miércoles, 7 de agosto de 2013

A dos niños se les prohíbe de por vida hablar sobre fracturación hidráulica



Dos niños de Pensilvania pasarán el resto de sus vidas sometidos a una ley mordaza impuesta tras un acuerdo de 750.000 dólares


publicado por Suzanne Goldenberg en The Guardian,el 5 de agosto de 2013 

A dos niños de Pensilvania se les ha prohibido de por vida hablar sobre fracturación hidráulica o fracking bajo una ley mordaza impuesta tras el acuerdo al que llegaron sus padres con una importante empresa de gas y petróleo.

La dramática ley mordaza se impuso tras un acuerdo de 750.000 dólares entre la familia Hallowich y Range Resources Corp, una importante perforadora de petróleo y gas, lo que generó gran indignación el lunes entre los activistas medioambientales y los defensores de la libertad de expresión.

El acuerdo, al que se llegó en 2011 pero que salió a la luz la semana pasada, prohíbe a los hijos de los Hallowich, de 10 y 7 años en aquel momento, hablar sobre fracturación hidráulica o la pizarra de la región de Marcellus, en Pennsylvania, uno de los mayores productores en la expansión de gas pizarra en Estados Unidos.

La familia Hallowich había denunciado previamente a algunas empresas de gas y petróleo por destruir su terreno de más de 4 hectáreas en Mount Pleasant, Pensilvania, y por poner en peligro la salud de sus hijos. Dicha propiedad lindaba con grandes instalaciones industriales: cuatro pozos de gas, estaciones de compresión de gas y un estanque de aguas residuales que, según la familia Hallowich, contaminó su suministro de agua y les provocó irritación en los ojos, en la garganta y cefaleas.

Las leyes mordaza (en adultos) son frecuentes en los acuerdos alcanzados entre los extractores de gas y petróleo y los residentes en el corazón de la expansión del gas pizarra en Pensilvania. Sin embargo, la insistencia por parte del abogado de la empresa en extender dicha ley de por vida a los hijos de los Hallowich hizo reflexionar incluso al juez, según informan los documentos judiciales.

La ley mordaza fue una condición del acuerdo. El matrimonio declaró en el juicio que accedieron porque querían mudarse lejos de los campos de gas y criar a sus hijos en un ambiente más seguro. «Tenemos que alejar a nuestros hijos de allí por su salud y por su seguridad», declaró la madre, Stephanie Hallowich, en el juicio.

No obstante, seguía preocupada por la ley mordaza. «Mi preocupación es que son menores. No sé si lo he comprendido bien. Sabemos que estamos accediendo a guardar silencio para siempre pero, ¿le estamos negando unos derechos a nuestros hijos al ser menores? Es que mi hija cumple siete años hoy y mi hijo tiene diez».

El padre, Chris Hallowich, declaró que es difícil asegurar que los niños guarden un silencio absoluto en cuanto a la fracturación hidráulica por su edad y por vivir en una zona de extracción de gas pizarra.

«Van a estar rodeados de otros niños, hijos de trabajadores de ese sector, y eso va a ser así todos los días de su vida. Si dicen alguna palabra ilegal cuando no estén bajo nuestra vigilancia, va a ser difícil controlarlo», afirma, Chris. «Podemos decirles que no pueden decir esto ni aquello, pero cuando estén en el parque…».

Las transcripciones judiciales salieron a la luz en respuesta a una solicitud de datos públicos por parte del periódico Pittsburgh Post Gazette, que fue el primero en informar de la ley mordaza impuesta de por vida a los niños. Dicho diario ha intentado que se revelasen todos los documentos relativos al acuerdo de los Hallowich.

Algunos activistas afirman que el secretismo ha ayudado a la industria a resistir unos controles medioambientales y sanitarios más estrictos ocultando pruebas de contaminación de las aguas y problemas de salud relacionados con las operaciones de extracción de gas. Según se reveló en la transcripción judicial, el abogado de los Hallowich, Peter Villari, dijo en el juicio que en sus treinta años de profesión jamás había visto que se impusiese una ley mordaza a unos niños.

Durante el juicio, el abogado que representaba a la empresa Range Resources, James Swetz, reiteró que la empresa pretendía imponer la ley mordaza a los niños. «Creemos que debe aplicarse a toda la familia. E intentaremos que así sea», dijo ante el tribunal.

Otros acusados en el proceso fueron las empresas Williams Gas/Laurel Mountain Midstream
y MarkWest Energy.

Sin embargo, cuando la ley mordaza salió a la luz, dos años después del juicio de agosto de 2011, la empresa informó a los medios de que no estaban de acuerdo con las pal
abras de Swetz. «Creemos que el acuerdo no afecta a los niños», afirmó un portavoz de Range Resources al periódico Pittsburgh Post Gazette. Afirmó asimismo que no había ninguna prueba de que la familia Hallowich se hubiese visto afectada al estar expuestos a las operaciones derivadas de la extracción de gas.