México debe prohibir la explotación del gas shale porque violenta el derecho humano de acceso al agua, debido a que el procedimiento para su extracción requiere grandes cantidades del líquido, contamina los acuíferos y contribuye al calentamiento global, denunciaron organizaciones ambientalistas y de investigación que integran la Alianza Mexicana Contra el Fracking.
En
conferencia de prensa, Claudia Campero de la organización Blue Project
Planet y Food & Water Watch señaló que "de abrirse los 20 mil pozos
anuales para extraer
el gas shale que se están planteando, se requeriría una cantidad
de agua equivalente a la del consumo doméstico de entre 4.9 y 15.9
millones de personas en un año".
El
gas shale -también conocido como gas de pizarra o de lutita- se
encuentra atrapado en sedimentos de rocas en las que abunda un mineral
llamado "esquisto" entre
otros, y que se ubican en profundidades de mil a cinco mil metros. El
proceso para su extracción se conoce como fractura hidráulica o
fracking que consiste en perforar la roca mediante la inyección de una mezcla de agua, arena y sustancias químicas a presión.
"Este
proceso representa un riesgo para los acuíferos, que pueden ser
contaminados con tóxicos vulnerando así el derecho humano al agua que se
reconoce en el artículo
4° Constitucional", añadió la coordinadora General de la Red de Acción
por el Agua, Nathalie Seguin.
La
Alianza Mexicana Contra el Fracking exigió a los legisladores que
discuten la Reforma Energética que apliquen el principio precautorio en
el tema del
gas shale y prohíban su explotación debido a que numerosas
investigaciones alertan sobre los elevados costos sociales, ambientales y
económicos como consecuencia de la producción de este hidrocarburo.
Francia y Bulgaria ya han prohibido el
fracking por los impactos que genera.
"Pese
a que en el gas shale sea una de las principales apuestas del gobierno
federal y otros actores políticos y sociales en la próxima Reforma
Energética, no es
una opción sustentable para México. La fuga de metano (CH4) en los
proyectos de gas de esquisto es superior en un 30 por ciento a los de
gas natural convencional. Dado que el metano tiene un potencial de
calentamiento global 21 veces superior al dióxido de
carbono (CO2), existen serias dudas en torno a que el gas shale
sea una energía de transición adecuada", dijo Beatriz Olivera,
coordinadora de la campaña de cambio climático y energía de Greenpeace
México.
"Las
experiencias en Estados Unidos, así como primeras en México, muestran
la baja rentabilidad de los proyectos. La industria gasífera
estadounidense ha señalado
que hasta el 80 por ciento de los pozos pueden resultar inviables
económicamente debido a las complejidades técnicas de la explotación de
este gas, lo que hace que el costo por pozo en México se sitúe entre 12 y
15 millones de dólares. Además, la rápida declinación
de los pozos -con una disminución de la producción de entre un 29 y un
52 por ciento anual-, supone la necesidad de realizar constantes
inversiones de capital para mantener la producción. La propia Comisión
Nacional de Hidrocarburos ha señalado que, ante los
bajos precios del gas natural, la explotación del gas shale en nuestro país no sería rentable", dijo Francisco Cravioto, investigador de Fundar, Centro de Análisis e Investigación.
"Los
esfuerzos políticos y presupuestales deben enfocarse a la transición
energética hacia fuentes limpias y renovables con pleno respeto de los
derechos humanos
y el cuidado del medio ambiente, en lugar de centrarse en proyectos
caros y con fuertes afectaciones socioambientales que agravan el
calentamiento del planeta. Es urgente que la Reforma Energética a
discutirse en el Congreso siente las bases legales e institucionales
para avanzar en esta dirección" concluyó Claudia Campero.
Notas:
(1)
Asociación de Usuarios del Agua de Saltillo
(AUAS); Blue Planet Project; Coalición de Organizaciones Mexicanas por
el derecho al Agua (COMDA); El Poder del Consumidor; Encuentro Ciudadano
Lagunero (ECL); DECA Equipo Pueblo A.C.;
Espacio DESC; FANMex Red de Acción por el Agua; Food & Water Watch;
Frente Amplio Ambientalista; Fundar Centro de Análisis e Investigación;
Greenpeace; Grupo de Estudios Ambientales A.C. (GEA A.C); Guardianes de
los volcanes; La Vida Asamblea Veracruzana de
Iniciativas de Defensa Ambiental; Medio Ambiente y Sociedad A.C.;
Sendas A.C.; Además de investigadores de Flacso y el Instituto de
Investigaciones Económicas de la UNAM.