jueves, 4 de octubre de 2018

Cuadrilla se prepara para comenzar la explotación comercial de gas de fracking

 La empresa se convertirá en la primera, en el Reino Unido en extraer gas, después de años de protestas.

 No es difícil detectar el punto claiente del fracking en el Reino Unido. Manifestantes, con chaquetas amarillas y máscaras, agitan pancartas frente a los coches que pasan por el término de Little Plumpton, cerca de Blackpool. "No hay fracking seguro", dice un cartel.

Estas personas han mantenido una vigilia, durante más de 600 días, cerca del campo, donde la compañía energética Cuadrilla pretende, a principios del próximo mes, convertirse en la primera, en el Reino Unido, para comenzar a explotar comercialmente el gas de fracking, que se encuentra en las rocas a gran profundidad.

Tina Rothery, una manifestante, dijo que la resistencia ha retrasado a Cuadrilla, durante meses, si no años. Dicen que “el fracking está a la vuelta de la esquina", agregó. "Llevan diciendo esto desde que tengo memoria".

Cuadrilla tiene como objetivo demostrar que los manifestantes están equivocados, siete años después de que el primer intento de la compañía para explotar los recursos de esquisto, en el norte de Inglaterra, se detuvo, tras desatar temblores de tierra.

La fractura hidráulica, o fracking, implica bombear agua, arena y productos químicos bajo el suelo a alta presión para liberar el gas de las formaciones rocosas, a menudo en pozos que corren horizontalmente en lugar de verticalmente.

Una vez que el gobierno dio en julio su permiso a Cuadrilla para reanudar las operaciones, y después de una extensa preparación, la compañía planea fracturar su primer pozo de equisto, en las próximas semanas.

Cuadrilla lo está considerando como un momento histórico para la incipiente industria del gas de esquisto del Reino Unido, que se ha enfrentado a un público feroz y, en ocasiones, a la oposición política.

Los temores a la contaminación y a los terremotos eclipsaron las afirmaciones del sector de la energía de que el Reino Unido está ignorando una fuente de energía doméstica, en un momento en que depende, cada vez más, de las importaciones del combustible.

"El Reino Unido estaría loco si no intentara desarrollar este recurso", dijo a Financial Times Francis Egan, director ejecutivo de Cuadrilla.

Dijo que el gas producido en el país, siempre sería mejor para el medio ambiente y para el mismo país "a menos que encuentren alguna forma de atender la demanda energética sin importar gas de América del Norte o Rusia".

Añadió que el gas de esquisto era "parte de la respuesta" a los esfuerzos del Reino Unido, para hacer que la generación de energía sea menos contaminante. El gas natural se ve como un puente entre el carbón altamente contaminante y las fuentes de energía más limpias,  lideradas por energías renovables.

Pero los argumentos de Egan no acaban de calar en Gran Bretaña. En Escocia, donde la industria energética del Mar del Norte ha sido una parte importante de la economía, durante 50 años, el fracking se ha suspendido indefinidamente por el gobierno descentralizado, el cual estaba liderado por el partido nacional escocés. En Westminster, el Partido Laborista ha indicado que prohibiría el fracking.

Egan es consciente de que Cuadrilla no tendrá muchas oportunidades para hacerlo bien y demostrar que el fracking no solo es comercialmente viable, en el Reino Unido, sino también seguro.

Según Egan Little Plumpto es el sitio de producción de energía más monitoreado en el Reino Unido, con una serie de regulaciones, entre las que se incluyen el requisito de acarrear agua de lluvia, una responsabilidad casi constante, en el noroeste de Inglaterra, situada lejos de la ubicación.

"La clave para nosotros es demostrar que [la fractura hidráulica] se puede hacer de forma segura y sensata", agregó Egan.

Hizo hincapié en un enfoque cauteloso del desarrollo, planteando que primero Cuadrilla llevará a cabo lo que él llama una “mini-fractura”,  para asegurarse de que no habrá temblores de tierra que fueran destacados en titulares de prensa.

"Una vez que estemos seguros de que no estemos inyectando [fluidos de fractura], en una hendidura, o que probablemente cause temblor, avanzaremos hacia la fractura principal", dijo Egan.

Las estimaciones de la cantidad de gas que se encuentra en la formación de rocas bituminosas de Bowland, que Cuadrilla desea desarrollar, varían notablemente.

El British Geological Survey, el proveedor de datos geo-científicos del Reino Unido, tiene un pronóstico central para un enorme 1.300 tn de pies cúbicos de gas, en Bowland.

El ex primer ministro David Cameron dijo, en 2013, que si solo el 10 por ciento de eso se extrajera por las compañías energéticas, podría cumplir con la demanda de gas del Reino Unido, durante más de 50 años.

Sin embargo, el profesor Mike Stephenson, director de ciencia en el British Geological Survey, dijo: "No hay evidencia de que sea posible una tasa de recuperación del 10 por ciento. Podría ser fácilmente del 1 por ciento, o incluso del 0 por ciento”.

Cuadrilla cree que las primeras pruebas de la roca de esquisto son muy prometedoras, pero la compañía no lo sabrá con certeza hasta que se hayan perforado y fracturado varios pozos.

En todo el Reino Unido, los estudios geológicos han indicado importantes recursos de lutitas. Sin embargo, los analistas y los ejecutivos de la industria expresaron, previamente, escepticismo sobre las posibilidades de replicar el auge del gas de esquisto de Estados Unidos, en Gran Bretaña, dadas las dificultades de la perforación, en un país mucho más densamente poblado.

Desde el año 2010, los EE. UU. casi han duplicado su producción de petróleo a más de 11 millones de barriles por día, en gran parte debido al petróleo de esquisto, lo que sitúa la producción de crudo del país por delante de Arabia Saudita. Su producción de gas natural se ha incrementado, en un 50 por ciento durante el mismo período, convirtiendo a los EE. UU. en un importante exportador del combustible y al mismo tiempo reduciendo los precios internos.

Por el contrario, en el Reino Unido, este año se ha producido un fuerte repunte, en los precios mayoristas del gas, debido a que los suministros se han ajustado, lo que ha provocado una serie de aumentos, en las facturas de los hogares.

Si bien Egan es reacio a afirmar que el gas de esquisto por si solo podría reducir los precios del gas del Reino Unido en un mercado cada vez más global, si dijo que el desarrollo a gran escala del fracking en Gran Bretaña, podría "ejercer presión a la baja".

Mientras tanto, rechazó la idea sugerida por los manifestantes de que estaba involucrado en una batalla entre David y Goliat en la que valientes lugareños se enfrentan al poder de la industria energética mundial.

Cuadrilla es propiedad de la compañía australiana de servicios de energía AJ Lucas y de la firma de capital privado Riverstone Holdings, pero la compañía que dirige Egan tiene solo 25 empleados a tiempo completo.

Sin embargo, si los pozos de Cuadrilla en Little Plumpton resultan económicamente viables, la empresa tiene grandes ambiciones, que posiblemente incluyan una cotización bursátil, una vez que sus partícipes, en capital privado, estén listos para vender.


Traducción del artículo "Cuadrilla prepares to start commercial fracking" publicado el 26 de septiembre de 2018 en Finantial Times