber puesto un
palo en los radios de las ruedas de la industria.
El
ministerio de medioambiente polaco dice que el gas pizarra es
enormemente popular pero que las manifestaciones en contra fueron
impresionantes y estaban alimentadas por afirmaciones que decían que
el daño ya está hecho.
“Algunas
carreteras se dañaron y destruyeron cuando los test símicos se
hicieron con maquinaria pesada” dijo Slawomir Damiluk, un granjero
de 50 años en la cercana Gogow. “El hecho es que las casas de la
gente tenían grietas en sus paredes después de esto. Cuando Chevron
intentó arrancar con su maquinaria, yo fui uno de los que estaban
implicados. Bloqueamos las carreteras de entrada”.
Apoyados
por ecologistas urbanos, anarquistas, okupas y veganos, los
habitantes de estos pueblos instalaron un colorido campo de protesta
– completado con un cine, descargas online en directo, grupos de
samba y puestos artísticos – y ocuparon la zona de forma
permanente.
“las
mujeres que vivían aquí empezaron a aprender como cocinar sin carne
porque durante las manifestaciones tuvimos que acordar que hacer para
que nadie pasara hambre” dijo Siegienczuk. “Abrimos nuestras
mentes y nuestro corazones a esta gente que tenía un aspecto y una
dieta diferente, de otra cultura”.
Docenas
de activistas aún se enfrentan a querellas criminales presentadas
por Chevron, y muchos más fueron grabados por cámaras misteriosos
cuyas grabaciones se usaron en subsiguientes juicios. Siegienczuk
cree que su teléfono fue intervenido.
“Una
vez oí varias personas hablando en esta línea y una voz de hombre
preguntó “¿Vamos a intervenir el teléfono de esta mujer
también?” Yo estaba aterrorizada y les pasé el teléfono a otros
manifestantes que oyeron las mismas voces. Después de esto, mi móvil
se apagó,” dijo.
Sally
Jones, un portavoz de Chevron dijo a The Guardian: “Chevron respeta
el derecho de cada individuo a expresar sus opiniones, sin embargo
esto se debería hacer dentro de los márgenes legales. Chevron está
comprometida en el establecimiento de relaciones constructivas y
positivas con las comunidades allá donde operamos”.
Pero
la gente de la zona donde Chevron tiene esta concesión, dice que
estas relaciones se excedieron de lo que razonablemente se podría
llamar constructivo.
Los
habitantes de estos pueblos declaran que a una mujer cuyo pozo de
agua fue contaminado al mismo a la vez que se llevaban a cabo los
test símicos en el área, Chevron le pagó la renovación de su casa
y ella inmediatamente paro de protestar sobre el tema.
Poco
tiempo después de eso, un líder de los manifestantes locales dejó
el movimiento y empezó a trabajar como guardia de seguridad para
Chevron, llevando estos a acusarle de que se había vendido.
Wojciech
Zukowski, el recientemente relegido alcalde de la ciudad de Tomaszów
Lubelski en el sudeste de Polonia, dijo que no veía un conflicto de
interés en aceptar regalos privados o públicos de multinacionales.
“No trato de ocultar que algunos tipos de patrocinio y apoyo están
teniendo lugar,” dijo a The Guardian.
“Estamos
abiertos a ello,” dijo, añadiendo que el club deportivo de la
ciudad con 250 miembros se beneficiaría del patrocinación
empresarial.
Chevorn
declinó responder a las declaraciones de los vecinos, pero insistió
en que “nosotros cumplimos con las leyes y las regulaciones en
todos los países donde trabajamos.”
La
empresa ha donado a varias ONGs en los EEUU y Rumanía donde también
ha invertido en la exploración de gas pizarra. En el sudeste de
Polonia, han provisto atención humanitaria para pueblos en Navidades
y han ofrecido regalos a los hijos de los residentes como tigres de
peluche con logos de Chevron y dulces.
“Nosotros
demostramos nuestro compromiso con las comunidades allá donde
operamos creando trabajos, empleando trabajadores locales y
desarrollando y proveyéndonos de proveedores locales,” dijo en una
declaración la empresa.
El
área de Tomaszów Lubelski ha sido golpeada fuertemente por el
desempleo y los empleos han sido un arma de persuasión clave para la
industria.
Cerca
de la peroración exploratoria en pizarra de la vecina Susiec, Jacek,
un trabajador de una tienda de unos 40 años dijo que los planes para
el gas pizarra “van a ser buenos ya que va a haber más trabajos
para nosotros y el gas va a ser más barato. Es una cuestión de
empleo. Posiblemente mis hijos podrían tener trabajo allí.”
El
alcalde pro-gas pizarra de la ciudad, basó su campaña en los
beneficios económicos que el gas de pizarra podría ofrecer a esta
ciudad deprimida una pancarta de “Putinistas – ¡fuera de aquí!
En la plaza principal. Pero siguiendo una tendencia regional, este
fue depuesto en favor de un oponente más escéptico respecto al gas
pizarra en noviembre, quien avanzó un plan alternativo basado en
energía geotermal.
“No
necesitamos el gas pizarra,” dijo María, una trabajadora de 39
años en la misma tienda que Jacek. “Es un gran timo. Nadie nos
informó sobre lo que está pasando. El exalcalde era un inútil.
Prometió trabajo para todos pero no pasó nada. No vamos a trabajar
en el pozo. La gente que tiene negocios agro-turísticos saben que no
es beneficioso ya que el medioambiente se va a destrozar y la gente
ya no vendrá más por aquí.”
En
el área Natura 2000 que limita con el pozo de Susiec, Bosques de
pinos tipo Narnia están cubiertos de nieve y hielo. Corzos y águilas
aparecen y desaparecen a toda prisa entre la niebla como fantasmas.
Pero en la valla que marca el pozo de gas pizarra, los rastros de los
corzos se paran abruptamente y se vuelven sobre sí mismos.
Miedo
de que unos de los últimos reductos de biodiversidad que quedan en
Polonia pudiera ser dañado ha exaltado los sentimientos de los
vecinos, mientras la polarización y la acritud se han extendido a lo
largo del distrito de Tomaszów Lubelski. Zukowski sugirió que las
protestas de los vecinos estaban siendo manipuladas por fuerzas
oscuras.
“Se
podría decir que las acciones fueron inspiradas por el gobierno de
Mr. Putin” dijo. “No dispongo de tal información pero los
manifestantes iban de la mano con las intenciones del Kremlin. El
gas y el petróleo son herramientas útiles para Rusia para
entrometerse en la seguridad energética de otros países. Es una
forma para presionar a las autoridades a tomar ciertas decisiones
según las líneas del Kremlin. Es como un secreto político. Todo el
mundo lo sabe, pero nadie quiere mencionarlo.”
En
Chevron, Jones describía como estas acusaciones son una
especulación. Pero acusaciones parecidas se han emitido por pare de
Anders Fogh Rasmussen, el secretario general de la OTAN y por
funcionarios pro-gas pizarra en Rumania y Lituania, alcanzándose
tensiones del tipo de la guerra fría.
Hasta
el argumento patriótico para presionar para continuar con el gas
pizarra ha resultado dañado por las acusaciones de los activistas en
Pomerania, de que desechos tóxicos de perforaciones de gas pizarra
estaban siendo vertidos en un arroyo rural.
Los
ecologistas creen que agua contaminada por sales de la pizarra puede
haber entrado en el río Radunia, usado para el abastecimiento de
agua de Gdank, el lugar de nacimiento del movimiento polaco
Solidaridad.
En
noviembre, a la empresa francesa de agua Veolia, se le ordenó parar
de procesar vertidos de gas pizarra en una planta de purificación de
agua cercana debido a infracciones de permisos.
El
ministerio de medioambiente polaco niega que el agua potable de
Gdansk se haya puesto nunca en riesgo, pero este tipo de
declaraciones socavan el argumento de la independencia energética a
favor del gas pizarra y alimentan las objeciones nacionalistas. “A
la gente de Zurawlow le podría haber gustado la inversión en gas
pizarra, pero el problema era que esta era americana,” Dijo
Damiluk. “No queremos inversores extranjeros en una tierra que nos
pertenece.”
Chevron,
es el único de los grandes inversores internacionales en gas pizarra
que aún mantiene una única concesión en Zwierzyniec, que fue
prorrogada por un año en diciembre. Sin embargo, esta decisión
limita futuras perforaciones a una pequeña parcela de tierra que la
empresa ya había explorado.
“Si
el socio de Chevron, PGNiG, consigue el permiso para perforar en
Tomaszów Lubelski, espero que la gente allí use las mismas tácticas
que nosotros usamos para bloquear nuevas perforaciones,” dijo
Siegienczuk. “Nosotros estamos abiertos y preparados para dar
cualquier apoyo que podamos ofrecer.”
Traducción del artículo "Poland's shale gas revolution evaporates in face of environmental protests" publicado el 12 de enero de 2015 en The Guardian