lunes, 29 de abril de 2013

Reino Unido estudia incentivos a comunidades que no se opongan a fracking


El Gobierno propone sobornar a las comunidades ofreciéndoles reducciones en las facturas energéticas para que dejen de oponer resistencia a los proyectos locales de fracturación hidráulica, como parte de sus planes para impulsar la extracción del gas de esquisto.



 (Traducción del artículo "UK ministers consider offering communities fracking sweeteners", publicado en The Financial Times el 28/04/2013 por Jim Pickard, Elizabeth Rigby and Guy Chazan )


Se están debatiendo varias opciones para conseguir que las comunidades rurales inglesas acepten estos polémicos métodos de perforación, mientras los ministros se disponen a anunciar que las reservas de gas de esquisto de Gran Bretaña son mucho mayores de los que se había previsto.
La fracturación hidráulica, una técnica de extracción que consiste en inyectar agua, arena y sustancias químicas a alta presión en la roca de esquisto para liberar las bolsas de petróleo y gas atrapadas en su interior, ha transformado el mercado energético de los Estados Unidos y ha provocado un boom de producción que situó el pasado año los precios del gas en el nivel más bajo de los últimos 10 años.
A los expertos en cuestiones de medio ambiente les preocupa que el proceso pueda contaminar el agua subterránea y provocar emisiones de metano, un potente gas de efecto invernadero.
El Gobierno, en un documento sobre los beneficios que pueden obtener las comunidades, propondrá una serie de políticas con el objeto de persuadir a las comunidades locales para que dejen de oponer resistencia a la fracturación hidráulica en el noroeste y el sureste de Inglaterra, donde se han descubierto los mayores depósitos de gas de esquisto.
Según informan los conocedores del contenido de los debates, el principal incentivo que está estudiando la coalición es reducir las factures energéticas de los hogares de la zona.
Los barrios también podrían recibir fondos para construir nuevos clubes deportivos o centros comunitarios, así como otros proyectos para mejorar los servicios locales.
El comité de energía de la Cámara de los Comunes dijo el viernes que las comunidades afectadas por los proyectos de gas de esquisto deberían recibir y compartir algunos de los beneficios del desarrollo.
Sugirió que las autoridades locales de las comunidades en las que haya empresas de extracción de gas de esquisto también deberían poder percibir un porcentaje del volumen de negocio de dichas empresas.
El sistema sería similar a las “inversiones de compensación” mediante las cuales los ayuntamientos que otorgan permisos de construcción de promociones inmobiliarias pueden obligar al promotor a costear mejoras de las infraestructuras, como carreteras y escuelas. En un documento por separado se presentará una propuesta similar para los nuevos parques eólicos.
El Gobierno todavía podría tener que enfrentarse a importantes actos de protesta contra las instalaciones de fracturación hidráulica, que evocarían la hostilidad generalizada de las comunidades conservadoras hacia las turbinas eólicas terrestres y al ferrocarril de alta velocidad HS2.
Laura Sandys, diputada conservadora, ha dicho que, comparados con las solicitudes de construcción de instalaciones de perforación de gas de esquisto, los parques eólicos terrestres han sido un simple paseo por el parque”.
La única operación de fracturación hidráulica en Gran Bretaña, puesta en marcha por Cuadrilla Resources en las proximidades de Blackpool, se suspendió tras producirse dos terremotos de escasa intensidad en 2011 y reanudó sus actividades el pasado mes de diciembre.
El pasado año, el Gobierno encargó al Instituto Geológico del Reino Unido (BGS) la elaboración de una nueva estimación de las reservas de gas de esquisto de Gran Bretaña, cuyas conclusiones cabe prever que demuestren que dichas reservas son mucho mayores de lo que se había pensado en un principio.