El “Fracking” presenta poco riesgo para la salud pública, pero la evidencia es limitada.
Es
poco probable que, el “Fracking” para extraer gas de esquisto,
tenga un efecto perjudicial para la salud de las personas que viven
cerca, siempre que las operaciones estén ejecutadas correctamente y
reguladas, ha concluido un informe de la Sanidad Pública Británica.
Sin
embargo, el organismo ha admitido que poca investigación sólida ha
sido enfocada específicamente a las implicaciones en la salud del
“Fracking” y que la mayoría de los datos existentes provienen de
los Estados Unidos, los cuales tienen una geología diferente y
pueden utilizar diferentes productos químicos y procedimientos a los
que podrían ser utilizados en el Reino Unido.
El
“Fracking” implica el bombeo de agua y productos químicos en
formaciones densas de esquisto para expulsar el gas y el petróleo.
El análisis, realizado por el centro de la Sanidad Pública
Británica para la radiación, los productos químicos y los peligros
medioambientales, cuyos resultados fueron publicados en un informe
borrador el 31 de octubre, se centra en los posibles efectos sobre la
salud de los productos químicos utilizados y de cualquier material
radiactivo liberado.(1)
Uno
de los riesgos, observado en el análisis realizado, es la
posibilidad de contaminación de las aguas subterráneas. El informe
hace hincapié en que el proceso de “Fracking” subterráneo, por
sí mismo, es poco probable que cause la contaminación de las aguas
subterráneas, ya que se lleva a cabo muy por debajo del nivel de las
aguas subterráneas. La mayoría de las pruebas en ultramar indican
que, donde se ha producido la contaminación ha sido relacionado con
la contaminación de la superficie o con fuga a través del pozo
vertical en las aguas subterráneas.
Robie
Kamanyire, jefe del departamento de emergencias y peligros
medioambientales de la Sanidad Pública Británica y uno de los
autores del informe, dijo a BMJ que, en los incidentes donde las
aguas subterráneas habían sido contaminadas, no había habido
"ninguna evidencia clara de efectos adversos para la salud. Ha
habido algunas quejas de síntomas no específicos, tales como
dolores de cabeza [y] las erupciones en la piel, pero los mismos no
pueden ser claramente atribuidos a las operaciones del gas de
esquisto".
Agregó
que los riesgos de contaminación de las aguas subterráneas no son
exclusivos de la extracción del gas de esquisto, que está presente
en todo tipo de actividad de extracción de petróleo y gas. "Lo
más importante será una ejecución y regulación adecuadas, y en
este país sí tenemos procedimientos reglamentarios muy fuertes",
dijo.
En
su informe de la Sanidad Pública Británica hizo hincapié en la
necesidad de evaluar cada sitio potencial de “Fracking”
individualmente y recomendó que se continúe trabajando con
reguladores para asegurar que todos los aspectos de la extracción
del gas de esquisto tuvieran el riesgo evaluado adecuadamente,
incluido el ruido, los olores y el impacto visual. Añadió que si la
extracción del gas de esquisto se permitiera, sería necesaria la
vigilancia ambiental antes, durante y después de la extracción para
permitir la evaluación de los efectos sobre el medio ambiente y la
salud pública, por ejemplo en términos de cualquier cambio en los
niveles de radón ambiental o de metano en las aguas subterráneas .
Además, dijo que los productos químicos utilizados en el fluido del
“Fracking” deberían ser dados a conocer públicamente y hacer su
evaluación de riesgo antes de su uso.
En
la actualidad, ninguna empresa está extrayendo gas de esquisto
comercialmente en el Reino Unido, pero a la compañía de extracción
de petróleo “Cuadrilla” se le ha concedido el permiso para la
perforación de prueba y está actuando en tres lugares. “Cuadrilla”
se vio obligada a cerrar un sitio en Lancashire después que un
temblor de tierra causado por la perforación ocasionara que el pozo
se deformara. A pesar que la integridad del pozo no se ha visto
comprometida, la deformación de las paredes del mismo puede permitir
que el gas o los fluidos del “Fracking” se escapen. “Cuadrilla”
no reportó el incidente al Departamento de Medio Ambiente hasta los
seis meses, lo que provocó una advertencia de los ministros sobre su
"desempeño como titular de la licencia". (2)
Cuando
se le preguntó si este incidente elevó su preocupación acerca de
la solidez de los procesos de regulación, John Newton, director de
conocimiento en la Sanidad Pública Británica, dijo: " Eso no
es realmente un asunto de la Sanidad Pública Británica. Hemos
advertido que los riesgos para la salud dependen de que estos
procesos sean bien llevados y estén bien regulados".
Y
añadió: "El objetivo del informe es proporcionar un marco o
una información de referencia para que los reguladores hagan su
trabajo, pero no es nuestro trabajo hacer el reglamento".
El
ministro de Energía, Michael Fallon, dijo: " El Reino Unido
tiene el régimen regulatorio más sólido en el mundo para el gas de
esquisto, y a las empresas sólo se concederá permiso para fracturar
el esquisto si sus operaciones son seguras.
"La
seguridad y la salud públicas son primordiales, y el gobierno
seguirá trabajando con la industria para garantizar que las
estrictas directrices de seguridad se mantengan a medida que exploran
el gran potencial del esquisto".
Sin
embargo, la activista de energía de Greenpeace Leila Deen advirtió
que el gobierno había reducido el presupuesto del regulador
ambiental y fue "efectivamente lo que permite a las empresas
identificar su propia tarea cuando se trata de vigilancia".
Comentando
acerca del informe de salud pública de Inglaterra, Quentin Fisher,
profesor de geoingeniería del petróleo de la Universidad de Leeds,
dijo: "Las fugas a lo largo de los pozos son mucho menos
probables en el Reino Unido en comparación con los EE.UU., porque
nunca hemos tenido un gran programa de desarrollo de petróleo en
tierra, por lo que los pozos pre-existentes cerca de los recursos del
gas de esquisto no son un cuestión importante".
Sin
embargo, Richard Davies, profesor y director del Instituto de la
Energía de la Universidad de Durham, dijo: "De los 2.152 pozos
perforados en tierra en el Reino Unido desde el 1902, aproximadamente
el 50 % son enterrados y por lo tanto no son fácilmente controlados,
y los 1.138 fueron perforados por empresas que ya no existen. Si
las rocas son las adecuadas y el Reino Unido sigue adelante, entonces
la integridad del pozo es un área que necesitará mucha más
atención".
Referencias:
1.
Kibble A, Cabianca T, Daraktchieva Z, Gooding T, Smithard J,
Kowalczyk G, et al . Revisión
de los posibles impactos en la salud pública por la exposición a
contaminantes químicos y radiactivos como resultado de la extracción
del gas de esquisto: proyecto para comentar. Sanidad Pública
Británica, Octubre 2013.
www.hpa.org.uk/Publications/Environment/PHECRCEReportSeries/1310Reviewofthepotentialhealthimpactsshalegas.
2.
Harvey F, Carrington D, Macalister T. La empresa de “Fracking”
Cuadrilla suspende operaciones en el sitio de perforación de
Lancashire. Guardián 13 de marzo 2013.
www.theguardian.com/environment/2013/mar/13/fracking-cuadrilla-halts-operations-lancashire.Traducción del artículo "Fracking poses little risk to public health, but evidence is limited" publicado en el British Medical Journal el 1 de noviembre de 2013