viernes, 6 de septiembre de 2013

Gasland 2 en el Parlamento europeo

El dia 4 de septiembre, el nominado al oscar Jos Fox presentó su película Gasland 2 en el Parlamento europeo. En ella desentraña las relaciones entre el poder político y la industria, poniendo de manifiesto como las donaciones de los grandes grupos economicos acaban comprando las voluntades de los representantes públicos.

La pregunta que se hace Fox en la película ante los evidentes impactos del fracking es ¿por que el gobierno no ha evitado esto? Buscando respuestas, Fox concluye que el fracking contamina el agua, pero las puertas giratorias entre la industria y la política contaminan a su vez la democracia. En el coloquio tras la película, Fox fue taxativo: "no existirá democracia en el s.XXI sino abandonamos la senda de los combustibles fósiles".



El director norteamericano se confesó sorprendido por la masiva movilización en europa contra el fracking, que ha trascendido un perfil de lucha NIMBY y se ha convertido en contundente reclamo de cambio de paradigma energético. Preguntado por si estaría dispuesto a venir al Estado español a presentar la película, contestó que estaría encantado.

Gasland 2 muestra como la industria propone actuar contra el movimiento ciudadano de oposición como si de un movimiento bélico de insurgencia se tratase, con tácticas sicologicas de dividir, espiar, acosar y desmoralizar al "enemigo". Este enfoque es también adoptado por algunos políticos americanos que han llegado a acusar de "ecoterroristas" a los ciudadanos que defienden su tierra frente a la amenaza.

Otro hecho destacable de la película de Fox es la impotencia que generan la parcialidad y corrupción de los organismos que deben velar por la seguridad ambiental, como la agencia de protección ambiental americana (EPA) que si bien en el caso de Pavillion (Wyomin) acabó reconociendo la contaminación y recomendando a la gente que no bebiera el agua, como se muestra en el filme, en su investigación sobre la contaminación del agua en Dimock (Pensylvania) acabó cediendo ante la presión política y, mientras recomendaba "off-the-record" a los habitantes del lugar que no bebieran el agua, de cara a los medios afirmaba que el agua era segura. Es descorazonador ver en la pelicula a algunos políticos locales que lo único que pueden recomendar a sus electores es que se muden, que se vayan a vivir a otra parte.

En el lado de los impactos, el director entrevista a varias personas cuya salud se ha visto mermada desde que comenzaran las explotaciones. Ademas aporta datos escalofriantes: la cimentación de 1 de cada 20 pozos falla de forma inmediata, lo cual da una idea del potencial contaminador de esta técnica. Según el profesor A. Ingraffea, de la Universidad de Cornell, entrevistado en la película, el problema de la cimentacion de los pozos no se ha resuelto en décadas porque...no se puede resolver. Sin embargo la industria sigue una estrategia análoga a la que empleó durante años con el tabaco: negar los impactos y desacreditar a la ciencia que los evidencia, creando sus propios "estudios". De hecho, cruiosamente la industria americana del gas natural ha contratado como responsable de comunicación a la misma persona que estuvo al servicio de la industria tabacalera.