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lunes, 5 de septiembre de 2016

En Virgina Occidental, las aguas residuales producidas por el fraking pueden estar alterando hormonas

Residuos filtrados a consecuencia del fracking son probablemente la causa de una subida de los compuestos de alteración endocrina en los cauces bajos de los ríos-  una señal preocupante dados los 36.000 posibles puntos de eliminación en EEUU
De acuerdo con un nuevo estudio, tanto las aguas que rodean los emplazamientos de residuos provenientes del fracking, como las que fluyen rio abajo en Virginia Occidental, contienen componentes que podrían dañar la salud de los peces, alterando su sistema endocrino.


Los investigadores han encontrado altos niveles de compuestos que alteran la actividad endocrina en las aguas que rodean y proceden de los emplazamientos de aguas residuales en  Fayetteville, en Virginia occidental. El estudio publicado hoy en la revista científica Total Environment, evidencia que algunos químicos utilizados en el fracking son hormonas simuladoras o inhibidoras que se filtran desde los pozos de eliminación de residuos a las aguas colindantes potencialmente impactando la salud, no solo de los peces, si no también de los humanos.

El fracking, es un proceso de perforación vertical con inyecciones de fluidos aplicados a presión sobre la fisura de una roca para extraer petróleo y gas. Además de agua, las inyecciones contienen arena y una mezcla de químicos- algunos de los cuales asociados con el cáncer, alteraciones hormonales, y problemas reproductivos. Se estima que cada pozo produce mas de un millón de gallones de aguas residuales bombeados a los pozos residuales.

Se estima que hay unos 36.000 pozos donde se desechan los residuos provenientes del fracking en EEUU, y se han hecho muy pocas pruebas en las aguas colindantes- dijo el autor principal Christopher Kassotis, profesor posdoctoral en la Universidad de Duke.

Kassotis y otros investigadores universitarios y federales recogieron agua de las zonas altas, bajas y colindantes a las instalaciones de aguas residuales, que contienen ya sea pozos o estanques de desechos y tanques de almacenaje- todos ellos empleados para depositar los excesos de aguas residuales provenientes de las perforaciones. Hay un pequeño arroyo que atraviesa las instalaciones y va a parar a Wolf Creek, que a su vez va a parar a New River, que es un rio del que beben algunas personas. Pruebas en aguas colindantes al lugar, y en las aguas abajo resultaron con una actividad endocrina "considerablemente mayor" por el numero de hormonas, incluidos estrógenos, andrógenos y receptores del tiroides, que las pruebas realizadas en las cuencas mas alejadas de los lugares de desecho.

Lo que es realmente interesante es que tomaron muestras en diferentes instalaciones que estas en diferentes cuencas. Dijo Andrea Gore, profesor de farmacología en la Universidad de Texas en Austin, quién no estuvo implicado en el estudio.- Claramente se muestra una substancial diferencia en la actividad endocrina en la parte alta y baja del rio.

La actividad es preocupante para los peces locales- Tal nivel de contaminación parece afectar el desarrollo reproductivo de algunas especies de peces, lo que puede llevar a amenazar la especie. En los últimos años, los investigadores están averiguando más acerca del  pez "intersex"- que es un pez macho con alguna de las partes reproductoras de la hembra- y creen que los responsables son los alteradores endocrinos químicos.

Según Gore, algunas veces olvidamos lo importantes que son los peces en nuestro ecosistema. El correcto funcionamiento de las hormonas es crucial a lo largo de la vida de las personas. Durante el desarrollo todas las partes del cuerpo atraviesan cambios muy rápidos. Muchos cambios son producidos o al menos están influidos por estas hormonas. Estos cambios, incluso a niveles muy bajos, tienen impacto en el desarrollo biológico. Y los adultos también necesitan una correcta función endocrina. Demasiado o poco de esta hormona, puede hacer que enfermemos.


Las industrias representantes se defienden diciendo que las concentraciones de los componentes encontrados no suponen un peligro para la salud. - Químicos que alteran el sistema endocrino se encuentran en casi todos los productos que usamos en nuestro día a día, incluidos tintes, perfumes, plásticos, productos para el cuidado personal, detergentes, productos de limpieza. Dice Seth Whitehead, un investigador en un programa de divulgación emitido por la Asociación Independiente de Petróleo de América, llamada Energy in Depth en un email de respuesta. -Los niveles de concentración son mucho más relevantes que simplemente detectar agentes químicos alteradores endocrinos ambientales ( EDCs por sus siglas en ingles ). Añadió Whitehead.

Susan Nagel, autora principal del estudio y profesora asociada en la Universidad de Missouri dijo que los niveles encontrados se encontraban en el limite o incluso por encima de los niveles que era sabido impactaban la salud de organismos acuáticos.

En muchos casos, incluso con una disolución considerable los contaminantes químicos alteradores del endocrino, serían capaces de alterar el desarrollo de los peces, anfibios y otros organismos acuáticos. Escribió la autora.

Mientras un único pozo de fracking usa unas 50 substancias químicas, 1.000 diferentes substancias químicas se usan en la industria, según estudios anteriores. Se estima que unos 100 de esos químicos son alteradores del endocrino.

Algunos componentes, ya reconocidos como alteradores del endocrino fueron identificados en el estudio actual, no esta claro cual de estos componentes químicos fueron los responsables para la actividad endocrina de Virginia Occidental.

También la autora apunta que el agua utilizado en las inyecciones podrían provenir de aguas residuales de otras industrias, que a su vez podrían contener componentes alteradores endocrinos. Estas investigaciones, no son las primeras que asociado los residuos procedentes del fracking con los componentes químicos responsables de la alteración del endocrino.

Nagel y otros investigadores, informaron previamente de que el agua colindante  a las perforaciones de fracking de Colorado, tenían niveles más altos de agentes alteradores del endocrino que otras de la zona. 

Traducción del artículo "In W. Virginia, frack wastewater may be messing with hormones" de Brian BienKowski  publicado el 6 de abril de 2016 en "Enviromental Health News" y traducido por Cristina Sevilla, de Traductoras/es en Acción, la red de intérpretes y traductores/as voluntarios/as de Ecologistas en Acción.