jueves, 14 de noviembre de 2013

El informe británico que defiende el escaso riesgo del fracking para la salud admite que apenas se ha investigado


El “Fracking” presenta poco riesgo para la salud pública, pero la evidencia es limitada. 
Es poco probable que, el “Fracking” para extraer gas de esquisto, tenga un efecto perjudicial para la salud de las personas que viven cerca, siempre que las operaciones estén ejecutadas correctamente y reguladas, ha concluido un informe de la Sanidad Pública Británica.
Sin embargo, el organismo ha admitido que poca investigación sólida ha sido enfocada específicamente a las implicaciones en la salud del “Fracking” y que la mayoría de los datos existentes provienen de los Estados Unidos, los cuales tienen una geología diferente y pueden utilizar diferentes productos químicos y procedimientos a los que podrían ser utilizados en el Reino Unido.

El “Fracking” implica el bombeo de agua y productos químicos en formaciones densas de esquisto para expulsar el gas y el petróleo. El análisis, realizado por el centro de la Sanidad Pública Británica para la radiación, los productos químicos y los peligros medioambientales, cuyos resultados fueron publicados en un informe borrador el 31 de octubre, se centra en los posibles efectos sobre la salud de los productos químicos utilizados y de cualquier material radiactivo liberado.(1)
Uno de los riesgos, observado en el análisis realizado, es la posibilidad de contaminación de las aguas subterráneas. El informe hace hincapié en que el proceso de “Fracking” subterráneo, por sí mismo, es poco probable que cause la contaminación de las aguas subterráneas, ya que se lleva a cabo muy por debajo del nivel de las aguas subterráneas. La mayoría de las pruebas en ultramar indican que, donde se ha producido la contaminación ha sido relacionado con la contaminación de la superficie o con fuga a través del pozo vertical en las aguas subterráneas.
Robie Kamanyire, jefe del departamento de emergencias y peligros medioambientales de la Sanidad Pública Británica y uno de los autores del informe, dijo a BMJ que, en los incidentes donde las aguas subterráneas habían sido contaminadas, no había habido "ninguna evidencia clara de efectos adversos para la salud. Ha habido algunas quejas de síntomas no específicos, tales como dolores de cabeza [y] las erupciones en la piel, pero los mismos no pueden ser claramente atribuidos a las operaciones del gas de esquisto".
Agregó que los riesgos de contaminación de las aguas subterráneas no son exclusivos de la extracción del gas de esquisto, que está presente en todo tipo de actividad de extracción de petróleo y gas. "Lo más importante será una ejecución y regulación adecuadas, y en este país sí tenemos procedimientos reglamentarios muy fuertes", dijo.
En su informe de la Sanidad Pública Británica hizo hincapié en la necesidad de evaluar cada sitio potencial de “Fracking” individualmente y recomendó que se continúe trabajando con reguladores para asegurar que todos los aspectos de la extracción del gas de esquisto tuvieran el riesgo evaluado adecuadamente, incluido el ruido, los olores y el impacto visual. Añadió que si la extracción del gas de esquisto se permitiera, sería necesaria la vigilancia ambiental antes, durante y después de la extracción para permitir la evaluación de los efectos sobre el medio ambiente y la salud pública, por ejemplo en términos de cualquier cambio en los niveles de radón ambiental o de metano en las aguas subterráneas . Además, dijo que los productos químicos utilizados en el fluido del “Fracking” deberían ser dados a conocer públicamente y hacer su evaluación de riesgo antes de su uso.
En la actualidad, ninguna empresa está extrayendo gas de esquisto comercialmente en el Reino Unido, pero a la compañía de extracción de petróleo “Cuadrilla” se le ha concedido el permiso para la perforación de prueba y está actuando en tres lugares. “Cuadrilla” se vio obligada a cerrar un sitio en Lancashire después que un temblor de tierra causado por la perforación ocasionara que el pozo se deformara. A pesar que la integridad del pozo no se ha visto comprometida, la deformación de las paredes del mismo puede permitir que el gas o los fluidos del “Fracking” se escapen. “Cuadrilla” no reportó el incidente al Departamento de Medio Ambiente hasta los seis meses, lo que provocó una advertencia de los ministros sobre su "desempeño como titular de la licencia". (2)
Cuando se le preguntó si este incidente elevó su preocupación acerca de la solidez de los procesos de regulación, John Newton, director de conocimiento en la Sanidad Pública Británica, dijo: " Eso no es realmente un asunto de la Sanidad Pública Británica. Hemos advertido que los riesgos para la salud dependen de que estos procesos sean bien llevados y estén bien regulados".
Y añadió: "El objetivo del informe es proporcionar un marco o una información de referencia para que los reguladores hagan su trabajo, pero no es nuestro trabajo hacer el reglamento".
El ministro de Energía, Michael Fallon, dijo: " El Reino Unido tiene el régimen regulatorio más sólido en el mundo para el gas de esquisto, y a las empresas sólo se concederá permiso para fracturar el esquisto si sus operaciones son seguras.
"La seguridad y la salud públicas son primordiales, y el gobierno seguirá trabajando con la industria para garantizar que las estrictas directrices de seguridad se mantengan a medida que exploran el gran potencial del esquisto".
Sin embargo, la activista de energía de Greenpeace Leila Deen advirtió que el gobierno había reducido el presupuesto del regulador ambiental y fue "efectivamente lo que permite a las empresas identificar su propia tarea cuando se trata de vigilancia".


Comentando acerca del informe de salud pública de Inglaterra, Quentin Fisher, profesor de geoingeniería del petróleo de la Universidad de Leeds, dijo: "Las fugas a lo largo de los pozos son mucho menos probables en el Reino Unido en comparación con los EE.UU., porque nunca hemos tenido un gran programa de desarrollo de petróleo en tierra, por lo que los pozos pre-existentes cerca de los recursos del gas de esquisto no son un cuestión importante".

Sin embargo, Richard Davies, profesor y director del Instituto de la Energía de la Universidad de Durham, dijo: "De los 2.152 pozos perforados en tierra en el Reino Unido desde el 1902, aproximadamente el 50 % son enterrados y por lo tanto no son fácilmente controlados, y los 1.138 fueron perforados por empresas que ya no existen. Si las rocas son las adecuadas y el Reino Unido sigue adelante, entonces la integridad del pozo es un área que necesitará mucha más atención".

Referencias:
1. Kibble A, Cabianca T, Daraktchieva Z, Gooding T, Smithard J, Kowalczyk G, et al . Revisión de los posibles impactos en la salud pública por la exposición a contaminantes químicos y radiactivos como resultado de la extracción del gas de esquisto: proyecto para comentar. Sanidad Pública Británica, Octubre 2013.
www.hpa.org.uk/Publications/Environment/PHECRCEReportSeries/1310Reviewofthepotentialhealthimpactsshalegas.
2. Harvey F, Carrington D, Macalister T. La empresa de “Fracking” Cuadrilla suspende operaciones en el sitio de perforación de Lancashire. Guardián 13 de marzo 2013.
www.theguardian.com/environment/2013/mar/13/fracking-cuadrilla-halts-operations-lancashire.

Traducción del artículo "Fracking poses little risk to public health, but evidence is limited" publicado en el British Medical Journal el 1 de noviembre de 2013