Los defensores del medio ambiente han criticado duramente un nuevo fondo de investigación comunitario que invita a las compañías explotadoras de gas de esquisto a solicitar subvenciones por un importe de 113 millones de euros en el marco de un programa destinado a promover “energía competitiva con bajo nivel de emisiones de carbono”.
Sin
embargo, el dinero irá a parar a las compañías de gas, que, en
cualquier otro caso tendrían que correr ellas mismas con los gastos
de dicha investigación, y los activistas no tardaron en criticar las
nuevas subvenciones por considerarlas contradictorias con la política
de bloques en materia de descarbonización.
''La
Comisión afirma que garantiza un alto nivel de protección ambiental
y que se toma en serio la lucha contra el cambio climático pero, al
mismo tiempo, subvenciona la investigación para la industria del gas
de esquisto. No podemos ignorar este conflicto de intereses'', dijo a
EurActiv Antoine Simon, portavoz de Amigos de la Tierra Europa.
“Es
una medida especialmente cínica, dado que se trata de dar dinero
público a una industria dominada por algunas de las empresas más
ricas del mundo, cuando hay muchas prioridades que son más
importantes para la investigación sobre eficiencia energética y
energías renovables,” añadió.
La
Dirección General de Investigación e Innovación de la UE no
revelará cuáles son las empresas que han solicitado el dinero pero
señaló que este año se había constituido un fondo de 33 millones
para financiar las subvenciones.
“De
las 23 solicitudes iniciales que cumplen los requisitos, se invitará
a 7 a presentar propuestas definitivas antes del 23 de septiembre,”
explicó un funcionario a EurActiv. “Todavía no podemos decir
cuántos proyectos se seleccionarán ni quién ha solicitado el
dinero porque se trata de una licitación.”
Aunque
la Comisión preferiría limitar a 3 millones de euros la cuantía de
cada una de las subvenciones, considerará las solicitudes que
superen ese importe, añadió el funcionario.
En
virtud de una decisión del Consejo Europeo del pasado mes de
diciembre se autorizaba a financiar, en el marco de Horizonte 2020,
operaciones de prospección y producción de recursos de gas y
petróleo no convencionales siempre que se considerara pertinente. La
convocatoria de solicitudes de financiación se publicó unos días
después.
¿Es
el gas de esquisto un combustible con bajo nivel de emisiones de
carbono?
En
el marco del programa se ha considerado que el gas de esquisto es un
combustible con bajo nivel de emisiones de carbono porque “puede
facilitar la transición hacia una economía baja en carbono, siempre
que sus emisiones atmosféricas, incluidas las emisiones de gases de
efecto invernadero, se mitiguen adecuadamente”, afirmaba un
funcionario de la Unión Europea, y dio a entender que el nuevo fundo
podría ayudar a lograrlo.
Sin
embargo, un informe elaborado el pasado año por David MacKay, asesor
científico principal del Gobierno del Reino Unido, concluía que las
emisiones de carbono generadas por el gas de esquisto eran similares
a las generadas por el gas natural licuado importado de Qatar.
El
informe concluía que "el principal efecto de la producción y
utilización de gas de esquisto en el Reino Unido sería la
sustitución del gas natural licuado importado o, posiblemente del
gas que llega por tuberías de países no europeos. El efecto neto
sobre las tasas totales de emisiones [de gases de efecto invernadero]
será probablemente pequeño".
Según
el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático,
de las Naciones Unidas (IPCC), aunque las emisiones de CO2 durante
del ciclo de vida del gas son aproximadamente la mitad que las
generadas por el carbón o el petróleo, exponencialmente siguen
siendo mayores que las procedentes de las energías renovables, como
la energía eólica y la energía solar.
Marcus
Pepperell, portavoz de Shale Gas Europe, señalaba que en los
informes del IPCC también se consideraba que el gas no convencional
era un posible combustible de transición hacia un sistema de energía
basado en energías renovables.
“En
Europa nos enfrentamos a problemas de seguridad energética y aún no
contamos con ninguna explotación comercial de gas de esquisto,”
dijo a EurActiv. “Es lógico que la Comisión considere todas las
oportunidades de diversificar la cesta energética europea.”
“Dado
el considerable volumen de inversión que estamos destinando a otras
fuentes de energía, como las renovables, parece razonable plantearse
las posibilidades de que Europa contribuya a desarrollar una
industria de gas de esquisto dentro de un marco sostenible desde el
punto de vista ambiental,” dijo.
Isaac
Valero, portavoz de Connie Hedegaard, comisaria europea de Acción
por el Clima, convenía en que el esquisto podría constituir una
transición hacia las energías renovables y el logro de la
eficiencia energética, “pero el gas de esquisto por sí solo no
resolverá el problema del clima", advirtió.
Anteriormente
Hedegaard había instado a los bancos de desarrollo europeos a tomar
la iniciativa en la eliminación de las ayudas públicas a los
combustibles fósiles.
Las
emisiones de metano
Un
factor clave en el debate sobre la posible contribución del gas a la
lucha contra el cambio climático es la cuestión del metano, un gas
de efecto invernadero al menos 25 veces más potente que el dióxido
de carbono en un período inferior a 100 años y 72 veces más
potente en un período de 20 años. Los científicos creen que podría
ser un especialmente peligroso por su potencial de activación de los
ciclos de realimentación del calentamiento global.
Cuando
se analizaron las emisiones de metano, un estudio realizado en 2011
por el Profesor Robert Howarth de la Cornell University concluyó que
los efectos del gas de esquisto sobre el calentamiento del clima
podrían ser entre un 20% y un 100% peores que los del carbón, si
bien los resultados de otros informes han sido menos alarmantes.
Al
finalizar la fracturación hidráulica (fracking) de los pozos de gas
de esquisto, fluyen a la superficie grandes volúmenes de gas metano,
junto con las sustancias químicas utilizadas en el fluido de
fracturación hidráulica. Una vez allí, pueden ser emitidos a la
atmósfera y luego quemados y convertidos en dióxido de carbono, o
captados y vendidos en los mercados de acuerdo con las técnicas de
“acabado ecológico”.
El
pasado año, Howarth dijo a EurActiv que el acabado ecológico era
“el mejor [método] desde el punto de vista ambiental, aunque sigue
existiendo la posibilidad de que se libere algo de metano durante la
operación. Sin embargo no ha sido una práctica común en los
Estados Unidos. Consume mucho tiempo y las empresas prefieren
proseguir sus operaciones con la mayor rapidez posible y pasar a
explotar y fracturar un nuevo pozo.”
La
aplicación de las normas de la Agencia de Protección Ambiental de
los Estados Unidos destinadas a hacer estas técnicas obligatorias –
con algunas excepciones – antes de 2015, dependería más de la
notificación, por parte de la industria, de la existencia de
emisiones de metano que de las inspecciones, de modo que dichas
normas podrían burlarse.
Las
empresas europeas también tendrán que controlar sus emisiones de
metano con arreglo a las nuevas directrices propuestas por la Unión
Europea, que podrían ser vinculantes para 2015.
No
obstante, “la evacuación del gas es invisible a simple vista,”
dice Howarth. “Es probable que las plataformas no vigiladas hagan
trampas algunas veces, dado el historial de la industria del gas y el
petróleo en los Estados Unidos en lo que concierne al cumplimiento
de las normas en el pasado. Puede que las empresas del sector tengan
que facilitar información en Europa, pero ¿cómo vamos a saber que
la información es veraz? Ciertamente, el sector está muy interesado
en hacer creer que el nivel de las emisiones de metano es bajo.”
El
sector del gas alega que las perforaciones de gas de esquisto en
Europa podrían estar ya cubiertas por la legislación, por ejemplo
por la Directiva relativa a los residuos mineros y la Directiva marco
sobre el agua.
"No
creo que se necesiten nuevas normas específicas para el gas de
esquisto pero, si se detectaran lagunas en la legislación, estaremos
encantados de analizar la situación y cooperar con los responsables
de la elaboración de políticas para buscar el modo de avanzar,”
dijo a EurActiv Alessandro Torello, portavoz de la Asociación
Internacional de Productores de Petróleo y Gas.
Traducción del artículo "EU slated for ‘cynical’ €113m shale gas subsidy" publicado el 13 de junio de 2014 por Euractiv